Ich Báalam es la historia de la hija de Kukulkán, el primer Báalam de la historia, que después de ver a su padre muy afectado por el asesinato de su descendencia terrenal, ella le pide permiso de bajar a la Tierra a restablecer la era de la luz. En...
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Capítulo 10
El cetro de Kukulkán (parte 2)
8 INT. DEPARTAMENTO DE UTSIL. TARDE
Mientras tanto, en la Tierra, han pasado varias horas desde que las dos jóvenes se encuentran descansando tranquilamente en el departamento de Utsil.
Al interior de la habitación, Utsil duerme cómodamente en su cama; sin embargo, se retuerce una y otra vez sobre el colchón, como si algo la estuviera alterando. Al girar, desprende el curita que se puso, revelando la pequeña herida que tiene en el cuello.
De pronto, el collar de jade con forma de quetzal que trae puesto comienza a brillar sin que ella lo note, ya que el destello que produce no le lastima los ojos. En ese instante, el rasguño que tiene Utsil en el cuello empieza a sanar de manera acelerada, hasta que está completamente curada.
Después de eso, el collar vuelve a la normalidad y deja de brillar; además de que Utsil se muestra más tranquila, permitiéndole descansar.
CORTE A
9 EXT. BOSQUE DEL BAALAM. TARDE
Por su parte, en el bosque del Baalam, Iztaccíhuatl les enseña a los nuevos reclutas a pelear con armas; al mismo tiempo que Gonzalo los entrena en el combate cuerpo a cuerpo.
Todos dan su mayor esfuerzo para aprender lo más que puedan de los dos generales, y formar parte del ejército del Baalam; en especial Paulette. Mientras que Kukulkán refuerza sus conocimientos en el arte del combate.
Gonzalo se acerca a los habitantes que están entrenando con él, para darles instrucciones.
Gonzalo:
Cuando se enfrenten a alguien, recuerden estar concentrados, no permitan que la duda los invada, y nunca se distraigan; no le quiten los ojos de su oponente, y podrán defenderse de sus ataques.
Todos están muy atentos a las indicaciones del general de los guerreros jaguares. De pronto, Gonzalo pide un voluntario, por lo que Paulette da un paso al frente.
Gonzalo:
Muy bien, me agrada tu iniciativa. Ahora, quiero que me ataques.
