DÍA 31: TERAPIA

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Pareja: ChenMin

Edades: JongDae – 37 MinSeok – 30

JongDae tenía casado casi diez años, su vida no era tan mala, tenía un buen trabajo, una casa en un buen barrio, una cuenta en el banco suficientemente jugosa para vivir tranquilo cuando se jubilara y un adorable perro que lo recibía cada día con mucha felicidad, pero su vida marital ya no era lo de antes, tenía más de tres años que esta se había ido por la borda y tal vez esta era la última oportunidad para ambos, pues si con ayuda profesional no lograban salvar su matrimonio, entonces no lo harían, por lo que concertaron una cita con un buen terapeuta que les habían recomendado unos amigos en común, el mejor en todo Corea, habían dicho por lo que ese día irían para que los orientara y tomar una decisión.

Al llegar al consultorio esperaron a que saliera la pareja que estaba en consulta, no fue demasiado tiempo pues unos diez minutos después salió una pareja sonriente y tomados de la mano, JongDae y su esposa entraron tras un "Adelante" que provino del interior.

Cuando entraron JongDae se quedó sorprendido por el joven que estaba sentado en un sillón individual, no debía tener más de veinte años, de cabello negro como la noche, piel blanca como el alabastro y cuando levanto la vista un par de ojos gatunos del color del chocolate lo hipnotizaron por completo.

No fue hasta que su esposa le dio un codazo que salió del trance y tomo asiento junto a la molesta mujer, si el doctor había dicho algo se lo había perdido.

- Buenas tardes, soy el Dr. Kim y voy a ser su terapeuta de parejas – se presentó con una hermosa sonrisa.

-Doctor, pensé que sería un poco mayor – dijo la mujer a lo que MinSeok soltó una risa divertida – Disculpe no quise ser grosera – se disculpo

- No se preocupe, muchos me lo dicen, pero tengo 30 años, por lo que tengo la experiencia necesaria para ayudarlos, así que no se preocupe.

La terapia fue entre preguntas, unas incomodas y otras no tanto, pero sobre todo había reclamos de parte de la mujer, la mayoría se podían decir que no tenían tanta importancia y los demás en realidad tenían solución, pero no se veía cooperación de su parte, mientras que JongDae casi no hablo, más bien parecía que estaba en un trance donde su vista se había vuelto de túnel y solo podía ver al doctor frente a ellos.

Al final el Dr. Kim dijo que debían ir cada semana una hora por lo menos, pero que si necesitaban algún consejo podían llamar y hacer una cita.

La pareja se fue y su vida siguió sin ningún cambio o tal vez si lo había habido, pues JongDae no podía quitarse de la mente la imagen del hermoso doctor, se preguntó muchas veces el por qué, si él era heterosexual, jamás le había gustado ningún hombre, por muy atractivo que este fuera, comenzó a tener sueños recurrentes donde el doctor era el protagonista en cada uno de ellos, llego el punto donde JongDae se sintió tan agobiado que llamo al consultorio del terapeuta y pidió una cita un día antes de su próxima consulta de pareja.

Cuando entro en el consultorio cerró la puerta inmediatamente colocando el seguro sin que nadie se diera cuenta y fue recibido por el Dr. Kim el cual se acercó para estrechar su mano, pero JongDae lo tomo de la solapa de la bata acercándolo a él y sin dejar que el doctor reaccionara estrello sus labios contra los del terapeuta comenzándolo a besar, por un momento los labios contrarios se quedaron estáticos, pero un momento después correspondían al beso el cual no tenía nada de romántico, era completamente desordenado y carnal.

Momentos después JongDae se despegó de los labios contrarios buscando un poco de aire, su semblante se veía completamente perdido – Pensé que si hacia eso entraría en razón y lo sacaría de mi sistema - dijo observando al doctor que lo veía entre divertido y coqueto.

- Tal vez necesitas más para poderme sacar de tu sistema – respondió en un tono sugerente con una sonrisa pícara en los labios para por un momento separarse y levantar el comunicador de su escritorio dando órdenes a su secretaria que cancelara todas sus citas y que se podía retirar.

JongDae veía confundido al menor, el cual luego de colgar se quitó la bata dejándola en el perchero, después su corbata fue dejada a un lado y los botones de su camisa azul dejando ver un poco de piel a su paso, JongDae no perdió ningún detalle, afuera se escuchó un poco de ruido pero de pronto todo quedo en silencio, aquella pequeña distracción fue suficiente para que cuando volviera a voltear hacia el escritorio se diera cuenta que estaba casi libre.

- Vamos a sacarme de su sistema señor Kim o ¿es que teme lo que pueda pasar? – la voz del doctor era un tanto burlona lo cual no le agradó mucho a JongDae y sin dejar que dijera nada el menor lo tomo por la nuca volviendo a besarlo de manera demandante mientras una de sus manos fue hasta el trasero del doctor estrujándolo y replegándolo cada vez más.

El beso fue demandante lleno de pasión y deseo, el mayor invadió la cavidad ajena hurgando con su lengua cada recoveco y mordiendo con saña los carnosos labios que ya estaban bastante hinchados, pronto los besos no fueron suficientes por lo que en un rápido movimiento volteo al doctor para inclinarlo sobre el escritorio sin nada de cuidado estampándolo prácticamente.

Cuando bajo los pantalones del doctor se quedó sorprendido por un momento pues llevaba unas finas pantaletas de encaje negro las cuales increíblemente lucían demasiado bien, mientras mantenía una mano en la espalda contraria para mantenerlo ahí, la otra acaricio el trasero del menor deleitándose con la sensación haciendo sonreír al menor por aquello, como si esperara esa reacción.

- Si vas a entrar vas a necesitar esto – dijo el doctor mostrándole una botella de lubricante la cual JongDae no supo de donde saco, pero no le importaba tomo un poco vertiéndola en sus dedos y solo hizo un poco a un lado la prenda de encaje, pues no pensaba quitársela, cuando vio la fruncida entrada sin ceremonia introdujo un dedo hasta la tercera falange haciendo que el menor se estremeciera, la preparación fue algo presurosa y casi superficial.

JongDae entonces bajo el cierre de su pantalón solo para liberar su erección y llenarla con lubricante antes de alinearse a el mismo en la entrada del menor el cual tenía sus manos hacia atrás abriendo su trasero dejando expuesta su entrada lo cual le dio a JongDae una imagen deliciosamente pecaminosa, roso un par de veces su punta contra la fruncida entrada del menor solo disfrutando de la sensación y luego sin miramientos entro de una sola estocada haciendo gemir al doctor, había entrado relativamente fácil, a pesar de la precaria preparación.

MinSeok casi se corrió cuando aquella deliciosa quemazón le atravesó pues era de los que disfrutaba de un poco de dolor en el sexo.

Luego de haber tocado hasta el fondo sin esperar nada más, JongDae comenzó un rápido vaivén entrando y saliendo mientras su mirada iba a donde se unían viendo como su polla desaparecía por completo en aquel agujero deleitándose por la vista que le estaban dando esas pantaletas femeninas.

- Más... más rápido – la voz de MinSeok lo incito a tal grado que sus empujes se hicieron más rápidos y fuertes entrando hasta el fondo casi hasta las bolas.

Aquello era frenético y por instinto el despacho estaba lleno de gemidos y jadeos, de choques de piel con piel, era solo sexo sucio y rápido, pues ninguno de los dos duro demasiado, MinSeok llego con un largo gemido derramándose sobre el piso manchando el escritorio y JongDae le siguió soltando un gemido ronco que más bien parecía un gruñido.

Cuando se calmaron un poco, JongDae salió del menor y se acomodó a él mismo dejándose caer sobre el sillón individual quedando un momento callado, antes de comenzar a reír como loco – Creo que estoy jodido, en lugar de sacarlo de mi sistema fue lo contrario –

MinSeok que se había levantado y quitado el resto de la ropa dejando solo las bragas de encaje sonrió victorioso y camino hasta el mayor para luego sentarse a horcajadas sobre el – Entonces tal vez deberíamos de intentarlo de nuevo y de nuevo, ¿No lo crees? – dijo mientras comenzaba a besar la mandíbula dando pequeñas mordidas para después bajar por el cuello del menor y succionar su prominente manzana de adán, haciéndolo estremecer.

-Si es la mejor idea que he escuchado – respondió para atrapar los labios del menor devorándolos de nuevo mientras sus manos sujetaban con fuerza sus caderas comenzando a frotarlo contra él.

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⏰ Última actualización: Nov 01, 2022 ⏰

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