Capítulo veintinueve| El tiempo corre

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Skylier

Al llegar a la universidad Thiago tomó mi mano mientras caminabamos hasta la cafetería donde debían de encontrarse  nuestros amigos.

Todas las miradas estaban puestas en nosotros, desde hace un mes que comencé a salir con Thiago habían estás miradas.

Al principio creí que podría acostumbrarme pero no, al parecer cada día que pasaba el odio hacía mi iba aumentando.

—¡Pero si son los tortolitos! —Ashton sonrió.

Me acerque a mi amiga y dejé un beso sobre su mejilla y después besé su vientre.

—¿Cómo está mi bebé?

—Estoy muy bien, tía Sky.

—Sky, que bueno que te veo. —Damien llegó hasta nosotros y noté como Thiago lo miraba mal.

—Oh, hola. —Lo saludé con una sonrisa, él dejo un beso sobre mi mejilla y me sonrió de lado, mientras se sentaba a mi lado.

—He revisado esto y al parecer todo está muy bien.

—¿En serio?

—Muy enserio, creo que ya no necesitas las clases de tutorías, has aprendido muy bien. —Dio unas palmaditas en mi espalda.

—Estoy muy feliz, no estoy tan estúpida como creía.

—Tampoco es para que te digas así —Él río—Es solo que le tienes que hallar el lado a las matemáticas, ya que se lo encuentras se hacen menos complicadas.

—Me has enseñado unos trucos muy buenos, enserio, gracias.

—Pues, de nada por eso, pero solo es cuestión de comprender las fórmulas y el procedimiento.

Thiago miraba a Damien con el ceño fruncido mientras se sentaba a lado de Ashton.

—Quita esa cara papi Thiago, te harás más rápido viejo.

Thiago fingió no escuchar a Ashton, sus ojos no se despegaban de mi.

—Buenos días. —Grace llegó hasta nosotros mientras bostezaba.

—Buenos días —Respondimos todos al unisono, Damien fue el único que se quedó callado mientras la miraba con fijeza y después bajo la cabeza y me volvió a sonreír.

—Estoy orgulloso de ti.

—Yo también me siento orgullosa de mi.

—Si, no eres el único —Habló Thiago mirándolo mal—Yo también estoy muy orgulloso de mi novia —Remarcó la última palabra, Damien seguía sonriendo.

—Es bueno que estés orgullosa de ti novia, Thiago.

—Oye, Grace.  —La llamé, ella estaba perdida en su móvil mientras tecleaba rápidamente.—Grace.

No sé si no me escuchaba o de plano ella me estaba ignorando.

—¿Y ahora que le hice? Me está ignorando.

Con una nota de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora