(Pausada Hasta Nuevo Aviso) LO DEJARÍA TODO POR AMOR

CAPÍTULO 15 CARIÑO

Dos meses después.

—Sabes que puedes contar conmigo—Yifei lo consolaba dándole palmaditas.--- Viejo estúpido ojalá colapse su edificio— habló molesta mientras el pelinegro lloraba.

—Siento molestarte –sollozó.

—No es una molestia.

Zhan había llegado casi en la madrugada a su departamento  ya que donde él vivía el viejo lo corrió por no haber pagado la renta prácticamente como un perro lo echó sin ni una pizca de compasión en su podrido corazón.
Cómo si fuera un don nadie vago lo que restaba de la noche para ir al lugar más cercano que le quedaba, la mujer casi se le para el corazón al verlo bajo la lluvia como si le hubieran robado.

—Tranquilo— lo abrazo— Puedes quedarte aquí no dudes en pedirme lo que necesites—- lo llevó a una habitación vacía.---No tengo ropa de hombres aquí además nadie te verá— sonrió mostrando una camisa de vestir rosa de mujer le llegaba hasta los muslos dándole un toque de inocencia al chico, subiéndose a la cama Yifei acomodó la sábana dándole un beso en la frente y deseándole buenas noches.

—¿Buenas noches? Estaba triste porque su teléfono se  su Profesor no podría contactarlo Yifei ya lo había ayudado mucho en irrumpir su casa, pensaría mañana estaba agotado, su madre necesitaba la cirugía compraría uno más luego. Ya encontraría la manera de poder contactarlos.

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—Mierda Wang Yibo —se encontraba en el sofá de su sala marcando el número de su novio, no sabía la dirección de su casa, solo el restaurante de la madre de Xuan Lu pero este estaba cerrado, el pelinegro nunca le dijo, no sabía cómo contactarlo preguntarle a esa niña Xuan Lu era un poco peligroso.

—¿Pasó algo?-- Hao Xuan se acercó. Al ver a su primo tan irritante.

—No— bufo cruzando los brazos

—Esa cara me dice lo contrario.

—¿Cuñado te encuentras bien?--- Yi Yang  se acercó sentándose a un lado acomodando su cabello.

—No pasa nada— Yibo se dejó mimar

—¿Es una niña? —Pregunto el pelinegro

—No

—Un niño pelinegro, pequeño, delgado, cachetes regordetes con una bella sonrisa y un lunar en su boca ahh casi lo olvido y con dientes de conejo? —Hao Xuan se metió, el castaño casi se le sale el pulmón izquierdo.

—-¿Qué?

—No te hagas Wang Yibo te conozco hasta cuándo nos bañabamos juntos y cuánto te mide

—No sé de qué hablas además en ese entonces me medía 8 centímetros— se defendió

—Si hacerse el tonto hoy en día es una moda, imagino que de esos 8 centímetros no pasó.

—-¿Quieres verla para que la compruebes?

—Deja ya de incomodarlo —Yi Yang regaño a su pareja.

—No lo estoy incomodando —hizo un puchero

—Yibo si sucede algo no dudes en pedirnos ayuda, sabes que nos tienes por si necesitas algo. —-El castaño asintió.

—Gracias, ¿por qué esa víbora no es como tú? —-Hizo un puchero.

—Víbora tu abuela Wang Yibo.

—Esa chismosa ya se murió y por cierto es la misma tonto —se burló.

—-Y tú la recuerdas como si esa vieja nos quiso algún día por eso mírame a mí hasta su existencia olvidé después de obligarme a comprometerme con esa vieja antes que con mi Yi Yang— bufo molesto.