PABLO
-¿Vamos a desayunar princesa? -Ella asiente con la cabeza.
-Dame un beso. -Dice mientras se levanta.
Candela apoya sus manos en mi cuello y se acerca a mí mientras sonríe.
-¿Puedo? -Le digo yo rozando su cintura con mis manos, apenas la estoy tocando por si no quiere.
A partir de ahora quiero tener su consentimiento para colocar mis manos en según que sitio. Quiero respetarla y cuidarla como no lo a hecho su ex.
-No hace falta que me preguntes gordito. -Sonrío ante ese mote. Ella coge mis manos y las baja hasta su culo.
Nos fundimos en un suave beso, ella baja mis manos hasta mi abdomen y lo manosea a su antojo. Ella marca con sus dedos mis abdominales, me separo de ella y le sonrío.
-Eres muy tonta Candela. -Le digo entre risas, ella me sigue.
-Pues ponte una camiseta, que yo no tengo ninguna culpa de lo bueno que estás. -Ella se lleva una colleja de mi parte.
-Último y bajamos. -Ella vuelve a poner sus manos en mi abdomen y me mira sonriente.
Yo la miro para conseguir su aprobación, cosa que acepta cuando asiente con la cabeza. Apoyo mis manos en su culo y esta ves se lo aprieto con fuerza. Junto mis labios con los suyos, abro un poco más la boca para dejar paso a la lengua de mi niña para profundizar el beso. Bajó lentamente hasta su cuello y dejo besos húmedos en él.
-Vamos, que casi me dejas sin culo. -Me río por su comentario y ella me pega un golpe en el brazo.
-Eres una exagerada.
-Exagerada dice. -Ella pone los ojos en blanco. -¡Pablo! -Ella grita y la miro sorprendido. -¿Nos vestimos iguales porfa? -Me hace ojitos y es que es imposible decirle que no.
-Venga vale.
Decidimos ponernos un Nike tech azul marino. Y unos zapatos negros, las retro 4. Candela se mete al baño a cambiarse, pero al poco tiempo un chillido proviene del baño.
-¡Pablo Martín Páez Gavira ven aquí ahora mismo! -Lo admito, estoy cagado.
-¿Qué pasa? -Le digo abriendo un poco la puerta mientras asomo mi cabeza y la veo en sujetador y tanga negro.
-¡Que eres muy tonto! -Ella se gira hacia mí dejándome ver un chupetón en su cuello. Yo me río y ella parece enfadarse más. -Esto mira, pero me has dejado el culo lleno de arañazos. -Ella se gira y yo me río.
-Lo único que se ve es lo del cuello, no creo que tu padre vaya a mirarte el culo.
-¡Sal de aquí ahora mismo! -Yo levantó las manos en señal de derrota y me voy mientras me rio.
Candela sale del cuarto de baño enfadada. Coge su móvil y su tarjeta y se va de la habitación dando un portazo. Yo corro detrás de ella mientras me rio.
-¿No te has tapado lo del cuello tampoco? -Ella me mira mal y yo sonrío.
-Cómprame tú el corrector y entonces me lo tapo. -Me dedica una sonrisa irónica.
Bajamos al comedor y Candela se sienta con Pedri y Ferran.
-Cierra las ventanas de tu habitación que entran los mosquitos y te pican el cuello. -Dice Pedri causando la risa de nosotros tres, menos de ella.
-No me da ni puta gracia. -Ella deja su móvil de mala gana en la mesa.
Todos nos reímos y empezamos a desayunar.
Poco más tarde entra Luis Enrique dando palmas para captar nuestra atención.
-¡Vamos chicos! -La sala queda en silencio. -Vengo a anunciar que a partir de hoy tendréis habitaciones individuales. Ahora voy a pasar por cada mesa a deciros vuestra habitación correspondiente.
Poco después Luis llega a nuestra mesa.
-Candela tú te quedas en la misma, vosotros estáis en la planta ocho. Pedri habitación cuatro, Gavi cinco y Ferran seis. -Asentimos y él se va hacia otra mesa.
-¿Qué pasa? -En cuanto a anunciado nuestras habitaciones he visto a Candela rara.
-Nada.
-Te conozco más de lo que crees niña. Cuéntamelo que yo. -Hago como si me cosiera la boca consiguiendo que sonría.
-Solo que os a tocado a todos juntos pero yo estoy ocho plantas más para abajo. -Ella se encoge de hombros.
-Pero si paso más tiempo en tu habitación que en la mía. -Ella se ríe y yo le revuelvo el pelo.
Acabamos de desayunar y subimos los cuatro por el ascensor.
-Adiós mi niño. -La miro buscando su aprobación para poder tocarla y ella asiente con la cabeza.
La agarro del culo y abro paso con mi lengua entre su boca.
-Adiós princesa. -Se separa de mí y yo le doy una palmada en el glúteo bastante fuerte, quiero hacerla rabiar.
-¿Eres gilipollas o te lo haces? -Todos nos reímos y ella se va mosqueada.
Subimos a nuestras habitaciones y vemos que las de la limpieza han metido nuestras maletas en las nuevas habitaciones.
Al rato me pongo con el FIFA, ya que no tengo nada mejor que hacer y Candela me a dicho que se a dormido. Así que es lo más productivo que puedo llegar a hacer.
Le escribo a Pedri para que venga a jugar conmigo, llevaba solo un montón de tiempo.
-¿Cómo va con Candela enano? -Me dice Pedri para seguidamente dar me un codazo provocando mi sonrisa.
-Joder. -Murmuro. -Me encantaría poder decir que es mi novia cuando me pregunten. Y no decir que no sé ni lo que somos.
-¿No has pensado en pedirle salir? -Me mira y yo me encojo de hombros.
-No sé tío. ¿Y si me dice que no?
-Eres más tonto que hecho por encargo, te lo prometo. -Me dice y yo río. -No sabes como te mira, Gavi.
-Pero puede ser que no esté preparada para una relación. Su ex abusó de ella antes del mundial, y en enero tiene un juicio con él. Si ella pierde no pasará nada, si pierde él, va a la cárcel.
-¿De verdad? Nunca me a contado eso. Sé que tenía un novio, pero me dijo que lo dejaron por la distancia o no sé que. Pero era un cabrón, me acuerdo que Candela me llamaba llorando diciéndome que se había peleado con el capullo aquel, pero nunca me dijo que era sobre abusos.
-Por eso prefiero esperar. No me gustaría que se sintiera presionada por mí o algo así. -Me encojo de hombros sin despegar la vista de la tele.
-Muy de chaval enamorado por tu parte. -Sonrío y él me da un golpe en el brazo.
•. •. •.
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Un simple mundial • PABLO GAVIRA
FanfictionPablo y Candela, dos adolescentes. Dos niños que se amaban, pero no sabían que era el amor, ni las consecuencias que llevaría enamorarse.