6.

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Tomioka amaba a Shinazugawa, y realmente quería que el albino lo amara también.

Primero necesitaba enamorarlo, pero ¿cómo? Tal vez enviándole presentes, sabía que era una mala idea el conquistarlo así pero era la única opción que tenía. No era un galán ni un seductor por naturaleza, así que lo haría a la antigua, con presentes, halagos y puede que algún que otro acercamiento.

Lo primero y más importante: su comida favorita.

No tenía una relación muy cercana al albino por lo que nunca había escuchado o había sido nombrado el platillo favorito de Sanemi. Eso lo frustró un poco, ¿qué es lo que haría ahora? No podía simplemente espiar al albino para ver cuáles eran sus gustos, bueno, podría, pero eso provocaría una pelea entre él y Shinazugawa si el mismo se percataba de su presencia.

De acuerdo, tal vez podía pensar en otra cosa.

De pronto, como si de un milagro se tratara, el joven Inosuke pasó delante de él.

Bingo

Por lo que sabía, el chico era muy cercano al albino o bueno, algo, pero lo importante era que Inosuke podría saber cuál era la comida favorita de Sanemi. Tomioka sonrió levemente.

—Joven Inosuke, ¿puedes venir un momento? Necesito hablar contigo. —Inosuke lo miró un tanto alerta, ¿se había metido en problemas y no lo sabía?

—No he hecho nada, haori mitad-mitad. —respondió rápidamente el más joven. Giyu lo miró confundido pero volvió a hablar: —Escucha, hay rumores que dicen que tú y Shinazugawa son muy cercanos, ¿es eso cierto?

—Ah, ¿hablas del viejo amargado? Sí, somos cercanos, desgraciadamente. —Tomioka rió por dentro, por el tono que Inosuke había usado para nombrar al albino se notó que Sanemi no era un chico fácil.

—Necesito tu ayuda. —dijo Tomioka. Inosuke lo miró esperando su petición.

—¿Qué quieres? —preguntó.

—Tú... ¿Tú sabes cuál es la comida favorita de Shinazugawa? —el más joven lo miró un tanto asombrado y a la vez confundido.

—¿Por qué quieres saber eso? —volvió a preguntar.

—Es que... —dudó mientras se rascaba la nuca. —Mira, solo necesito saber eso. ¿Sabes cuál es, si o no? —dijo finalmente. Inosuke puso los ojos en blanco molesto.

—Creo que era algo así como Uhagi, Ohage, o algo así. No le presto atención a esas cosas. —respondió. Tomioka relacionó las palabras y llegó a la conclusión de que a Shinazugawa le gustaba el ohagi. Sonrió satisfecho.

—Gracias, joven Inosuke. —agradeció con tono neutral.

—Si, lo que sea. —dijo mientras se colocaba su máscara de jabalí.

Inosuke había sido su salvación. Ahora podría enviar a Kanzaburo, su cuervo, para que le enviara ohagis a Shinazugawa.

Lo llamó, el cual, con un fuerte graznido, voló hacia el hombro derecho del azabache.

—Kanzaburo, necesito que hagas algo por mí. —pidió, el cuervo se limitó a asentir.

—Lo que tú digas. —graznó.

—Mira, necesito que le lleves una cosa a Shinazugawa. —dijo mientras le susurraba al cuervo. El mismo solo se limitaba a asentir.

Luego de unos minutos, Kanzaburo se fue volando en dirección a la finca de Shinazugawa.

/♡\

—Mierda, estoy exhausto. —gimió al aire. Sanemi se la pasó entrenando ese día. —Creo que tomaré una siesta, necesito descansar —se levantó dirigiéndose a su finca.

—¡Gah! ¡Shinazugawa! —el albino volteó hacia los gritos. ¿No era ese el cuervo de Tomioka?

Maldito hijo de perra.

—¿Qué mierda quieres? ¡Lárgate! —le gritó al cuervo. El animal no le hizo caso y lo mismo voló hacia el joven de cabello blanco. Pudo notar que el cuervo llevaba algo en sus garras.

—¡Shinazugawa, esto es para ti! ¡Gah! —graznó el cuervo mientras se colocaba a un costado del pilar. Sanemi arqueó una ceja confundido.

—¿Qué llevas ahí? —preguntó. El animal le hizo señas para que el albino tomara el envío.

—¡Viene de parte de Giyu Tomioka! —gritó una vez más antes de salir volando e irse por donde había venido.

Sanemi dirigió su mirada hacia el paquete extraño que tenía entre sus manos. ¿Por qué Tomioka le enviaría algo?
Lo abrió sin esperar mucho, no le importaba el contenido y menos si venía del estúpido de Tomioka.

De un momento a otro, abrió sus ojos sorprendido y a la vez avergonzado. Tomioka le había enviado ohagis, su dulce favorito.

¿Pero como él...?

El nunca había dado esa información, ¿Cómo es que Tomioka sabía cuál era su comida favorita?
Un sonrojo se apoderó de su rostro, le pareció un lindo detalle, aunque luego lo golpearía hasta que le dijera de su conocimiento acerca de sus gustos.

Una pequeña risa se escapó de sus labios para luego sentarse frente a la puerta de su hogar y comer el regalo que le había hecho Tomioka. Más tarde tomaría una siesta.

Fin 😻‼️
Espero les haya gustado el cap, muy corto la verdad XD en fin, disculpen la tardanza, la imaginación ya no me da para estas cosas 😿
Como sea, en unos días subo el otro capítulo.

¿Ideas para un próximo cap?
Los leo 🐢💕

• ᴍɪɴɪ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀꜱ • // [ɢɪʏᴜᴜꜱᴀɴᴇ/ɢɪʏᴜꜱᴀɴᴇ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora