Te Cuento Una Historia p2 RuoRen

304 50 1
                                    

La semana pasó rápido ya era lunes de nuevo y Lan Qiren se sentía aliviado, estar con ese tipo era agotador. Su voz era hermosa, pero cuando la escuchabas demaciado era irritante.

- Por fin tendré paz - recargo la frente en la portada de su libro y recostó el cuello y pecho en la mesa de madera donde se encontraba estudiando.

- Eso luce cómodo. ¿Puedo? - esa voz que ahora Lan Qiren escuchaba hasta en sus pesadillas sonó a lado de su cabeza y él se levantó de repente.

- ¿Qué haces aquí?

- Vine a comer contigo, pero parece que no tienes comida, ¿Quieres que te traiga algo?

- Creí haberte dicho que no te quería cerca después de que terminara la semana de capacitación.

- Y yo creí haberte dicho que me caiste bien y que no me voy a alejar de tí. - sonrió y se sentó.

Lan Qiren se levantó y comenzó a recoger sus libros, los guardo y se fué, rápidamente otro cuerpo se situó a su lado.

- Esa mesa era incómoda, mejor busquemos otra - sonrió.

Qiren no respondió y solo aceleró el paso, pero sin correr y Ruohan lo siguió. A final se rindió y se sentó a comer con otro frente a él y así fue el resto de la semana y el mes.

Ya hace tres meses que Ruohan llegó y desde entonces no se separó de Qiren las frases: "Hola Qiren", "Qiren Ge Ge", "Ren Ren", "Lan Qiren", "Lan Ge Ge", "Ren Ge Ge", "Ren Ren Ge", ya se habían quedado taladradas en el cerebro de Lan Qiren.

Era viernes y Qiren estaba listo para irse a casa, ya estaba en el estacionamiento cuando alguien lo tomo del brazo.

- Ren Ren, ¿Quieres ir al parque?

- No. - espero que después de su respuesta lo soltara pero no fue así.

- Anda Ren Ren, solo un rato. ¿Sí?

- No y por favor suéltame.

- Si te sigues negando tendré que llevarte en mi hombro.

- No te atreverías.

Ruahan lo tomo de la cintura y lo levanto, Qiren era alto, pero aún así Ruohan tenía unos centímetros más que él y un cuerpo más trabajado, por lo tanto tenía más fuerza y no fue problema para él levantarlo.

- bájame, estás loco - comenzó a patalear y golpear con los puños su espalda.

- si no dejas de patalear te daré una nalgadita. ¿Ok?

- cállate y bájame o... - un golpecito en el trasero lo hizo callar.

- El siguiente será más fuerte.

- Puedo caminar - dijo resignado.

- ¿Y como se que no vas a escapar?

- Iremos en mi auto, ¿contento?

- Bien - sin inmutarse lo bajó de vuelta a suelo - Vamos.

Y así subieron al auto y se fueron. El camino fue largo para Qiren, los veinte minutos más largos de su vida, pero para Ruohan fue demaciado corto.

Ya en el parque Wen Ruohan lo guío a una heladería en el centro del parque. Lan Qiren nunca había estado en ese parque, a él no le gustaba "perder el tiempo" ese tiempo que perdería en el parque, o el cine, o en cualquier otro lugar lo podía aprovechar estudiando. Sí veía películas, pero lo hacía desde su casa, sí salía al parque, pero solo en las mañanas o noches para caminar. Ahora aquí estaba sentado en un banco alto con una mesa redonda pequeña e igualmente alta frente al tipo que le había robado la paz los últimos tres meses y también estaba robando su rutina.

- ¿Ya decidiste qué pedir?

- No sé.

- Te recomiendo el de mantequilla o el de Yogurt natural, son cremosos y ligeros, aunque claro no debes pedirlos si no quieres.

- ¿Que vas a pedir tú?

- Mantequilla, es mi favorito.

- ¿Listos para ordenar? - dijo una chica muy bella en patines y un atuendo de mesera  retro de los 50s.

- Sí, yo quiero una copa grande de mantequilla y chocolate con chocolate derretido, coco tostado, chispas de chocolate y cerezas.

- ¿Galletas?

- Sí

- ¿Chocolate o café?

- Chocolate.

Lan Qiren se quedó con la boca abierta, encerio este hombre es un adicto al chocolate.

- ¿Y usted? - la mesera se dirigió a Qiren ésta vez.

- Yo quiero una copa chica de...

- Alto, alto, ¿Chica? No, una copa grande por favor. - declaró Ruohan.

- No suelo comer mucho helado, así que chica, por favor.

- Grande. - insistió.

- Chica.

- ¿Eres alérgico?

- No, pero no como mucho.

- Bien, entonces mediana, yo te ayudo a terminarla. - propuso.

- Bien. - se rindió Qiren y volteo con la mesera que había presenciado su discusión - Una copa mediana de vainilla y yogurt natural, con salsa de cereza y nuez picada, por favor.

- ¿Galletas?

- Sí, de café por favor.

- Bien, en un momento vienen - y con una sonrisa se marchó.

Qiren quería irse lo antes posible, pero después de que sus helados llegarán Ruohan comenzó a conversar con él y para su sorpresa tenían muchos temas de los cuales conversar, tenían mucho en común y la tarde se les fue rápido caminando por el parque o sentados en el pasto a la sombra de un árbol, entre preguntas, respuestas y bromas.

Esa noche Qiren llegó con un buen ánimo a su casa, su padre no está en casa pasaría el fin de semana con unos amigos en Yunmeng y la señora Shu tenía los fines de semana libres así que estaba solo, no tendría que preocuparse por un regaño por llegar tan tarde.

Por otro lado Ruohan estaba tan feliz que sentía que ésta se desbordaría de él, sentía que estaba empezando a ganarse el corazón de ese bello ángel que no podía sacar de su mente.




























Solo diré una palabra: “Problemas”









- NephilimCipriano 🌷

💋BESO💋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora