Capítulo veinticinco| Te quiero

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Thiago

Kaitlyn tomaba mi mano y entrelazó nuestros dedos mientras hacía una trompita de pato para que la besara.

Suspiré y dejé un pequeño beso en sus labios.

—¿Porque eres tan guapo, Thiago?

Solté su mano y fingi una sonrisa.

—Debo ir al baño.

Ella asintió y volvió a hacer trompa de pato, fingi que no la había visto y huí al baño.

—¡Que no, joder! —Esa voz la reconocía.

—No te hagas la dura, Sky.

—Solo déjame en paz Charles, ya te lo he pedido muchas veces ¿O te gustaría tener problemas legales?

—¿Problemas legales?

—Si.

—No te atreverías.

—No me tientes, que si que puedo hacerlo. Déjame en paz o te las verás con la ley.

—Ay, Sky. —Él soltó una carcajada.—No te tengo miedo.

—Suéltame —Su voz se escuchó temblorosa.

Me acerque a ellos, Sky al verme abrió los ojos con sorpresa.

—¿Se te perdió algo, niño?

—Déjala en paz. —Mi voz sonó dura.

—Yo puedo sola, Thiago. —Ella me miró con dureza.

Estaba mal de la cabeza si pensaba que la iba a dejar sola con ese hombre.

—Suéltala —Repetí, él estaba apretando su brazo.

Amenazante me acerque a él y le di un puñetazo en la nariz que hizo que se hiciera para atrás y soltará a Sky.

—No quiero que vuelvas a poner tus asquerosas manos en ella.

Ella me miró fijamente, mientras sobaba su brazo.

Él se quiso acercar a mí y golpearme pero Sky se interpuso.

—A él no lo toques, te lo advertí Charles, la próxima vez que nos veamos será con un juez de por medio.

—No te atrevas.

—Ya veremos, sino.

Ella se dió media vuelta y comenzó a caminar hasta una de las mesas, pero antes de que se alejara lo suficiente la llamé, volteó con lentitud dejando ver mejor su aspecto, no se miraba para nada bien.

—¿Estás bien?

—Juzga tu mismo, adiós Thiago.

Y antes de que yo pudiera decir algo más ella se alejo. No me gustaba esto, pero extrañaba a Sky, comencé una relación con Kaitlyn porque creí que sería lo mejor para mí, pero no lo es, hace dos meses que estoy con Kaitlyn, y hace dos meses que no había tenido ni el más mínimo contacto con Skylier, hasta este momento.

Con una nota de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora