Day O 3 - Fake Baby

357 58 12
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



(🍑🍒)

—Jungwonie, querido, ¿Estás seguro de que quieres asustar a Jay de esa manera? ¿No puedes vengarte con algo menos... aterrador? —Inquirió Heeseung, intentando disuadir a su mejor amigo de la locura que estaba por cometer.

—El año pasado, cuando Gigi me hizo entrar a aquella casa embrujada, le pregunté "dulce o truco" y se rió de mí. Si no hay dulce, truco será. —Respondió decidido, pintando aquella prueba de embarazo como positiva.

Heeseung bufó y salió de la habitación, dejando al pelirrojo solo. Aquella noche era Halloween, el momento perfecto para hacerle una broma pesada a su amado novio. Apenas acababan de ingresar a la universidad, era obvio que la noticia de un bebé escandalizaría a Jay.

Se había encargado de comunicarle al mayor hacía un par de días que no le había bajado el periodo de manera regular, lo que ya lo traía un poco asustado. Jungwon, con una sonrisa cínica en sus labios dejó la prueba de embarazo debajo de uno de sus zapatos en el clóset de su residencia, habitación que compartía con Sunwoo, su roomie y compañero de clases.

Tomó el teléfono y abrió las notificaciones, en donde pudo ver un mensaje reciente de su amado novio en el cual, muy cariñosamente, le preguntaba si ya le había llegado el periodo... Por décima vez en el día. Riendo macabramente, se tronó el cuello y escribió un descarado "no" con una carita triste al lado, para después soltar el teléfono y tomar una toalla higiénica e irse a cambiar la que traía puesta.

Si, Yang Jungwon podía ser cruel cuando se lo proponía.

Al anochecer, el muchacho se vistió con aquel bonito disfraz de pirata que había escogido Jay para él, debido a que no lo había dejado llevar el de bailarina porque según él "era demasiado revelador. Pero vamos, él no estaba para contrariar lo que el pobre muchacho ingenuo le pidiera aquel Halloween.

Terminó de maquillarse en su cama, puesto que su roomie había acaparado el baño desde hacía demasiado rato. Una vez que terminó de arreglarse, como si estuvieran conectados, en la puerta sonaron los típicos tres golpecitos que daba en ella Jongseong cada vez que venía a su residencia.

Los labios de Jungwon formaron una sonrisa inconscientemente y su corazón comenzó a latir con fuerza. Se mordió el labio, acomodó la larga falda del disfraz y fue directamente a abrirle la puerta a su amado novio, a quien saludó con un corto piquito en los labios.

—Te ves muy guapo, mi vida. —Comentó el mayor, tomando de la cintura al pelirrojo, quien sonrió ampliamente.

—Amo tu disfraz de... Maíz gigante. —Rió Jungwon, viendo cómo el muchacho lucía aquel traje que había escogido. Fue un trato; si Jay quería escoger lo que su novio se pondría, Jungwon también quería. Era parte de su venganza, así es. —Pasa, tengo que buscar mi bolso y algo que dejé en el baño.

Ambos entraron en el departamento. El más bajito fue por su pequeña mochila y se encargó de ocultar bien la prueba de embarazo falsa. Abrió la puerta del baño sin importar que Sunwoo estuviera adentro y le gritara por entrar sin tocar, para buscar un par de toallas higiénicas y esconderlas también.

—Estoy listo, vamos, maíz con patas. —Se burló, tomando del brazo a su novio y sacándolo del departamento.

No tenían nada planeado para la noche de Halloween, más que reunirse con sus amigos y ver qué hacían. Cuando estuvieron todos juntos, decidieron que irían a la feria que habían montado por Halloween. Jungwon iba sonriente y contento, esperando el momento perfecto para hacerle la broma a su novio, cuando de repente, Riki jaló de su brazo.

—Heeseung Hyung me dijo que le harás una broma a Jay. —Jungwon bufó, creyendo que su menor también le pediría que desistiera. —Grabas su reacción y me la mandas, ¿Vale?

Bueno, eso se escuchaba como algo que Riki en serio diría. Ambos se miraron, cómplices, y siguieron caminando. Pero antes de entrar a la feria, Heeseung lo apartó también.

—No creo que debas hacerlo. Sabes que Jay es muy nervioso. ¡Le puede dar un infarto! —Reprochó el moreno, colocándose las manos en la cabeza. Jungwon hizo una seña con las manos, restándole importancia.

—Deja de ser tan dramático, Hyung.

—Es que esto es una broma muy cruel, puede en serio darle algo del susto. —Se quejó, escondiendo su cara con las manos. —Te vas a ir al infierno, Yang Jungwon.

El mencionado le sacó la lengua y rodó los ojos para después irse con su novio. Pero las palabras de moreno le habían afectado. ¿Y si Jay tenía un infarto por aquello? ¿O si se desmayaba? No quería que nada malo le pasara.

En camino a la rueda de la fortuna no pudo parar de pensar en lo realmente cruel que podía llegar a ser aquella broma, así que decidió que era mejor no hacerla.

La joven pareja se subió a uno de los cubículos de la gran rueda, donde se sentaron juntos y abrazados, viendo la ciudad desde lo alto. Jungwon se levantó del asiento para ver mejor por la ventana y cuando fue a sacar su teléfono para tomar una foto de la vista, dejó caer la prueba falsa de embarazo.

—Oh, se te cayó esto, amor... —Dijo Jongseong, reclinándose para coger el pedazo de plástico y verlo con claridad. Jungwon palideció, realmente no quería hacerlo, pero terminó como un accidente.

El mayor vio la prueba, luego a él y después a la prueba, para después desmayarse en el asiento.

El pelirrojo, alarmado, empezó a darle aire con la mano, gritando que los bajaran de allí. Al estar abajo, el chico encargado del juego los ayudó a bajar, cargando como pudo a la mazorca de maíz gigante. Lo sentó en una de las mesas del pequeño restaurante al aire libre donde vendían comida con temática de Halloween, mientras el pequeño pirata caminaba de un lado a otro, espantado.

Después de unos minutos, el mayor comenzó a abrir los ojos, quejándose. Al enfocar a Jungwon, hizo amago de desvanecerse de nuevo, pero este lo evitó, sacudiéndolo con fuerza.

—¡Lo lamento, Gigi! ¡No estoy en cinta, solo era una broma! ¡Por favor no te desmayes de nuevo! —Gritó el muchacho, casi con las lágrimas corriendo por sus mejillas.

Jay, más allá que acá, logró abrir bien los ojos y entender medianamente lo que su novio le había dicho. Lo analizó unos segundos, para después cerrar los ojos y pedir al cielo que se lo llevara. Pero como eso no funcionó, utilizó la fuerza que le quedaba para levantarse y ver fijamente a Jungwon, quien seguía lloriqueando. Su expresión era seria y por un momento el menor tuvo miedo, pero después de ser cargado como un saco de papas por el más alto, se tranquilizó.

—Me las vas a pagar, pequeño bribón. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


-Anne.

Halloween Memories [ᶠˡᵘᶠᶠᵗᵒᵇᵉʳ | ʲᵃʸʷᵒⁿ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora