Capítulo treinta y cinco | No te vayas

7.3K 486 44
                                    

Skylier

Mis pies estaban adentro del agua, mientras sentía el aire golpeando mi nariz, el olor a agua salada y agua mojada inundó mi nariz.

Al momento que habíamos llegado a la cabaña Harriet decidió irse a dormir, ya que venía muy cansada, los chicos se encontraban realizando la cena mientras Hazel estaba sentada a mi lado y Grace tenía una sonrisa en su rostro.

—¿Y esa sonrisa, Grace? —Pregunté viéndola, mi cabello golpeó mi cara de inmediato.

—Damien me invitó a salir.

—Ey, eso es genial ¿Pero que pasará con Étienne?

—Él está saliendo con una francesa —Se cruzo de brazos y sabía que eso le molestaba.

—Pero cuentame tu, como tomaste lo de Thiago?

—No quiero que se vaya. —Admití—Pero sé que soy egoísta por qué no quiero que se vaya pero también quiero que cumpla sus sueños y tengo miedo por qué sé que las relaciones a distancia no siempre funcionan y no quiero que eso nos pase a nosotros.

—Puedo entenderte, déjame decirte que no temas, su relación seguirá igual, nada cambiará —Hazel me sonrió.

—Ambos se quieren, no tengas dudas de que no funcionará.

—Chicas, vengan, ya está todo listo para cenar —Escuché la voz de Ashton, me levanté del suelo y limpie mi trasero lleno de arena para entrar a la cabaña.

—¿Que prepararon?

—Pasta con pollo.

Me senté en uno de los taburetes y observé a los chicos servir la cena, Leo me entrego un plato y me sonrió

—Ten, mami Sky.

Le dedique una sonrisa de agradecimiento, mientras tomaba un tenedor y comenzaba a degustar el platillo.

—Se supone que la embarazada soy yo y han alimentando antes a Sky —Lloriqueó Harriet.

—Bueno ella es la novia del dueño de la cabaña, si no la alimentamos Thiago puede corrernos.

—Eso es verdad —Mi novio le dió la razón, mientras pasaba sus brazos por mis hombros y dejaba un beso sobre mi sien.

Tome un poco de pasta y la lleve a la boca de Thiago, él estaba sonriendo mientras abría la boca y comía la pasta que le
ofrecía.

Había quedado un poco de crema en sus labios, así que lo limpie con mi dedo y él besó mi muñeca, observandome con fijeza.

—Vamos a extrañarte, papi Thiago.

—También los echaré de menos chicos. —Él admitió, acariciando mi brazo de arriba hacia abajo, logrando que mi piel se erizará.

—¿Seguirán su relación? —Tristan pregunto, observandonos.

—No hay ninguna razón por la cual debería de terminar, Tristan

—Sé que no hay ninguna razón, pero bueno, ya sabes eso de las relaciones a distancia.

—¿Eso? ¿Te refieres a que muchas veces las relaciones a distancia no funcionan?

Con una nota de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora