DÍA 2: SEÑOR

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Pareja: KrisMin

                                                                       Edades: Kris – 33 Minseok – 21

La oscuridad es lo único que podía ver a su alrededor, pero ya no le asustaba, ahora solo la anticipación es la que lo invadía, su respiración era calmada, aunque su corazón latía demasiado aprisa, sus manos estaban atadas juntas en la cabecera de la cama, sus ojos estaban vendados, sus piernas atadas a cada lado de la cama y un almohadón bajo su cadera dejándolo completamente expuesto, algo que tal vez en otro momento de su vida le hubiera hecho sentir vulnerable, pero no ahora, no bajo la atenta mirada de su señor, ahora se sentía deseado y amado.

Sus rosados labios se encontraban un poco entreabiertos dejando salir suavemente el aire que entraba a sus pulmones despacio, la espera sólo hacia aquello aún más intenso, sabía que su señor estaba sentado en el sillón frente a la cama observándolo, saboreandolo aun antes de probarlo siquiera.

- Señor – la suave voz de MinSeok se escuchó por el cuarto sonando casi una súplica

El cuero del sillón crujió y el cuerpo de MinSeok tembló con anticipación, momentos después su respiración por un momento se congeló cuando sintió las suaves cerdas de piel de la fusta que lo recorrían despacio desde la cadera subiendo poco a poco hasta llegar a su pecho, pero como un buen chico aguanto las ganas que tenía de arquearse para poder sentir más aquel roce que le estaba volviendo loco, pero su recompensa llegó pronto con un golpe de aquellas cerdas sobre su pecho haciendo que sus pezones ya erectos cosquillearan ante la estimulación, arrancándole un fuerte gemido.

- Muy bien precioso, puedes hacer todo el ruido que quieras, pero no te muevas ni un centímetro – la grave voz de su señor con aquella felicitación solo le hizo sentir muy feliz.

Otro golpe en su pecho llegó como premio por su buen comportamiento volviendo a arrancar de sus labios otro sonido tan erótico, la fusta bajo de nuevo haciendo círculos sobre su ombligo y cuando rozo su entrepierna estuvo a punto de moverse, pues aquello casi le hace terminar, por lo que solo apretó los dientes.

-Señor... por favor – sus palabras eran suaves, una súplica para que sus necesidades fueran atendidas.

Una cremallera se escuchó en aquel silencio que por un momento se había hecho presente logrando que el corazón de MinSeok se acelerara un poco más mientras sentía como la cama se hundía un poco bajo el peso contrario.

-Que es lo que quieres- preguntó Yifan con voz profunda mientras rozaba su glande con la rosada entrada de Min esparciendo el presemen que goteaba copiosamente y dando leves estocadas solo provocando un poco más

-Señor... por favor... - sus palabras salían entrecortadas, mientras su cuerpo temblaba – A usted – dijo con un suave suspiro sintiendo aquellas suaves estocadas que solo le estaban volviendo loco.

Soltando un sonido de satisfacción Yifan entro de una sola estocada en el precioso chico arrancando de él un grito, cuando un agudo ardor lo atravesó, Yifan sin dejar que se acostumbrara a su tamaño comenzó a moverse saliendo por completo y entrando con fuerza de nuevo arrancando rápidamente gemidos descarados que escapaban de los suaves labios de MinSeok.

Las manos de Yifan estaban ancladas en las blancas caderas de MinSeok, sabiendo que dejaría sus dedos impresos en la piel por días, lo cual le satisfacía completamente a ambos, la cremallera arañaba la tierna carne del hermoso joven en cada estocada lo cual excitaba a un más a MinSeok pues sabía que su señor estaba completamente vestido aun cuando él estaba totalmente desnudo y expuesto.

En aquel cuarto solo se escuchaban los gemidos de MinSeok los cuales escapaban sin ningún pudor deleitando los oídos de su señor, el cual maltrataba su punto sensible con cada estocada de manera certera haciendo que se sintiera al borde, casi a punto de estallar, pero sabía que no podía hacerlo si su señor no se lo permitía.

-Señor... - su voz suplicaba entre gemidos mientras su entrada se apretaba con fuerza con cada estocada.

-Aun no – la voz de Yifan era una orden dada a través de los dientes apretados haciendo que sonara más como un gruñido pues él también estaba al borde, pero quería alargar ese momento un poco más deleitándose con el gran placer que sentía además de la hermosa vista que le ofrecía MinSeok, completamente entregado y extasiado – Ahora precioso córrete para mí – fueron las palabras que salieron casi como un gruñido y que MinSeok solo necesito para correrse, sin necesidad siquiera de haber tocado su propio miembro, un grito salió de su garganta e hilos blancos adornaron su estómago al mismo tiempo que era llenado por completo por la esencia de su señor.

La sensación como siempre había sido abrumadora llevándolo a un sitio donde solo flotaba hasta que las firmes manos de su señor soltaban sus extremidades para después envolverle en un cálido abrazo mientras lo mecía y lo calmaba limpiando con cuidado las lágrimas que escapaban sin su permiso, las palabras llenas de amor y las suaves caricias eran lo que le traían de vuelta siempre mientras se acurrucaba en los brazos de su señor, el lugar más seguro del mundo, estando en ellos sabía que estaba en casa y a salvo

El instinto de Yifan de cuidar y proteger siempre salía a flote cuando estaba con MinSeok, por lo que siempre cuidaba correctamente de el sobre todo luego de una escena pues sabía que era tan sensible y confiaba tanto que se entregaba por completo a tal grado que siempre entraba al subespacio por lo que siempre necesitaba cuidados y el siempre estaría ahí para darle todo lo que necesitara.

KINKTOBER By Alex Zaa (EXO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora