Destellos en la oscuridad

Capítulo 18: Está bien

Domingo 22 de mayo

POV Poché

Me levanté a las 6 para preparar las cosas de Alex, lo desperté y le di el desayuno. Subí a buscar a Sofía y la bajé dormida, mi padre se llevará a Alex y Vale aprovechó para ir con mi madre a comprarle vestidos a Sofí, era una oportunidad para tener un día tranquila con Daniela. Sobre las 8 pasaron a llevarse a los niños y yo subí a acostarme un ratito más con Daniela, cuando estaba subiendo las escaleras tocaron la puerta, me acerqué pensando que era mi padre, pero me sorprendí al ver a Lucas. Abrí, pero me no le dejé entrar, sino que me quedé fuera con él.

Poché: ¿Qué haces aquí?

Lucas: Quería ver a los niños y llevármelos al parque

Poché: No están aquí

Lucas: Entiendo... ¿Así va a ser ahora?

Poché: No están de verdad

Lucas: Voy a luchar por ellos

Poché: Está bien

Lucas: Adiós – se fue –

Poché: Lucas – dije haciendo que se girara – búscate un psicólogo – él me levantó el dedo y se fue –

¿Dónde mierda quedo mi hermoso amigo, marido y el padre de mis hijos? Entre nuevamente en la casa y subí a la habitación. Vi a Dani dormir y su presencia me hacia estar tranquila. Me metí entre las sábanas y la abracé, le di un beso en el cuello y vi su piel erizarse, amaba hacer eso.

Daniela: Buenos días – dijo con voz ronca – ¿Qué hora es?

Poché: Son las 8 y media

Daniela: No – dijo de repente dejándome desconcertada –

Poché: ¿No qué?

Daniela: No me voy a levantar un domingo a esta hora porque tú ya no tengas sueño

Poché: Pero si yo no – me puso la mano en la boca –

Daniela: Shhhh ven – dijo abrazándome más fuerte a ella – duerme

Me reí y asentí, ella me quitó la mano de la boca. Me acurruqué contra ella, pero estaba demasiado despierta.

Poché: Quiero sexo – dije en su oído notando como se ponía completamente tensa y no decía nada – Sé que me has escuchado – dije ahora nerviosa por su reacción –

Daniela: Voy a volver a trabajar en el hospital de mi padre – soltó dejándome confundida –

Hasta donde yo sé su padre le está jodiendo la vida, ella volvió porque odiaba trabajar ahí y fue muy infeliz en ese lugar ¿Entonces qué estaba pasando? Y ¿Por qué cojones me lo decía después de yo pedirle sexo? Miles de escenarios se formaban en mi cabeza, quizás ella no quería sexo y utilizó esa excusa, quizás me quería decir que se iba para siempre y no quería utilizarme o simplemente me estaba gastando una broma.

Daniela: ¿No vas a decir nada?

Poché: Estoy esperando a que me expliques – dije aún creando escenarios en mi cabeza –

Daniela: Un paciente – dijo después de un tiempo ambas calladas – Un paciente que fue mío está en una situación complicada, Manu me trajo el informe porque pensó que querría verlo, y para pedirme consejo. Yo puedo ayudar y mmm – se quedó callada, parecía nerviosa – llamé a mi padre, para aconsejarle sobre el tratamiento a seguir y él me ofreció volver a trabajar allí – dijo suspirando –