Capítulo 3.

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Se llego la hora de cubrir la dichosa fiesta, dando inicio a las seis de la tarde. Estoy muy cansada, todo el día e estado de arriba abajo. Me duelen los pies, y la cabeza quiere estallarme.

Ya que he hecho una ultima entrega del alcohol voy a salir un rato al aire fresco. El cansancio sumado con tanta gente y las luces me han mariado un poco. Pasar entre tanta gente bailando es un poco difícil, me llevo uno que otro golpe y codazos por la espalda.

Cuando por fin creo ver la salida, siento como alguien se impacta en mi espalda, y por ende, me voy directo y sin escalas al piso. Solo escuche mi propio quejido y la vista se me ocurecio.

Pero mujer te la vives en el piso, ya no sabes otra cosa.

Que hija de puta eres, como si yo quisiera caerme a cada rato.

Trato de levanrate y siento que alguien se para a mi lado y me ayuda para ponerme de pie.

—¡Mierda! ¿Estás bien? ¿Te hiciste daño? Contesta—estoy demasiado aturdida, pero reconozco su voz, es Asher Miller.

—Si... estoy bien—me solte de su agarre.

—¿Segura? Estas pálida, si necesitas ir al medico yo puedo llevarte...

—No hace falta un medico, solo quiero salir a tomar aire fresco—conteste dando unos pasos. —Muchas gracias por su ayuda.

—Espera, te acompaño, no quiero que te desmayes y no haya nadie cerca para ayudarte— camino a mi lado.

—No hace falta, estoy bien y le agradezco su ayuda pero ya estoy bien...

—De eso nada—me interrumpio e indico que siguiera.

No proteste, solo camine rápido hacia el establo, había un banco y me sente, claro Miller hizo lo mismo.

—Ya estoy bien, regrese a la fiesta señor Miller—le dije, la verdad quería estar sola, pensar como carajos le iba hacer para irme a casa, ya era hora de salida y ya no habría un bus.

—Oye no me llames señor, me haces sentir como si fuera un anciano de ochenta años, y aún soy muy joven, tengo veintidos años—me sonrio, pude ver como se marcaron unos hoyuelos en sus mejillas.

Wow, sus ojos se miraban más verdes con la luz de la luna, su cabello se miraba debun rubio oscuro.

—¿Te sientes mejor?— me pregunto.

Asenti con la cabeza, porque me puse nerviosa que me mirara de cerca. Pero al observar mi gesto miro hacía el cielo. Se formo un silencio.

—Que hermoso es el cielo cuando las estrellas pueden verse ¿No te parece?—rompio el silencio.

—Sí, se ve muy bonito adornado de todas ellas—imite lo que hacía.

Pues para mí, está mucho mejor la vista que tienes a menos de un metro tuyo. A ver mija, tienes un hombre de uno ochenta a tu lado, ojo verde, bien musculoso, con labios carnosos, nariz perfecta, se ve que Dios le dio buena arma ¿Y a ti se te ocurre ver el cielo? Que poco hormonal eres. Ese cuerpo necesita que le den y no consejos.

Me sonroje a causa de eso.

—Te he visto por aquí en el club hace un año, pero no habías tenido la oportunidad de hablar.—Fijo sus ojos verdes en mí. —Por cierto, perdón por lo del otro día, Kira en ocaciones en muy pesada.

—No debería disculparse, no ha sido usted, Además fue un accidente. Y lo otro, sí, ya casi tengo un año aquí.

—Por favor, los dos sabemos que lo hizo con malicia, por eso me disculpo por ella. Y en serio te pido que no me llames señor, puedes decirme Asher—me miro de nuevo.

—No, usted es mi superior y no debo tener esa conducta, si de por si ya e roto todas las reglas en esta noche, no quiero ni imaginar que me dirían—conteste sosteniendole la mirada, o eso intentaba.

—No, mi padre es tu superior, yo no.

—Igual no puedo—me puse de pie para irme.

—¿Tienes como volver a casa?—pregunto caminando a mi paso.

—Sí—mentí, obviamente no había bus, los ultimos se habían ido hace como diez minutos.

—En serio si lo requieres puedo llevarte, no tengo problema con ser tu Uber de comfianza.—Sonrio algo nervioso.

No haría eso, no si quiero conservar mi trabajo. Pero no tengo como volver, si en bus es una hora, caminando sería toda la noche.

—Oye, si te preocupa lo que digan o eso, mira deja de preocuparte, no hay problema. No quiero que pienses que soy un acosador o algo así, solo quiero ayudar. Sé que el Último camión se fue.—se paro delante de mi.

—No es solo lo que piensen, pero usted viene con su novia, no quiero que vaya a tener un lio por esto.

—Deja de preocuparte por eso, Kira en estos momentos de quien menos se acuerda es de mi.

Me sonrio y asenti. Quiero llegar a casa para dormir. Camine hasta los casilleors donde guardo mis pertenencias. De ahí camine al parking,
Miller estaba recargado en su Aston Martin color negro.

Llegue a su lado y me abrio la luerta del copiloto para que entrará. Subio él y puso en marcha el auto. Olia a él, ese perfume de citricos, pero muy varonil. La caledacción me hizo entrar en calor. Le di la dirección de mi casa y nos dirijimos para allá.

Durante el camino no hable mucho, me dedique a escuchar la música que aonaba en el radio. Miller tarariaba de vez en cuando algunas estrofas.

Cuando llegamos aparco frente a mi casa. Desabroche mi cinturon y abri la puerta. La cerre y me asome por la ventanilla.

—Gracias por traerme. Desncanse.

—No hay de que Aitana, fue un placer—sonrio de nuevo.

Me di la vuelta y entre a casa, alcanse a oir cuando arranco el auto.


















Un capítulo más.
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Sé que hay cosas por pulir pero tengan paciencia.

Con cariño AleR!!!

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