Capítulo 10: El cetro de Kukulkán (parte 1)

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Carlos Alberto Alba Garrido

Raúl Almaguer Avila



Ich Báalam

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Capítulo 10

El cetro de Kukulkán (parte 1)

1 INT. INFRAMUNDO. DÍA

Momentos después de que el hospital se derrumba y aplasta a Ah Puch, Pakal y a los guerreros águila que los acompañan, sus cuerpos son destruidos por los cientos de toneladas de escombros, provocando que sus almas sean enviadas de regreso al inframundo. Al llegar, son recibidos por Kakasbal, quien se ha fortalecido y sanado sus heridas con la ayuda del poder de la Ira.


Kakasbal:

(sarcástico)

¿Por qué volvieron tan pronto?


Ah Puch voltea a ver a su nieto con una mirada colérica. A pesar de eso, Kakasbal continúa burlándose de ellos.


Kakasbal:

(sarcástico)

¿Se divirtieron en la Tierra?


Al escuchar eso, Ah Puch se enfurece aún más. De pronto, saca su cuchillo hecho de hueso y lo aprieta con fuerza en su mano. Al verlo, Kakasbal guarda silencio y retrocede unos cuantos pasos, en especial porque sabe perfectamente de lo que es capaz su abuelo.

Sin previo aviso, Ah Puch se lanza a gran velocidad en contra de los guerreros águila que los acompañaron y que estaban jugando a la pelota con las cabezas humanas de sus víctimas. En cuestión de segundos comienza a degollar, mutilar y destazar a cada uno de sus soldados; a unos los deja sin piernas, a otros les atraviesa el pecho, les arranca los corazones y los devora con rabia.

Las paredes de aquella parte del inframundo quedan bañadas con la sangre y las vísceras de los guerreros águila que han sido destruidos por Ah Puch. Poco a poco, comienza a respirar lentamente, con la intención de tranquilizarse. Luego, voltea a ver a Pakal.


Ah Puch:

(enojado)

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