Capítulo 15: Fuera de control

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"La supervivencia era mi única esperanza; el éxito mi única venganza"

Patricia Cornwell


Dolor. Es lo que siento al despertar. Dolor abrazador, que me quema el cuerpo entero, desde mis pies hasta mi cabeza. Aunque no es solo físico, es dolor dentro de mi corazón, y eso es lo que más me duele.

Cuando había estado en el otro lado no sentí nada, ahora, lo siento todo, y es tan abrumador que lo primero que hago al abrir los ojos es gritar. Grito con fuerza y golpeo la cama, hasta que siento unas manos que me sujetan y me pegan a la cama, pero no paro de gritar, hasta que mis gritos se vuelven sollozos, y mis sollozos lágrimas silenciosas.

Él no me suelta, me abraza con fuerza, me pega a su pecho y me deja gritar, llorar mi perdida. No intenta calmarme, solo sé queda conmigo en silencio. Hasta que ya no me quedan más lágrimas, ni voz, solo un dolor impregnado en mí, en mi pecho. Por su muerte, por Joaquín. Por aquel hombre maravilloso que había cometido el error de amarme, y había muerto por eso.

Porque sé que Joaquín murió por mí y mi maldita misión, por la búsqueda de un hermano, uno que había puesto esa bomba para mí. Un hermano que se había perdido y ahora le pertenecía a Tamara. Joaquín murió por él y su debilidad.

— ¿Y qué vas a hacer al respecto? — dice el hombre que hasta hace un segundo había sido quién me sostenía, y ahora es solo el que me observa a la distancia.

— ¿Qué quieres decir Liam? — murmuro limpiando mi rostro

Ambos tenemos vendas en los brazos y en las piernas. Alguien nos había curado con cuidado, y nos había dejado solo en ropa interior, en dos camas paralelas, cubiertos de algunas cremas y vendas. Parecíamos momias.

— Sabes de lo que hablo Izabela —murmura caminando por la habitación, muy cómodo en ropa interior y vendas en su abdomen, piernas, brazos y un parche en su frente — Joaquín murió, ¿tú quieres culparte? No fue tu culpa, pero allá tú. ¿Quiero saber que vas a hacer ahora? ¿Vas a lamentarte? O vas a ir a matar a la persona responsable.

¿La persona responsable? A mi mente ya no solo viene el nombre de Tamara, sino también el de Juan Carlos. Él nos había tendido la trampa, y muy influenciado o no, él había tomado su decisión. Y yo tengo que tomar la mía ahora.

Todo este tiempo he jugado limpio. Ya no lo haré más. Si Juan Carlos quiere jugar sucio, eso debo hacer. Aún queda un fragmento del libro, pero no sirven sin los otros dos, es tiempo de buscar al hombre que los fragmentó, de cazarlo a él y usar nuestro vínculo más allá.

— Necesito me enseñes a cazar su mente y obtener lo que quiero

— Hacer eso, es riesgoso para él y para ti — me advierte Liam cruzando sus brazos frente a la puerta — Si él lo toma como invasión puede romper su vínculo para siempre

— Correré ese riesgo — afirmo — ¿Puedes hacerlo o no?

Liam me mira por lo que parecen horas. Me evalúa.

— Bien, si es lo que quieres, entonces comencemos.

Las primeras horas no logramos nada. Porque nuestros poderes están casi drenados por la explosión. Una que nos había causado quemaduras de segundo grado en el cuerpo. O es lo que Sousa y el esposo de Peter nos habían dicho, cuando vinieron a vernos.

Tuve suerte, fue lo que me dijo Esra. Aunque yo sabía que no fue eso, que fue Liam quién me había salvado la vida. Que me había salvado de convertirme en nada, en polvo rosa, así como lo hicieron Joaquín y Alzamendi. Dos muertes que pesarían en mi consciencia para siempre.

LobizonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora