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Tomioka y Sanemi habían sido enviados a una misión juntos. Tenían que buscar a un demonio con una técnica de sangre extraña, la misma consistía en encerrarte en una habitación.
Con el mayor cuidado, los dos pilares trataban de evitar cualquier ataque de este demonio, no querían que los encierren.

—¡Tomioka, tu ve por el frente, yo iré por detrás! —gritó el albino dirigiéndose al azabache. Tomioka lo miró para luego obedecer y atacar por el frente.

Sanemi corrió a toda velocidad para intentar cortar la cabeza del demonio, saltó y blandió su espada mientras empleaba su respiración para acabar con esto de una vez por todas.

—Los tengo justo donde quería... —rió el demonio. Giyuu y Sanemi se tensaron.

Y de un momento a otro, el albino junto con el azabache estaban encerrados en una habitación.

—¡Mierda, mierda, mierda! —gritaba repetidas veces Sanemi. Tomioka solo se limitó a quedarse en silencio mientras examinaba la habitación para buscar una salida.

De repente, un ruido, como si de una explosión se tratara, se escuchó resonando en todo el cuarto. Los pilares cruzaron miradas confundidos y trataron de buscar el orígen de aquel sonido.

—Creo que encontré al causante de aquella explosión. —dijo Tomioka mientras observaba un pequeño cartel.

—¿Un cartel?, ¿es broma verdad? —preguntó molesto. —En serio, ¿un cartel hizo ese sonido?, no seas idiota. —dijo cruzándose de brazos.

—También encontré la forma de salir de aquí. —Sanemi lo miró esperando la respuesta.

—¿Y bien?, ¿cómo salimos de este maldito lugar?

—Tenemos que besarnos. —dijo.

—¡¿Eh?!, ¿es una puta broma, verdad?, no me jodas.

—No estoy bromeando, eso dice el cartel. —volvió a decir. —Creo que el demonio quiere burlarse de nosotros.

—Voy a matarlo cuando salga de aquí. —miro hacia arriba con molestia.

—Ven, hay que hacerlo, si no, nunca saldremos de aquí... —se acercó a Sanemi lentamente.

Sanemi se sobresaltó y rápidamente empujó a Tomioka.

—¡No haré eso! —se quejó molesto.

—Shinazugawa, siempre lo hacemos. —dijo mirándolo con obviedad.

—¡P-pero no quiero hacerlo ahora y menos en esta situación! —siguió quejándose, la paciencia de Tomioka estaba llegando a su límite.

—Vamos, Shinazugawa. Hay que hacerlo, tenemos que salir de aquí. —dijo un poco molesto.

—¡No lo haré y punto final! —Tomioka se apagó, se sintió mal por un momento. Sanemi notó esto.

—Hey, escucha imbécil —Tomioka volvió a verlo. —, lo haré... ¡p-pero que sea un beso rápido!

Giyuu se quedó en su lugar mientras seguía con su mirada dolida. El albino se acercó y lo miró fijamente.

—¡Ha!, ¿estás triste, Tomioka? —rió divertido para luego colocar sus manos en las mejillas del otro y darle un dulce beso en los labios.

Tomioka correspondió rápidamente colocando sus manos en la cintura del albino para profundizar un poco más el beso, Sanemi jadeó en respuesta.
El azabache, en un acto de desesperación por la lentitud, mordió el labio inferior de Sanemi para que abriera su boca y así poder meter su lengua dentro.

La tensión y la temperatura crecían cada vez más rápido y los dos habían notado esto, así que Tomioka lo pegó a una de las paredes del cuarto y bajó sus labios al cuello del albino para comenzar a besarlo y a dejar pequeñas marcas. El albino solo se limitaba a jadear mientras tomaba entre sus manos el cabello de Giyuu y maldecía constantemente.

Un ruido se escuchó alertando a los dos, miraron al lugar de donde provenía el sonido y vieron que una puerta se abría. Sanemi empujó rápidamente a Tomioka y corrió hacía la salida, seguía avergonzado y sonrojado por lo que había pasado hace unos segundos. El azabache le siguió el paso y cada tres segundos le preguntaba si estaba bien.

—¿Estás bien? —le preguntó nuevamente.

—¡No me hables! —gritó para luego apresurar el paso, quería alejarse de Tomioka y de paso buscar al demonio para asesinarlo.

—Demonios... —maldijo por lo bajo, estaba molesto, lo interrumpieron justo cuando estaba por hacerlo con Sanemi. —Bueno, la próxima será. —se dijo. Sonrió para luego seguirle el veloz paso al albino.

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Disculpen la tardanza, bloqueo de escritor 😻

• ᴍɪɴɪ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀꜱ • // [ɢɪʏᴜᴜꜱᴀɴᴇ/ɢɪʏᴜꜱᴀɴᴇ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora