Capítulo 4: La gran pérdida (parte 4)

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Carlos Alberto Alba Garrido

Raúl Almaguer Avila



Ich Báalam

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Capítulo 4

La gran pérdida (parte 4)

27 EXT. SELVA. NOCHE

Mientras tanto, en medio de la selva, la familia sigue atenta al relato de la abuela. Al darse cuenta de que está oscureciendo, varios familiares encienden una fogata con la intención de mitigar el frío que se empieza a sentir.


Utsil:

Abuela, ¿por qué esos seres oscuros han atormentado a la humanidad durante cientos de años?


K'uux:

¡Quería acaso no es obvio! ¡Ellos buscan perjudicar a todos los que se crucen en su camino!


La abuela suspira con fuerza.


Abuela:

Estás equivocado. Ellos lo hacen con la intención de mantener a la humanidad sumida en la oscuridad. Pero, mientras aún existan personas nobles y bondadosas en este mundo que luchen por la luz y el bienestar, la oscuridad jamás podrá arrasar el planeta. Es por eso que Ah Puch y los otros seres del Inframundo consideran a nuestra familia como una amenaza.


Después de decir esas palabras, la abuela se lleva las manos al cuello y les enseña el collar de jade con forma de quetzal que trae puesto.


Utsil:

¿Ese collar es...?


Abuela:

Así es; este es el mismo collar que hace cientos de años usó Iztaccíhuatl, al igual que muchas otras mujeres que han existido en nuestra familia. Esta joya ha pasado de generación en generación a través de las eras, hasta que llegó a manos de la pequeña Atziri y de su hermana Itzel, quien fue la abuela de mi abuela.


K'uxx:

Es muy hermoso. Un objeto así debe ser invaluable.

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