26- Como en los viejos tiempos

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El entrenamiento acaba, he estado bastante entretenida hablando con Natalia mientras los futbolistas firmaban a los aficionados. Pablo y Raphinha van hablando juntos, así que cuando pasan delante nuestra nos unimos a ellos.

Le doy la mano a mi chico, ya que los aficionados solo me ven de espaldas, no creo que me puedan reconocer, entramos al túnel y vamos directos a los vestuarios. Algunos entran a las duchas, incluido Pablo, otros esperan a que salgan para entrar.

Me quedo sentada en un banco, hablando con Pedri, que él ya a acabado de ducharse. El canario no tarda tanto como Pablo, se pasa media hora bajo el agua, y luego nos dice que no tarda, y que nosotros somos unos exagerados.

En cuanto Pablo sale Pedri y yo le aplaudimos, él hace una reverencia y yo me rio.

-Tú no te rías tanto. -Me da un toque en la nariz y yo le sonrío.

-Tardón. -Le saco la lengua.

[...]

Cuando por fin salimos del estadio, vamos Pedri, Pablo, Fernando y yo al coche.

Ya le dije a mi novio que estaba en casa de Pedri, su respuesta fue "ni de coña me quedo en la masía". Y pues eso, los dos nos hemos acoplado en la casa de los González.

Mientras Fernando hace la comida nos tumbamos un rato en la cama.

-Candela. ¿Te he dicho alguna vez cuanto te quiero?

-¿Qué quieres Pablo?

-Un masaje. -Niego con la cabeza. -Por fa, en Qatar te pedí uno y no me lo hiciste.

-¿A cambio de qué? -Le miro desafiante.

Él se encoge de hombros.

-Un beso.

-No me sirve.

-Pensaré algo, te lo prometo.

-Quítate la camiseta y ponte boca abajo. -Digo mientras me levanto de la cama.

En seguida hace lo que le digo mientras que yo busco una crema entre mi neceser.

-Gordo, ¿no prefieres que te lo haga esta noche antes de dormir? -Niega con la cabeza poniendo morritos.

-Esta noche otra vez. -Se vuelve a acostar.

-No, esta noche tú a mí.

Al principio niega, pero a caído. Me lo a prometido. Así que aplico crema sobre su espalda y hago suaves movimientos.

-Pablo gírate. -Sí, Pablo. Este está dormido.

Efectivamente, se a quedado dormido. Sonrío inconscientemente mientras me siento a su lado, simplemente a observarlo.

-Deja de mírame y ven. -Me estira del brazo haciendo que me tumbe en la cama, y poniéndose él encima de mí, con la cabeza apoyada en mis pechos, como en los viejos tiempos.

Enciendo la cámara de mi móvil y mientras le hago caricias en la parte de atrás de su cabeza. Hago un vídeo, pongo morritos y después saco la lengua.

[...]

Acabamos de llegar a casa de Pedri, después de la victoria contra el intercity.

Subimos Pablo y yo a la habitación, el sevillano enciende la play mientras yo me maquillo. En un rato voy a salir para ir a comprar los regalos de mi niño, y ya que estoy compraré algo para los canarios ya que me han acogido en su casa sin ningún tipo de pega.

-¡Hijo de puta! -Pablo le grita a la pantalla frustrado.

-No grites así Pablo. -Pongo los ojos en blanco y suspiro.

Un simple mundial • PABLO GAVIRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora