El blanco de la cama,

397 52 16
                                    

El emplumado estaba en su cama leyendo una revista y esperando a la enfermera que le traería comida. No tenia nada que hacer más que ver la televisión de su habitación y descansar, no sabe cuanto tiempo estuvo en ese hospital ni cuando saldrá, que es lo que más y menos desea en ese momento.

El no quería estar en el hospital para siempre, pero eso significaba pasar el tiempo con ese doctor, que no lo negará, era muy relajado para la profesión que llevaba.

Si de por si ser doctor es complicado, ser doctor y atender casos de enfermedades como el Hanahaki lo hacía peor. Aún hasta al mejor doctor de todos, Benjamin Kharton, perdió a su hija luego de que se enamorará de un chico que la abandonó. Por eso se les pide demasiada preparación y atención a los cirujanos de este tipo.

El mexicano mira por la ventana de su habitación para apreciar la vista de los edificios y grandes empresas que había por esa ciudad. El recuerda que en una de ellas su padre trabajaba y un día lo llevó a ver el lugar.

El padre de Quackity es un hombre muy ocupado, pero siempre encontraba tiempo para él. Aún siendo un adulto solía preocuparse por la salud de su hijo y solía mandarle algo de dinero con mucha frecuencia.

Por el amor que le tenía a su padre se intereso en su profesión y accidentalmente encontró la que a él le quedaba mejor. Al inscribirse en aquella universidad no esperaba más que amistades y logros, claro, tenía en mente el fracaso, pero no estaba en sus planes y aún así estaba preparado para ello.

Pero no espero verse en una cama de hospital con los pulmones llenándose de flores y el corazón de pequeñas grietas.

El silencio de la habitación empieza a ser molesto para el de alas, tanto así que se dispuso a analizar los pequeños detalles.

Las cosas más pequeñas pueden hacer mucha diferencia en la percepción de alguien. El de alas no notó el pequeño destello de luz que se escapa por la cortina y se convierte en un pequeño rayo arcoiris que impacta en el pequeño jarrón de la mesa cerca a la entrada, la puerta de la habitación también tenía pequeños detalles dedtacables, uno de los que notó el híbrido fue que la puerta estaba hecha de plástico con una vetana blindada.

Recuerdos iban y venían mientras el ave se concentraba en las siluetas que formaba la luz. La puerta se abre y la figura de una mujer entra -Caballero, la señora María Nevadas vino a verlo- El menor sonríe -¡¿Mamá esta aquí?!- -Creo que si...- responde la señorita enfermera.

Una dama vestida de suéter y pantalón de mezclilla entra por la puerta -¡¡¡MI NIÑO!!! ¡ESTAS BIEN!- El jóven abre los brazos y recibe a su madre en ellos, solo para cerrarlos luego de estar pecho a pecho -Mami...- dice el menor suavemente -Oh mi Alexis... ¿Porqué no me dijiste que te gustaba alguien? No confías en tu madre..?- El menor niega rápidamente y su madre le da algo de espacio, lo suficiente para verlo mejor.

El menor de los dos se empieza a poner nervioso -Bueno... mamá... me gustan los chicos y eso lo sabes...- La dama mira a su hijo algo preocupada, no por sus gustos, sino por cómo terminará la historia -Mamá... soy poli amoroso... o al menos no tengo problemas con una relación poliamorosa... lo entiendo si tu- la voz de el jóven fue interrumpida por las manos de su madre abrazando a su pequeño patito.

La mamá de Quackity era muy cariñosa y de mente abierta, tanto así que el día que su hijo salió del closet como gay ella lo acepto muy rápido y le hizo galletas para pasar el día y hablar de algo mientras lo hacían. -No estoy molesta corazón... pero eso puede traer muchos problemas y aun si lo tienes mamá siempre estará allí para ti hijo- El menor abraza a su madre.

Luego de una charla sobre la importancia de saber diferenciar el amor romántico del platónico y de comer algunas rebanadas de sandía que llevo la madre de Quackity esta misma se retiró.

El chico de la gorra se sentía feliz por haber visto a su madre. El siempre tuvo y tendrá su apoyo, por es, el siempre le mandaba lo que ganaba en sus trabajo durante las vacaciones. Sentía que le debía mucho por apoyarlo y haberle ocultado a su padre todo lo que a ella si pudo contarle.

Cuando el mexicano salió del closet su madre se entero porque lo vio besar una foto, tan pronto su hijo salió se dio la libertad de revisar las cosas de su hijo para ver de quien era la foto. No dirá que le sorprendió mucho y no lo admite pero al principio se asqueo, pero logró abrirse a la posibilidad de que a su hijo le gustasen los chicos.

Desde ese momento la madre del de gorra reviso en su vieja computadora sobre la homosexualidad y se dedico 3 meses a intentar conocer más sobre el tema para poder apoyar a su hijo. El tiempo pasó y Quackity se sintió listo para salir del closet se llevó la sorpresa se su vida al darse cuenta que no sólo recibió apoyo, sino también recibió guías y consejos.

Pero que más se puede esperar de ka familia Nevadas, quienes siempre se caracterizaron por ser amorosos, extrovertidos, sin olvidar podían tomar las cosas en serio, sin descuidar ese humor que lo caracterizaba.

Pero tan pronto dejan de estar juntos pueden sumirse en la miseria, tal como nuestro querido Alexis, quien ahora sin su madre se siente solo, se siente débil e impotente. Pero sabe que por el, por su padre, su madre, sus amigos, familia y por todos los que le y les y importa, por ellos, debe salir adelante. Y es difícil mantener una sonrisa cuando sufres Pero no es imposible.

Lágrimas de estrellas, Corazón de piedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora