Nota autora:
Para aclarar un poquito lo de las "partes" de los capítulos. Pasa que mientras estoy actualizando, estoy editando, entonces, tengo un desbalance de capítulos, quiere decir que en esta nueva versión algunos capítulos han sido recortados, eliminados o aumentados. Es por esa razón que no tienen un numero definido ni un subtitulo, así que por ahora usare lo de "parte 2" "parte 3", no significa que necesariamente pertenezcan al anterior capitulo, es solo para organizarme. Poco a poco se ira cambiando :D
Rev Hearst
Para el día siguiente, Xander no viene, pero tiene mucha conexión con Dios o estoy media loca porque al tercer día asiste muy temprano. Pero voy de salida al club Olympian Legends.
No puedo dar ni un solo paso más porque me intercepta, mantengo la mirada en su pecho tomando todo el aire posible para alzar la cabeza y mirarlo. No es tan alto que yo, pero es mucho más grande y tonificado, ¿cuándo empezó a tener músculos?
—Que guapa —susurra mirándome con una sonrisa, enrojezco de inmediato —, pero te necesito unos segundos.
Giro dejando que su propio espíritu me arrastre con él hacia mi lugar privado. Dejo mi raquetero y mi bolsa de tela en el sillón, contemplando a Xander retirar una portátil de su mochila de cuero.
Escondo mis manos a mis espaldas, respirando profundo.
—¿Vas a OL? —cuestiona conectando los cables, asiento con los labios apretados —. No sabía que jugaras tenis.
—No tienes que saberlo todo de mí.
—Pensé haberte oído que es estúpido y que solo lo harías porque puedes vestir faldas cortas.
—Recuerda que eres un poco sordo —balbuceo escuchándolo reír.
—Dios, ¿qué vamos a hacer contigo? —sisea sentándose frente a la portátil —. Ven aquí, necesito que veas algo.
Camino con las piernas temblando, me pongo a su lado y noto que tiene un diminuto rasguño en el pómulo. Me inclino a ver la pantalla de la portátil y contemplo los planos del proyecto "Caballo de Troya".
—Encontraste los planos —jadeo sintiendo un escalofrío de sorpresa en todo el cuerpo.
Se ríe, emocionado y contengo la respiración cuando me enseña todos los planos, incluyendo los planos de los dispositivos, tiene los planos de cada modelo y de cada máquina que se conecta al caballo.
—¿Cómo...?
—El último portátil que me diste, creo que te confundiste, lo adjuntaste a los planos de nuestra casa, esos también los tengo, pero al menos eso se llevó a cabo a tiempo.
Me congelo cuando lo escucho. Es cierto, la casa, nuestro hogar sigue ahí, frente al mar y hecha de piedra caliza con cientos de colores. Me hizo la casa de mis sueños, con rocas en la cocina, con un horno de piedra, con tejados llenos de buganvillas.
Teníamos preciosos tejados caoba, con el jardín más colorido de ensueños. Xander decía que los niños nunca dejarían la alberca que diseñó, era radiante. Recuerdo llevar maceteros todos los días, le encantaba cada macetero. Mientras yo decoraba nuestra casa, el reparaba, pintaba y acomodaba las cosas.
La hicimos con nuestras propias manos, quizás nos ayudaron con el cemento y compramos las puertas y las rejas, pero todo lo que había ahí, tenía una historia. Nuestra historia.
Trago duro, apartándome.
—D-debo irme —espeto apresurándome a coger mi bolso y el raquetero.
Las pisadas de Xander me erizan, apenas llevo una mano a la puerta, siento su pecho contra mi espalda. Su mano empuja la puerta y jadeo, volteándome con brusquedad.
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Odio ficticio
Diversos"El odio es un sentimiento difícil de controlar. Inicia algo. Acaba algo. Pero como tal, antes de odiar e incluso después, existe: la ficción". Amar a alguien ficticiamente suena tentador, en especial si la historia ya ha comenzado. Durante un juici...