2- El ibicenco

13.9K 361 81
                                    

El chaval se va, y a los cinco minutos bajo yo. No tenía casi hambre, cogí un cacho de pizza y me senté en una mesa de seis yo sola. Todos se lo estaban pasando bien, menos yo. Siempre he sido la rarita en todo, incluso en sitios nuevos en los que nadie me conoce.

De repente se me acerca un chico bastante más alto que yo, pero de estatura media.

-Hola, ¿quieres venir con nosotros? -El único que ha venido a preguntarme.

-No hace falta, gracias. -Sonrío falsamente.

-Vale, para cualquier cosa estamos ahí. -Señala la mesa la cual están algunos jugadores mirándonos. -Por cierto, soy Pedri. -Hostias.

-Yo me llamo Candela. -Este chico parece majo, no como Gavi que es un egocéntrico y un niño de papá que todo se lo dan en la palma de la mano.

Acabo de cenar y subo a mi habitación. Entro al baño y me deshago de la ropa que me cubre. Mis pies descalzos entran en contacto con el suelo frío de la ducha. Enciendo el agua y dejo que el agua caliente recorra cada centímetro de mi cuerpo.

Al salir de la ducha veo un montón de notificaciones en whatsapp de mi padre, bronca asegurada.

Papá

-Candela, es verdad que has hechado a Pablo de tu habitación?

-Si le he dicho que te dijera que bajaras será por algo no?

-Como me entere que le hablas mal a alguien de aquí te prometo que en casa no entras

Y muchos mensajes más, pero no me apetece leerlos ahora.

Papá déjame, yo no quería venir aquí, sabes como estoy y me has obligado, mucho es tener que aguantar a la gente

Pican a la puerta, intuyo que es mi padre, enrollo la toalla en mi cuerpo y trago grueso. No estoy preparada para discutir con él.

Uno

Dos

Tres

Cinco

Diez

Treinta

No se cuanto tiempo pasó exactamente decido abrir la puerta y quitarme de encima la charla lo antes posible, adivinad a quien me encuentro al abrir, a mi padre y a Pablo, ¡sorpresa!

-Venga Candelita, te vas disculpando ya de ya. -Cuando mi padre me llama Candelita lo hace para cabrearme, sabe que no me gusta y que me jode.

-No me voy a disculpar con un chaval de la permanente. -Me cruzó de brazos y miró con chulería a Pablo.

-Candela das asco, das mucho asco. Me da vergüenza ser tu padre. No se porque tu madre no abortó. -Y sí, me a dolido lo que ha dicho mi propio padre.

-¿De verdad piensas eso de tu hija? -Le miro decepcionada y con los ojos aguados.

-Como para no pensarlo. Yo si fuera tú me sentaría a pensar como eres y como puedes cambiar. Porque yo no pienso salir a la calle con tus actitudes de mierda, mancharías mí imagen. -Gavi solo nos miraba, no reaccionaba. Yo lloré, claro que lo hice.

-Vale. Perdón por estar estropeando tu imagen. - Les cierro la puerta en la cara y entro al baño.

Me miro en el espejo y miles de preguntas pasan por mi cabeza. ¿De verdad doy asco? ¿Tan mala persona soy? ¿No les importo? ¿Doy vergüenza? ¿Soy una decepción?

Un simple mundial • PABLO GAVIRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora