Xander Knox
Levanto la mirada hacia el espejo, tengo la cara roja y mojada de tanto golpeármela. Debo olvidarla, debo sacarla de mi cabeza, debo pensar que está muerta. No puedo querer cosas que no debo ni puedo tener.
Ladeo la cabeza sosteniendo mi botella de agua y me apresuro a secarme la cara para salir del baño. Suelto una bocanada de aire bajando la mirada a mi móvil, la música de la fiesta esta tan alta que no alcanzo a escuchar los audios de voz que me envía papá.
Salgo hacia el jardín para poder oír lo que me han enviado. Una fotografía hace que mi móvil suene y me relajo apreciando la captura. No puedo ingresar, tan solo ver fotos.
Devuelvo mi móvil a mi bolsillo antes de devolverme a la fiesta. Un grupo de chicas se me queda viendo, pero voy al bar a pedir una soda. La chica tras la mesa me lo trae en pocos minutos apoyándose en la barra.
—¿Qué no eres el heredero Knox? —sonríe con su dedo deslizándose cerca de mi brazo.
—No. Soy invitado.
—Aquí no viene cualquiera, ¿a qué familia perteneces?
—Trabajo para Draven Krecic.
—Oh —musita apoyando sus manos bajo su barbilla —, ¿y qué tipo de trabajo haces?
—Limpio el parabrisas de su coche.
Hace una mueca y se gira a atender a otras personas, suelto una risita aguardando a que la chica regrese a hablarme, pero me evade para todo excepto cuando le pido otra soda. Draven me ve desde la distancia, ladeando la cabeza y se acerca.
—¿Por qué siempre haces esto? —susurra viéndome a los ojos.
—¿El que? no hago nada, ¿tu dónde estabas? Te has desaparecido por una hora.
—Hablaba con unos amigos.
—Si...amigos que te chupan el cuello y te dejan labial rojo en la cara.
Da un respingo, pero no se limpia, sonrío. Veo a Asher hablando con sus amigos de las carreras, Striker está discutiendo con Ash hasta que ella lo empuja y él la jala de la cintura. Suelto una risita al verla entrar en pánico, sale furiosa de ahí y Striker hace una mueca, divertida.
—¿Dónde esta Bella? —pregunto a Draven.
—¿Qué la vas a preguntar? Sabes que Rev no sabe nada, Unne ya no esta tan enojada contigo, pero dice que deberías intentar hablar con Rev sin discutir.
—Claro...
Miro a Rev que está bailando con Kyla en una esquina, ambas se ríen y durante un momento pienso que vendrá a mí, como cuando teníamos dieciocho, como hace cuatro años. Pienso que va a correr a contarme las tonterías que han hablado, que va a sacarme a bailar, que me llevará a casa para pedirme un bebé.
Pero eso no pasa, ella solo me mira y voltea.
Bajo la mirada hasta que pego un soplido porque me han pisado el pie. Empujo a la chica, pero esta se gira, avergonzada. Una rubia de ojos claros, sonríe paralizada. Bastante bonita y con un tatuaje del pez koi en todo el cuello, de tinta luminiscente.
—¿Estás bien? —cuestiona, enrojecida —. ¿Te he mojado?
Niego bajando la mirada, Draven se ahoga con su risa.
—Bueno, solo ha sido un vaso...uh ¿Cómo te llamas?
—Es mi empleado —habla Draven, pero le doy un golpe y se ríe.
—Xander Knox, este de aquí es Draven...
—Krecic, el dueño de la fiesta, claro —asiente sonriéndole y luego me mira —. Yo soy Chez. Chez McGraw, de los McGraw, dueños de los estadios Mcgraw, seguro conoces a mi padre.
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Odio ficticio
Aléatoire"El odio es un sentimiento difícil de controlar. Inicia algo. Acaba algo. Pero como tal, antes de odiar e incluso después, existe: la ficción". Amar a alguien ficticiamente suena tentador, en especial si la historia ya ha comenzado. Durante un juici...