13.-PUNTO DE RETORNO

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Estamos durmiendo en casa de mi hermana, ha sido mi pilar, mi soporte durante los últimos 17 días

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Estamos durmiendo en casa de mi hermana, ha sido mi pilar, mi soporte durante los últimos 17 días.

Dante sabe donde nos hemos quedado y no hay día que no pise el césped y se detenga a mirar la casa, mi cuñado no lo ha dejado entrar y se queda estacionado por horas frente a mi ventana. Charles me dijo que Edward, mi hermano, lo molió a golpes y lo dejo con un pómulo morado. No me sorprende su reacción, aunque pienso que tarde o temprano se pondrá de su lado.

Debo tener una charla con él, no como lo que sucedió la última vez, debo obtener respuestas dolorosas para seguirme torturando, no está en mis planes regresar a su lado.

—Hoy tiene ahí mas de tres horas, si continúa así muy pronto dormirá en su camioneta en los siguientes días. Espero que se quede sin gasolina en su regreso— dice Beth mientras corre la cortina que da a la entrada, Dante esta esperando de nuevo a algo que no sucederá.

Mi teléfono está apagado porque me canse de las cientos de llamadas y mensajes que he recibido de su parte, agregándole las llamadas de mis suegros. No los necesito dentro a estas alturas.

—Por mi que se quede a acampar va a esperar por muchos días mas— espeto. 

—¿Cómo estás hoy cariño?

—Bien— miento para mi, para ella, para Olive.

—Mamá no ha parado de llamar en toda la mañana, yo que tu mejor respondía.

Regreso a mi refugio, la cama y me arropo. —Otro día será. No quiero que me llene de sermones y de suplicas, escuchar que todos somos humanos y debemos perdonar errores.

—Le enviare un mensaje, no quiero que venga a molestarnos mañana a las siete de la mañana y termine ensañándose con nuestros días.

Cuando pienso que se va a ir murmuro—: Gracias por estar conmigo y por dejarnos quedar aquí. No te daremos mucha lata.

Sonríe y se asoma a el pasillo, —¡No nos molesten! — grita y me quedo aturdida, regresa conmigo y se recuesta a mi lado.

—¿Qué haces?

—Quedarme con mi hermana, los niños estarán bien no te preocupes. Charles se encargará,en estos momentos la que me necesita eres tú.

Sonrío y me acurruco de frente a ella, suspiro con pesar.

—¿Crees que deba perdonarlo?— pregunto mientras peina mi cabello.

—No, pero esa no es mi decisión. Eres de tan buen corazón que en un momento dado de la vida lo harás, sin embargo no creo que debas volver con él. Estos meses fueron una tortura y esto fue la gota que derramo el vaso. No,me retracto, rompió el vaso.

—Quisiera escucharlo, pero no puedo.

—No tienes que hacerlo, sus hechos lo hicieron. Eres demasiado rencorosa, esto jamás lo olvidaras. Y necesitas el tiempo para asimilar por lo que estás atravesando.

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