Capítulo 21. Confesiones

1.7K 80 3
                                    

Bella

Cerré los ojos a la vez que él cerraba con un portazo, una lágrima resbaló por mi mejilla, llevé como por un acto reflejo mi mano a mi vientre aun plano y me sentí frustrada. No sabía quién era el padre, ese era un serio problema. No podía creerme que en menos de un año mi vida hubiera dado un cambio tan drástico. A la noche, cuando me había calmado y relajado un poco para aparentar tranquilidad ante mi padre, recibí la visita de Eric, Jena y Lissa. Ellos no sabían nada de mis sospechas y mucho menos de mi descubrimiento. Ya en mi habitación, el primero en hablar fue Eric.

-Vamos a ir al cine, ¿te apuntas? Ponen Juno-le miré.

¿Era en serio?

-No tengo ganas de ir a ningún lado-les dije recostándome sobre la almohada.

-¿No vas a salir ni siquiera con Edward?-inquirió asombrada Jena. Yo negué con la cabeza, después de lo de esta tarde dudaba que si quiera nos viésemos.

-Vaya-comentó Lissa-, eso sí que es raro.

-Ahora en serio Bells, ¿qué es lo que te pasa?-inquirió Eric.- Y no digas que nada, porque eso no se lo cree nadie.

-Sólo estoy cansada por los exámenes.

-¿Te has peleado con Cullen?-preguntó Jena, entrecerrando los ojos y escrutándome con la mirada.

-Sí-si con eso conseguía que dejasen de preguntar por mi estado…-, nos hemos peleado.

-Bueno, sea lo que sea seguro que se soluciona-sonrió la morena-, se os ve muy bien juntos, hacéis una pareja increíble, he visto con qué ojos te mira, querida, y esa mirada es de un completo enamorado. Te echa la misma mirada que aquí nuestro amiguito asiático le echa a una rubia que yo me sé.

-Cierra la boca-dijo Eric.

-¿Qué rubia es esa?-preguntó fuera de onda Jena. Yo respiré tranquila de que la conversación se centrase ahora en otra persona.

-¡Vamos Jena! ¿Vas a decirme que no te das cuenta de cómo nuestro querido Eric mira a tu hermana?

-¿Terry?-Jena no salía de su asombro.- ¿Te gusta mi hermana-su expresión fue de la sorpresa a una sonrisa de ilusión.

-¿Y eso qué más da? Ahora ella está coladita por ese musculitos de Jeff, no tengo posibilidades…

-¡Oh Dios! ¿Por qué no lo has dicho antes?-saltó la rubia.

-Justo por esto, no quiero que os pongáis a hacer de celestinas.

-Terry las está pasando canutas con Jeff, él puede estar muy bueno, pero la trata como a su hermana pequeña, y mi hermana siempre ha odiado que la traten como si tuviera cinco años.

Si una cosa yo tenía clara era que Jena y Lissa no iban a dejar pasar la oportunidad de que Eric intentase algo con Terry. Los chicos se fueron a las diez a sus respectivas casas, y una vez me encontré en soledad cogí el móvil para llamarle. Después de cinco tonos saltó el contestador. Lo intenté tres veces más, pero no lo cogía, finalmente me decidí a dejarle un mensaje. Sabía que esto no era fácil para él, al igual que tampoco lo era para mí. Yo, Bella Swan, embarazada a los casi diecinueve años… Genial. Y encima no tenía ni idea de quién era el padre.

Pero lo peor no era eso, lo peor era que estaba viviendo en Forks, un pueblo pequeño en el que todo se sabe siempre y donde los secretos van de boca en boca como cotilleos de la peor calaña. ¿Qué diría mi padre? ¿Qué pensaría el jefe Swan del hecho de que su hija estuviera embarazada? No sabía qué reacción sería peor, si la suya o la de mi madre. Decidí dejar de pensar, así que cerré los ojos para intentar dormir un poco.

UnknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora