Galletas de Caramelo

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(Una disculpa pero tan pronto hice el título solo pensé en esta canción 😭🤚)

La dulce voz de un pequeño niño despierta a Quackity de su sueño -Buenos Días avecilla- dice el pequeño que descansa su cabeza contra los cuernos de quien consideraba un extraño. El azabache aún dormitante se da cuenta de los pequeños cuernos que contra su cabellos yacen -¿Jschlatt..?- pregunta el mayor al reconocer la textura de las orejas frotarse en su nuca, pero para sorpresa del azabache, el castaño no estaba allí, quien lo acompaña era su hijo.

Tubbo sonreía ante la silueta de quien parecía un ángel. El pequeño corre en la habitación de su padre intentado "invocarlo" -¡¡WIIIII!!- Gritaba el pequeño eufórico ante lo bien que su mañana comenzó.

Una vez Tubbo preguntó que pasó con su mamá, ya que el la había visto en una foto y no se parecía a Layla, además de que Roscoff no era nada parecido al apellido de su madre. Jschlatt al no querer explicarle eso a su pequeño de, en ese entonces, 4 años que su madre lo abandonó en una puerta de un departamento miniatura, decidió mentir -Mamá te amaba un montón, pero cuando naciste, ella mandó a un ángel, ese ángel te cuida y ese ángel es mamá. Ese ángel es la señorita Layla- En ese entonces Layla y Jschlatt aun no eran alcohólicos ni eran adictos, en ese entonces aun eran buenos "amigos" pero sobretodo cuando Layla aún se llamaba Minx, nombre que sus abusivos padres le dieron al nacer.

De vuelta en la actualidad, Quackity se estiraba gracias a que los gritos del jóven carnero lo despertaron. -Buenos días Señor ave- Dice el más joven con una sonrisa -Hola pequeño, me imagino que eres Tubbo Schlatt- El niño sonríe y asiente, al mismo señala sus cuernitos en crecimiento -Wow ¡¿Son tus cuerno?! ¡SON ENORMES! No hay duda de que eres un chico grande- El más pequeño ríe y deja salir el exceso de emociones alegres manifestadas en movimiento.

-¡Mi papá me dijo que crecerán! ¡SERAN COMO SUS CUERNOS!- -No lo creo amiguito- Dice el ave entre risas cortas -Tu padre tiene una chispa que lo hace diferente, y tu tienes otra que te hace distinto a él, es no es malo, de hecho significa que puedes ser mejor que tu papá- Tubbo niega con la cabeza y se acurruca junto al híbrido sentado en la cabecera de la cama de su padre -Mi papito es la mejor persona del mundo ¡¡Nadie es mejor que él y no me harás pensar otra cosa!! - El pequeño carnero lucía algo enojado con Quackity, parecía ofendido por el comentario hacia su padre, el mexicano lo nota y acaricia su pelo -Bueno... tienes razón en que tu padre es muy especial- El pequeño Tubbo mira al pato con una sonrisa -Es un gran hombre, pero el no tiene a quien lo quiera- El azabache suspira -Eso no es del todo cierto...- -¿Cómo así?- pregunta el pequeño.

La puerta se abre -¡Buenos días gente!- El carnero entra por la puerta de aquella habitación solo para ver a su hijo pequeño junto a su amado, la escena le llena el corazón de alegría -¡MIRA PAPÁ! ¡Es el ángel que mamá mando!- El mayor mira a Quackity de pues a cabeza y suelta una risita ante la cara de confusión del mexicano -Así es mijo, es un ángel- El azabache se ruboriza un poco y acaricia el pelo del niño que descansa en su regazo. La imagen que Jschlatt veía solo lo hacía sentir cómodo, y por ser su día libre decide darse el privilegio de tirarse en la cama -¡¡WIIII....!!- Grita el carnero antes de acurrucarse junto a su hijo quien, ahora, estaba atrapado entre los dos adultos.

-Papá- -¿Si Tobias?- El menor se escabulle del medio de los dos -¡Up! Ya se fue tu hijo- El mayor mira la silueta de Tubbo correr por los pasillos -No... solo me traerá algo lindo, suele hacerlo mucho- Quackity sonríe -¿Tu hijo te trae regalos?- El carnero asiente -Mayormente son dibujos, cartas, esculturas o incluso buenas notas- Un castaño de ojos verdes se voltea a ver al de ojos más grandes -Debe ser maravilloso tener a Tubbo como hijo...- Una sonrisa se nota en los labios de Jschlatt, luego limpia sus ojos -Ese niño me mantiene con vida, el fue quien me hizo no renunciar a la universidad y me ayudo con mi adicción- Quackity abre los ojos -¿Eras un adicto?- pregunta el joven con mucha curiosidad -No, soy un adicto- El joven de ojos almendra se asusta un poco, pero antes de poder preguntar otra cosa llega Tubbo con una medalla.

Lágrimas de estrellas, Corazón de piedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora