Epílogo

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–Nos mandaron una carta pidiendo ayuda, invadieron el imperio de Trespia– Comentó Taehyung al terminar de leer la carta, JiMin levanto su mirada de los papeles frente a él y negó

–No vamos a ayudar

–Lo suponía– El elfo hizo bolita la carta y la tiró en el bote junto a los pies del emperador

–Hace años corte relación con ellos. ¿Por qué se aferran en pedirnos ayuda? Después de la gran búsqueda que hicieron de mi y la ayuda de mi pueblo hace años– El peliblanco rodó los ojos sarcástico, Taehyung le sonrió y se encogió de hombros

–Les cuesta entender

–Tristemente– JiMin se incorporó estirándose, gimió con satisfacción cuando los huesos de su espalda y cuello tronaron– ¿Y los chicos?

–En el jardín

–¿Y Ginebra?

–Con la duquesa Charlotte

–Umh– JiMin salió del salón y camino con el consejero detrás de él– ¿Y las clases de los niños?

–He tomado ese cargo

–Esta bien– A lo lejos se escuchan choque de madera y gritos agitados, al salir miro las bonitas rosas arcoiris y los árboles de cerezo. Escucho un grito enojado y volteo a la dirección

Noto a Jeongguk con Wooyoung y Jooyeon peleando con espadas de madera. Dos contra uno y los niños no le podían ganar al ex brujo, Jeongguk lo miro de reojo y con un movimiento rápido, desarmo a los adolescentes

–¡Es tu culpa Jooyeon!– Le gritó el peliblanco

–No, es tu culpa Woo, eres lento– Respondió el pelinegro

Ambos chicos se miraron y estuvieron a punto de seguir echándose la culpa cuando Jeongguk les frotó la cabeza

–Vamos, vayan a descansar. Lo hicieron bien, fue un buen combate

Ambos miraron al mayor con admiración pero solo uno respondió– Ya lo sé, papá. Pero tengo que ser tan bueno como tú

–Si, pero recuerda que yo tengo 135 años. Y tú apenas tienes 16 años, Jooyeon

–Eso tiene lógica

–Jeongguk ya es un fósil– Ambos jóvenes miraron al emperador peliblanco y lo abrazaron con entusiasmo

–¡Papá!

–Woo

–¿Viste como casi le ganamos a Jeongguk?

–Si, lo ví

–Emperador JiMin ¿Nos harás galletas otra vez?– JiMin miro a Jooyeon, la casi copia de su ex brujo

–Te he dicho que me digas solo JiMin– El pelinegro menor se sonrojo y negó

–No creo nunca poder hacer eso

–Jooyeon

–Esta bien, lo pensaré

–Cariño– Jeongguk se acercó y le dió un suave y casto beso, JiMin le sonrió con ternura y acaricio el bonito mechón blanco en la sien derecha del más alto, noto que en su lado izquierdo suavemente salpicaba ahora canas también

18 años causan cambios

A JiMin no se le notaban canas, pero las suaves pero perceptibles arrugas en sus ojos suavizaba su mirada

–Iiiiuuu– Ambos mayores rieron cuando los niños se alejaron de ellos asqueados

–Anda, váyanse a tomar un baño– Ambos niños aceptaron sin peros y salieron corriendo en dirección al palacio

Imperios • GgukminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora