DUELES TAN BIEN * MIN YOONGI X T/N

Capítulo 3.

Últimamente me sentía más cercana a Yoongi ya que constantemente me metía en su estudio a escuchar su magia. En ese preciso momento estábamos tan cerca uno del otro y aunque tal vez no tuviera mis sentimientos claros, lo quería, quería a Min Yoongi, pero dolía quererlo dolía de verdad, y duele tan bien, que no sé qué hacer.

Justamente en ese momento sentía que era feliz, pero lamentablemente era una felicidad pasajera, porque sabía que él estaba en una relación, una muy tóxica, a decir verdad, pero cuando amas haces hasta lo imposible por estar hasta el final con esa persona y supongo que él la ama, y eso está bien...

Estar con él se sentía muy bien, cuando me dirigía la palabra o con una simple mirada, yo sentía que llenaba mi alma vacía, que tenía sed, sed de amar y de sentirme amada.

Pero tristemente tenía que volver a la realidad, una realidad dónde solo hablábamos con tanta pasión sobre la música y las tantas cosas que teníamos en común, me encantaba la sonrisa que tenía en este preciso momento dónde me penetraba con su mirada y me hacía sentir viva con un simple cruce, esperando mi reacción momentánea a la maravillosa letra que leía, Min Yoongi era un genio de la música. De verdad se hacía notar con sus letras, con sus sonidos, era maravilloso, era un placer para mi escuchar y ver todo lo que hacía que de verdad era hermoso.

-Es maravilloso- digo y él sonríe, esa sonrisa que hace que los vellos en mi piel se ericen, mientras mi estómago se revuelve ante la tierna imagen de esa persona que con cualquier acción me hacía sentir especial.

-Me gusta escuchar eso, me animas a seguir haciendo lo que amo-dijo y sentí que tenía que pellizcarme, creía que era un sueño, él era un sueño.

-Eres muy talentoso- dije sacándole un pequeño sonrojo.

-Tú también tienes lo tuyo, el otro día te vi con Hoseok, estabas bailando con Isabella, lo haces realmente bien-

-QUE? Ay que penaaa- dije ocultando mi cara con mis manos.

Mientras me tapaba la cara con las manos y me reía, el corrió las manos de mi cara y me sonrió, quería reír de mi graciosa cara que parecía un tomate, nos reíamos y me sentía muy bien, él era mi medicina, mi vitamina, con el me sentía como si estuviera volando. Pero como siempre su celular sonó apareciendo la foto de Suran.

-Lo siento tengo que contestar- dijo y yo negué.

-Tengo que ir con Sofía, estoy segura que está haciendo locuras-dije riéndome.

El asintió y Salí de su estudio sintiéndome otra vez vacía, sin gracia y sin brillo como siempre, fui dónde mis amigas que estaban esperándome para almorzar, pero les expliqué que no podía porque tenía la cita de control con mi psicóloga.

Iba caminando, la verdad me gustaba caminar, sentía que era libre por fin, toda la vida me sentí atrapada en una casa que era como mi cárcel, dónde no encajaba y no era lo que mis papás querían, por su culpa sufrí de Bulimia, todavía me dan náuseas cuando tengo que comer.

Poco a poco fui llegando, saludé a la recepcionista y entré al consultorio, me había acostumbrado, todo aquí era tan tranquilo y todos se trataban bien entre sí, era agradable.

-¿Qué ha pasado últimamente? -preguntó cuando me senté.

-Bien, todo bien, pero, hace un mes conocí un chico...

Como dicen por ahí le conté el chisme completo a la Dra. Kim ella es comprensiva. Le conté de Suran y como me sentía culpable por sentir algo por él. Durante este mes intenté hacer la racionalización de esta situación, pero por alguna razón no podía, era imposible, como podría racionalizar el que me duela ver al chico que me interesa con una chica que no lo aprecia.