Capítulo 8: Héroes anónimos (parte 4)

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Carlos Alberto Alba Garrido

Raúl Almaguer Avila



Ich Báalam

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Capítulo 8

Héroes anónimos (parte 4)

29 EXT. CALLES DE LA CIUDAD. TARDE

Mientras tanto, en las calles de la ciudad, Ich sale de los escombros con el cuerpo sin vida de Paulette, por lo que de inmediato Mario vuelve a llorar de manera desconsolada ante los restos de su esposa, mientras sostiene a su bebé en sus brazos.


Mario:

(llorando)

¡Por favor, regresa Paulette! ¡Te necesitamos! ¡No nos abandones!


Los paramédicos intentan hacer a un lado al afligido esposo, para poder levantar el cuerpo; pero Mario se rehúsa a apartarse de su lado.


Mario:

(llorando)

¡No me toquen! ¡No voy a permitir que nos alejen de ella!


Al ver lo que está pasando, Utsil se acerca a él para tratar de ayudarlo.


Utsil:

De verdad lamento tu pérdida y la de tu hijo. Quisiera decirte que todo va a estar bien; pero no existen palabras de alivio que puedan remediar lo que pasó, ni que disminuyan tu dolor.


Al escuchar eso, Mario voltea a ver a Utsil.


Utsil:

Sé por lo que estás pasando, hace varios años también perdí a mi familia, y es una pena que va a estar conmigo hasta el último de mis días.


Al recordar lo ocurrido, Utsil se pone triste e intenta contener el llanto; por lo que respira hondo para poder continuar.


Utsil:

Sin embargo, lo que me brinda tranquilidad es saber que están descansando, que se encuentran en un mejor lugar, que todo el tiempo están a mi lado porque siempre los llevo en mis pensamientos y en mi corazón, y que recordarlos me dan la fuerza y el coraje para salir adelante. Pero lo más importante es que algún día volveré a reunirme con ellos en el paraíso.

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