Capítulo 30. Asuntos del pasado

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Bella


Era fantástico, Alice iba a tener un bebé, me imaginaba los grandes nervios que tenía que tener, veía esos antojos y esas náuseas como un recuerdo ya muy lejano. Y pensar que yo había pasado por todo eso hacía seis años... No me arrepentía de haber resuelto mis problemas con Edward, y menos mal que me había perdonado por todo lo que le había hecho sufrir. Yo lo amaba y de eso estaba más que segura a pesar de que me lo había intentado negar mil y una veces durante todo el tiempo que pasamos separados.


Pero me sentía muy culpable por Cédric dado que me había creado una vida idílica a su lado, engañándome a mi misma y haciéndome creer que tenía más que superado lo que me pasaba con Edward. Era increíble cómo el paso del tiempo arrasaba, lo cambiaba todo, pero no conseguía alterar mis sentimientos hacia Edward. Lo seguía amando tanto o más que cuando estábamos en el

instituto. Con una sonrisa en el rostro de felicidad me dirigía en mi Cadillac a la reserva, en busca de mi hija. Paré mi coche frente a la casa de Jacob, toqué el timbre y me abrió una sonriente Sharon, que miraba hacia el interior de la casa, pero en cuanto me vio me sonrió a mí.


-Hola Bella.

-Hola-saludé-, me dijo Alice que Jake se llevó a Chloé ayer por la noche.

-¡Mamaaa!-vociferó una voz chillona desde el otro lado de la sala, una melena cobriza se agitó en el aire y un cuerpecito chocó contra el mío.

- Hola cariño-la saludé.- ¿Qué tal o has pasado con el tío Jake?


-¡Genial!-contestó sonriente. Más allá vi a Jacob salir de una habitación, guardándose algo en el bolsillo trasero del pantalón que supuse que era la cartera.- El tío, Sharon y yo hemos ido a cenar pizzas, luego fuimos a dar un paseo por la reserva y conocí a los hijos de Sue.


-Estupendo entonces.

-Bella, pasa si quieres no te quedes en la puerta-me dijo Sharon.

Entré en la casa, Jacob apuraba un vaso de zumo de naranja cuando me vio y me saludó con un beso en la mejilla.

-Siento dejarlas damiselas, pero tengo que irme corriendo a trabajar-se excusó, se acercó a Chloé y le dio un beso en la frente, a Sharon la besó en los labios levemente y vi cómo se susurraban un "te quiero" antes de que ella cerrase la puerta.


Me alegraba que fueran tan felices y deseaba con todo mi corazón poder estar así alguna vez con Edward. Sharon se sentó en el sofá a mi lado, mientras escuchaba la conversación entre mi hija y yo.


-Mamá, ¿de qué estabas hablando ayer con Cédric?

-Cariño, son cosas de mayores-respondí.

-Le vi mala cara mamá, además, siempre me dices que tengo que ser una señorita maura, ¿cómo pretendes que madure si no me cuentas las cosas importantes?

-Vaya con la chiquilla-dijo por lo ajo Sharon, yo rodé los ojos. Eso era culpa mía, no, en realidad, había sacado el genio del padre y mi labia para salirme por la tangente.

-Está bien. Cédric y yo ya no somos novios, eso es lo que pasa.

-¿Y por qué no?-se impresionó-, si se os veía tan contentos...

-Porque...- No podía decírselo ahora no sin Edward-, porque yo necesitaba estar sola, sí, por eso.

-Bella Swan, ¿es que acaso te crees que me chupo el dedo? -yo no cabía en mí de asombro-, bueno, da igual. Ya cuando quieras contármelo lo harás.

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