Destellos en la oscuridad

Capítulo 4: No puedes hacer más

POV Poché

Miércoles 16 de febrero

Hace 3 semanas que Lucas se fue y cada día es peor que el anterior, lo único bueno es que Alex volvió a ser más o menos el mismo de siempre, por lo menos ya come normal y todo se lo tengo que agradecer a Daniela, el enano tiene buen ojo para las chicas lindas y sólo come si ella le dice o le prepara algo. Al trabajar en el mismo y vivir prácticamente al lado pasamos mucho tiempo juntas, la verdad no era como yo pensaba y supongo que nosotros tampoco somos como pensaba ella. Carl la está empezando a querer y cada vez le da más libertad en la clínica.

Hoy por fin vuelve Kim, estuvo un mes con los padres de Sebastián, su marido, y Alex ya extraña a Emilio. Ella tiene sólo 3 años más que yo, pero ya es mamá de dos, el último fue salva que nació hace poquito, apenas tiene 5 meses. Sin ella no sabría que habría hecho, sobre todo cuando Lucas se fue justo antes de que naciera Sofia, ella vino a vivir prácticamente conmigo. Ella y Crim son lo mejor que me pudo dar la vida en amigos, soy muy afortunada de tenerlos. Crim se fue la semana pasada a un viaje por trabajo, pero vuelve el sábado y ya quedamos juntos para hacer una barbacoa.

Me estaba preparando para ir a trabajar, mientras esperaba a mi hermana que venía a buscar a Alex ya que hoy no iría al cole porque se pasaría el día con los padres de Lucas. Sofía en cambio se quedaba con mis papas porque aún no la quería mandar a la guardería y ellos tampoco me dejaban llevarla, dicen que es chiquita aún, pero para ellos lo va a ser siempre.

Alex: ¡Mamá! – vino corriendo – La tía Vale vino

Poché: Genial ¿Tienes ganas de pasar el día con los abuelos?

Alex: ¡SI! – gritó contento –

Poché: Anda vete con la tía y dile que te ponga el abrigo y yo ya bajo con las cosas y Sofi.

Él salió corriendo nuevamente, yo terminé de vestirme y después tomé a Sofi que ya estaba sentada en la sillita, me puse la mochila de Alex y tomé el bolso de Sofi en la mano que me quedaba libre para comenzar a bajar. Al salir por la puerta me crucé con Daniela.

Daniela: Hola – sonrió, pero se la notaba incómoda –

Poché: ¿Hola?

Daniela: Es que tu hermana me dijo que suba a ayudarte

Poché: Perdónala ella cree que todo el mundo está cómodo con la gente jajaja

Daniela: No, está bien, solo que no estoy acostumbrada a que sean tan abiertos y acepten a todos y se conozcan todos – dijo sonriendo, pero se notaba que era algo que escapaba de su comprensión –

Poché: Por Dios ni que fuéramos una secta jajaja solo somos un pueblo muy amable, no todos los pueblos son así.

Daniela: ¿No? – dijo riendo – Que mal yo ya quería recorrer todos los pueblos de los alrededores para comer gratis.

Poché: Te quejas, pero te ha encantado el pastel que te hizo la señora Doris y ni te puedes quejar del queso que te trajeron los Smith.

Daniela: Creo que he engordado 3 kilos en 5 días – dijo con pena –

Poché: Que exagerada

Daniela: En serio ¿Hay algún gimnasio por aquí?

Poché: ¿Con todo el trabajo que siempre hay pretendes que haya un gimnasio?

Daniela: Jajaja la verdad quitar la nieve todos los días dos veces es suficiente ejercicio

Poché: Bajemos o llegaremos tarde