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Es común tener trabajadores de Dante en casa o que pasen por varias horas para charlar algo atrasado con él.
Busco la manera de que Olive se quede conmigo sentada en la mesa de la cocina para no molestarlos mas, veo como hay dos hombres sentado frente a Dante con mucho papeleo esparcido, planos y sus computadoras.
—Hable con Irving el vendedor de la maquinaría quieren saber si se llevara la firma la próxima semana.
¿Maquinaria? Mi cerebro se pone en alerta, les doy la a espalda recargándome para ver lo que pinta Olive.
—Dile que le regreso la llamada mañana a primera hora. Que no se retracte, que así como me exige que mi primer pago sea puntual, quiero que los equipos estén listos a la fecha que acordamos. Que me envié la factura por favor.
—Bien ingeniero— murmura el hombre.
—Quiero que se revisen estas columnas y quiero que le vuelvan a hacer un análisis a estas plataformas. ¿Cómo vamos con los laboratorios? ¿ya dieron el visto bueno?
Otro hombre carraspea —Si quedaron en ser enviados el miércoles a primera hora.
Los miro sobre mi hombro, Dante no me a hablado sobre invertir en maquinaria, es costoso a parte de que la renta es elevada el adquirirlas lo es mucho mas.
—Las licitaciones estarán listas el lunes a primera hora— dice el pelirrojo.
—Quiero ganar ese concurso, Brian quiero que las revises bien y que antes de que termine el fin de semana me las envíes para darles el visto bueno, no me voy a esperar a que sea Lunes.
—De acuerdo ingeniero— el pobre chico responde cabizbajo.
Levanto mi taza de café y la llevo a mis labios.
—Esta es la factura—escucho esa última palabra y mi cuello se gira de forma extraña aun con el sorbo caliente de mi bebida.
—¿Hizo cambios?—veo la espalda de Dante encorvarse para ver mas de cerca la pantalla.
—Si, es un total de 447,000 dolares
Me atraganto con mi café y escupo una cantidad ,me ahogo para no llamar la atención y corro a la tarja para vaciar lo poco que me queda en la boca y que a escurrido por mi nariz.
Ellos no se dan cuenta, no me ponen cuidado gracias al cielo.
Olive solo me mira con un crayón en la mano —Mami ¿Qué te paso?
—Solo...—casi me mato con el café hija—, estaba muy caliente y me queme la lengua. Mira— se la enseño y comienza a reírse.
—Papi dice que siempre debes de soplarle porque sino no podrás comer nada a gusto todo el día.
—Si tiene razón mi vida—también papi no me ocultaba sus cosas de la empresa. Echo por última vez un vistazo a la sala y vuelvo a ver los dibujos sobre la mesa—. Vamos a ver que estás haciendo.
