2.-CIEN AÑOS

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Del otro lado del salón me encuentro con su mirada, Dante lleva una cerveza en mano y trae una camisa medio abierta mientras mantiene una amena charla con mi hermano Edward

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Del otro lado del salón me encuentro con su mirada, Dante lleva una cerveza en mano y trae una camisa medio abierta mientras mantiene una amena charla con mi hermano Edward.

Al día siguiente de dejarme plantada y el pequeño encuentro de palabras en la cocina fueron pocas las palabras que nos dirigimos, dormimos juntos pero como si no estuviéramos lado a lado. Orgullosos los dos, en mi caso eso lo aprendí de él.

Bastaron dos días mas y se siente como si hubiésemos vuelto a la realidad.

Vuelvo a mi plato y pico un poco de la tarta, mi hermana Beth toma la silla de a lado.

—¿Quieres hablar?

—¿Le vas a decir a mamá?

—Yo no le cuento las cosas a mamá— enarco una ceja, es la principal informante de la familia —, si tu no quieres no lo haré, lo juro.

Me quedo mirándola por varios segundos, me serviría hablarlo con alguien.

—Vamos afuera.

Salimos al patio, como todos los domingos nos reunimos en casa de mis padres toda la familia, soy la hija menor de una familia de cinco. Mi hermana mayor Beth y le sigue mi hermano Edward.

—He notado mucha tensión entre ustedes.

—Eres mi hermana confidente te pido y te ruego que esto no salga de aquí —me regala una mirada llena de comprensión—, estamos teniendo muchos problemas.

—¿Tantos como que para que muy apenas se dirijan la palabra? — asiento —Demonios.

Veo a Oliv corriendo con mis dos sobrinas en el patio trasero.

—He estado pensando en que tal vez nuestra mejor opción se el...

—Shhh, cállate que mamá podría escucharte—me toma del codo y baja el tono de voz —No es una decisión como para tomarla a la ligera Aless.

—Lo sé, pero ya no le veo más remedio a esta situación. El trabajo, mi trabajo, la empresa— miro hacia atrás para revisar que nadie más nos esté poniendo atención —, nuestro matrimonio está pendiendo de un hilo. No es tan fácil decir que estamos luchando porque no lo estamos haciendo.

—Todas las parejas pasan por estas etapas.

—Estoy consciente de eso pero no creo que duren tantos años en ella— mascullo.

Abre la boca a mi confesión y yo me muerdo la lengua, llevo arrastrando nuestros problemas desde años y no se lo cuento a nadie.

—Nosotros pasamos por esa etapa difícil.

Volteo la cara para verla mejor, su esposo Charles es un hombre maravilloso y noble, estoy segura de que la persona fuerte de la relación es ella. Él se desvive por su familia e hijos, no se diga de mi hermana y siento por una parte envidia.

ExilioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora