clámame, vehemencia [KookTae]

01| Lo que hace de una vida interesante

Jungkook

     Pocas veces soy capaz de retener nombres.

Pocos nombres quedan grabados en mi memoria después de conocer a alguien. No dejo que me perturben si sé que no sabré nada de su vida otra vez.

El día que Merin me presentó a sus padres, repitieron el mismo nombre un par de veces. Pensé que era un abuelo, un tío o un primo muy importante para ellos, pero cuando la señora Kim se refirió a él como un hijo, me aprendí el nombre para siempre. Mi hijo Taehyung, había dicho. Taehyung, con el que otras veces escuché a Merin hablar por teléfono. Taehyung, el mismo que su prima mencionó el día que me la presentó. Ah, sí, mi hermano menor. Estoy segura de ya haberte contado sobre él en algún momento. Merin dijo cuando le pregunté sobre él ese día. Se lo negué, le dije que había escuchado el nombre antes pero que no sabía que tenía un hermano. Sólo llevábamos tres meses de relación, pero el no saber de su existencia me puso nervioso. Merin nunca me contó mucho al respecto después de eso.

Nunca olvidé su nombre. Por más que Merin insistiera en que era probable que lo viera un par de veces en mi vida nada más, si no es que nunca, por más que me evadiera el tema cuando le preguntaba si lo iba a invitar a nuestra boda, o cuando le pedía que me enseñara una foto de él para compararlo con ella. Nunca olvidé que había un Taehyung en el mundo compartiendo un lazo tan sagrado con la mujer que me casé.

Pero nunca lo imaginé, nunca indagué en su existencia más allá de eso, nunca me detuve a pensar cómo se escuchaba su voz, o qué era lo que le gustaba. Así que no fue sorpresa saber que el hombre de la camisa satín era el hermano de Merin. Más bien, deseé que no lo fuera. 

Lo deseé tanto que, una semana después de conocerlo, no puedo dejar de pensar en él.

Tal vez porque nadie en su familia había sido tan amena conmigo antes. Tal vez por la facilidad con la que habíamos encontrado un tema de conversación. No lo pienso, no me lo pregunto, sólo dejo que entre a mi mente de vez en cuando y luego desaparezca, me deje continuar con mis actividades.

¿Quién eres, Taehyung? Me pregunté el día de la fiesta cuando lamió sus labios antes de plantarme un beso en la mejilla. Merin lo vio raro, sus papás lo vieron raro, yo no supe reaccionar, no supe qué decir.

Sentí curiosidad por él, tal vez demasiada.

"Terminó el colegio en Estados Unidos y acaba de graduarse de su carrera" Me contó Merin esa misma noche cuando me notó pensativo. "Volvió y a todos nos agradó la sorpresa, pero nadie espera que se quede aquí más de dos meses. Al parecer su lugar está en el extranjero"

Me dejó pensando, algo me dijo que no será así. No indagué más porque nunca presté atención a la vida de la familia Kim, pero Taehyung es diferente; se siente y habla diferente. Fue un buen impacto teniendo en cuenta mi poca interacción social. Fue extraño.

Dos días antes de hoy, Merin me comenta que habrá un almuerzo en la casa de sus papás. Siempre hay cosas así, siempre voy porque tengo que ir, pero ahora es diferente. Merin no interactuó más con Taehyung en la fiesta, y me anima saber qué es lo que la mantiene tan ajena a su existencia después de no verlo por cuatro años.

Me recuerda a mi papá y mi hermana, a lo poco que los veo, a lo mucho que los extraño.

El día amanece nublado, poca lluvia, mucho viento. Me cuesta trabajo despegarme de la cama, desayunar, limpiar la casa con Merin. Ella hace todo con música, anima el ambiente, pero me pesa tener que estar listo para el almuerzo.

—¿Hay problema si nos quedamos a cenar también? —pregunta Merin con la vista en la carretera. Maneja nuestro auto, un Ibiza amarillo 2019. Siempre dice que prefiere manejar ella a que yo lo haga porque la hace sentir más fuerte.