DÍA 1: PARA SIEMPRE

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Pareja: ChenMin

Edades: JongDae – 28 Minseok - 21

Hacía apenas un par de meses que Minseok había firmado el contrato con Jongdae pero el collar que llevaba en su hermoso cuello, el día de hoy cambiaría, cómo cambiaría su vida para mejor, desde que se conocieron sabían que habían sido hechos el uno para el otro, pero deseaban hacer las cosas bien, no querían cometer un error y lastimar al otro, por lo que les había tomado tanto tiempo llegar a ese punto.

Minseok estaba parado frente al gran espejo de su cuarto, observando fijamente su reflejo, llevaba un atuendo muy sencillo un gran suéter blanco que dejaba su cuello y parte de sus clavículas descubiertas, llegaba arriba de sus rodillas y por debajo un shortcito del mismo color, adornando uno de sus muslos un hermoso cinturón con un corazón en medio y unas hermosas tobilleras blancas llenas de holanes.

Sus pequeños dedos, tan blancos como la porcelana acariciaban el collar que llevaba puesto, era de encaje negro, con una cinta morada, mientras lo acariciaba su mente viajo a todo lo que atrás quedaba, pensando que había tenido tanta suerte de haber caído en manos de Jongdae, pues la vida no había sido muy buena con él hasta el momento, pero ahora parecía pagarle todo lo que le había quedado a deber.

- Cariño, ¿qué haces? – una profunda voz se escuchó desde la puerta arrancando a Minseok de sus pensamientos y haciendo que una gran sonrisa apareciera en sus labios.

- ¡Papi! – grito tan feliz de ver al mayor ahí, parpadeando un par de veces después al recordar algo – Pero Papi, ¿no se supone que nana era la que vendría por mí? – dijo con las manitas en jarras pero sin quitar su gran sonrisa, sabía que su Papi, no iba a poder esperar tranquilo por el en la sala donde todos esperaban.

- Creí que era mejor que yo viniera por mi pequeño príncipe – dijo Jongdae encogiéndose de hombros y restándole importancia, las cosas las haría a su manera como siempre, los puristas podían decir misa si querían – Vamos que todos están esperando – estiró su mano la cual de inmediato fue llenada por la pequeña de Minseok.

Juntos bajaron hasta la sala donde solo había unos cuantos invitados, solo los más cercanos a la pareja, cuando estuvieron en sus posiciones la ceremonia inicio, fue sencilla pero llena de sentimientos, Jongdae juró proteger y amar a su hermoso bebe, Jongdae retiró el collar que traía su pequeño y a cambio colocó un hermoso collar de encaje y listón azul con un par de cadenitas colgando, en medio un hermoso dije de mariposa y cerrado por la parte de atrás una pequeña cerradura. Minseok con los ojitos llenos de lágrimas de alegría había colocado la cadena con la llave en el cuello de su Papi mientras prometía entregarse en cuerpo y alma a su Papi entregándole toda su confianza.

Luego de las felicitaciones todos los invitados se fueron dejando a la pareja sola para poder festejar en privado, Minseok estaba tan feliz que parecía que rebotaba por todos lados y Jongdae aun que se mantenía relajado también estaba más que feliz, porque había encontrado a esa persona que lo complementaba en todos los sentidos.

Cuando todos se hubieran ido, Minseok se arrojó a los brazos de Jongdae, ya no tenía que comportarse como un niño grande, por lo que en cuestión de segundos Jongdae tenía los brazos llenos de su hermoso bebé mientras esté picoteaba sus labios con tiernos besitos de mariposa tronadores haciendo reír al mayor que aceptaba todos los besos con mucho gusto.

- Te amo mucho Papi – la sonrisa en los labios de Minseok no podía ser más deslumbrante y sus ojos llenos de amor y sinceridad solo hacían sentir un delicioso calor en el pecho de Jongdae.

- Yo también te amo cariño – jamás había sentido aquel sentimiento, hasta había llegado un momento en que jamás creyó sentirlo pues por más que buscaba no había encontrado quien le hiciera sentir eso, pero lo había encontrado en ese hermoso muchacho que con su dulzura había llenado cada espacio de su vida que parecía tan vacía y ahora era suyo y por nada del mundo lo dejaría.

Con su preciada carga en sus brazos caminó hasta su cuarto donde deposito con todo cuidado a su hermoso niño en la enorme cama que tenía para poder admirarlo por un momento antes de comenzar a llenar su hermoso cuerpo de besos haciendo estremecer al contrario.

- Ahora eres mío por completo para siempre – decía sin dejar de esparcir besos por cada centímetro de piel que dejaba al descubierto.

- Tuyo, solamente tuyo Papi, para siempre – la suave voz de Minseok se escuchaba entre jadeos sintiendo las caricias y besos por todo su cuerpo.

No era la primera vez que se entregaba a su Papi, pero si fue la más especial, porque desde esa noche y para siempre ahora sería solo suyo, en cuerpo y alma, porque sabía que Jongdae jamás lo dañaría de ninguna manera y lo amaría tanto como él lo hacía.

Definitivamente la vida le había pagado todo lo que en el pasado le había quedado a deber y ahora solo tenía que disfrutar de su felicidad con ese para siempre que siempre había soñado.

KINKTOBER By Alex Zaa (EXO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora