3. El verano en La Reserva

1.3K 172 24
                                    

No es un secreto el amor que le tiene Arthur a su hermana menor, desde que ella nació, lo ha tenido comiendo de su mano; no importaba lo que ella pidiera o lo imposible que pareciera, él siempre estaba dispuesto a dárselo con tal de hacerla feliz.

Es por esa razón que se encontraba medio recostado en el sofá con una banda de tela sobre el cabello y una mascarilla de aguacate en la cara mientras Alexis se encargaba de pintarle las uñas de los pies como toda una profesional; el castaño comenzó a dormitar dejando que todos sus músculos entraran en un estado de relajación total hasta que el timbre se escuchó en toda la residencia sobresaltando a ambos hermanos, se estiró perezosamente y arqueo una ceja en dirección a su hermana menor, que parecía bastante divertida con la situación, entonces él recordó que debía abrir la puerta porque Alexis todavía se encontraba en una edad no apta para abrirle a desconocidos.

-Me debes una muy grande -murmuro entre dientes señalando a su hermana con el dedo índice una vez que se reincorporo -. Como un maratón completo de Star Wars en orden cronológico.

Alexis se rio encogiéndose de hombros para nada molesta con el costo. No es como si a ella no le gustara dicha saga, tampoco era un secreto el amor que comparten los hermanos por las películas, gracias a su padre, que los hizo ver cada una desde la infancia hasta que se convirtió casi en una tradición familiar; Arthur camino con cuidado de no arruinar la pintura fresca de sus uñas y el piso de madera, abrió la puerta colocando su mano derecha sobre el marco de esta.

Las comisuras de sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa cuando vio la mueca de sorpresa en el rostro de su primo Quil, quien iba acompañado de otros dos chicos ligeramente más altos que él, aunque con las mismas facciones aniñadas y redondeadas.

-Vaya, no sabía que tendríamos un espectáculo -se burló el de risos con una sonrisa risueña adueñándose de su rostro -. De saberlo habría traído la cámara.

-Es una tarde de chicas -respondió el de ojos verdes encogiéndose de hombros como si fuera la cosa más obvia en el universo -. ¿Qué pasa Quil?

El aludido mostró orgulloso las películas de terror que llevaba en la mano, sus amigos imitaron su gesto solo que mostrando frituras y refrescos.

-Me preguntaba si querías ver una película con nosotros -finalmente hablo entrando a la casa cuando Arthur se hizo a un lado de la puerta moviendo la cabeza para invitarlos a pasar -. Hemos traído de todo, no sé qué te gusta realmente así que las opciones son amplias.

Un sentimiento cálido inundo su pecho, habían pasado casi dos semanas desde que fue a casa de los Ateara y se quedó platicando con su primo. Él estaba poniendo mucho de su parte para conocer a esa parte de su familia y amar sus raíces; resultó que tenían en común el amor por la naturaleza, incluso el gusto por ponerle malvaviscos y canela extra al chocolate caliente.

-¿Quién es, Arthur? -Alexis apareció de pronto con una sonrisa tímida en el rostro y las mejillas sonrojadas cuando vio a los tres adolescentes que le devolvían el gesto -. ¡No dijiste que tendríamos visitas!

-¡No lo sabía! -refuto cruzándose de brazos -.

Creo que también quieren un facial.

Alexis pareció complacida con la idea.

-No, no queremos -respondió uno de los amigos de su primo. A simple vista parecía tímido, lo delataba la forma en que se encorvaba para no llamar tanto la atención a su persona -. Por cierto, soy Embry Call.

-Oh sí, lo olvide. Arthur estos son mis amigos, Jacob Black -señalo al otro adolescente que miraba todo lo que podía con los ojos bien abiertos -, este otro es Embry Call. Mis mejores amigos.

𝐄𝐑𝐎𝐒 ❝Bᴇʟʟᴀ Sᴡᴀɴ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora