El cabello era algo importante para Hawk, al punto que muy pocas personas podían verlo sin su característico mohawk, y mucho menos dejaba a la gente tocar su cabello.
Sin embargo, había sus excepciones. Su madre era un claro ejemplo, ella tenía incluso permitido ayudarlo a arreglar su peinado. Las otras dos personas que tenían acceso fueron su ex y actual pareja, Moon y Miguel.
Ambos habían llegado al nivel de confianza con el chico que les había confiado esa parte de su persona. No obstante, entre los dos, Díaz era el más obsesionado con el cabello de Eli.
En sus momentos solos, cuando iban a sus casas a ver películas o simplemente pasar tiempo juntos no podía controlar la necesidad de enredar sus dedos en las mechas de color.
— Oye ¿crees que podrías ir a mi casa hoy por la tarde?— preguntó Hawk mientras comían en la cafetería de la escuela.
— Si, tengo toda la tarde libre— respondió Miguel casi de inmediato— ¿Hay algún plan en específico?
— Quiero cambiar el color de mi cabello— explicó el aún pelirrojo— pero mi mamá va a salir con unas amigas así que no tengo ayudante.
— Le he ayudado a Yaya a teñir sus raíces, así que escogiste al hombre correcto— bromeó el moreno acercándose para depositar un beso en la mejilla de su novio.
Ninguno de los dos tenía miedo de tener muestras de afecto en público, pues eran los mejores y más respetados peleadores del valle así que nadie se atrevía a molestarlos.
El resto de sus clases pasaron volando al tener sus planes ya hechos. Los dos llegaron a la casa Moskowitz en la motocicleta de Hawk.
— Te parece bien que hagamos primero la tarea y después pasemos al tinte— propuso Miguel cuando cruzaron la entrada.
— Perfecto, ¿en la sala o en mi cuarto?— preguntó Eli con una sonrisa.
— En la sala, de otra manera nunca terminaremos nuestras actividades— dijo Díaz caminando a la sala y jalando al chico con él.
Eli rió ante el comentario y continuaron. Los dos realmente se esforzaron en acabar todo y en menos de dos horas tenían todo terminado.
— ¿Qué color elegiste?— preguntó Miguel, listo para sumergirse por completo en su papel de peluquero.
— Morado electrónico número 12— respondió Hawk siguiendo el juego.
— Perfecto, entonces acompáñeme escaleras arriba para empezar su tiente— el moreno le cedió el camino y ambos fueron al cuarto para tomar los materiales necesarios.
Eli ya tenía todo preparado en su mesa de noche así que entró rápidamente y ambos comenzaron a acomodarse en el baño.
— Ayúdame a llenar un poco la bañera por favor— ordenó el pelirrojo mientras comenzaba a abrir los productos.
— ¿Solo aplicas el color o como?— preguntó Miguel curioso mientras ayudaba a preparar el agua.
— No, primero tengo que decolorar el color previo para que no se mezcle— explicó Moskowits e hizo la mezcla— necesito tu ayuda.
Miguel atendió las instrucciones de su novio al pie de la letra pues no quería arriesgarse a dejarlo calvo. Unos minutos después y luego de quitar el aluminio el pelo de Eli quedó totalmente blanco.
— Está es la parte desastrosa— Hawk le extendió unos guantes de plástico y una playera vieja— te sugiero que la cambies, no querrás que se manche.
Sin pena Miguel se cambió enfrente de su novio y él hizo lo mismo. Cuando estuvieron listos Eli se sentó en el banco que trajeron entre los dos comenzaron a aplicar el nuevo color.
— Vas a necesitar masajear mi cabello para que el color quedé uniforme— explicó Eli un poco apenado.
— No te preocupes yo me encargo— Miguel puso sus manos a la obra y empezó a masajear con suavidad.
Ambos se quedaron en un silencio cómodo, estaban disfrutando el momento. En especial, Hawk pues las caricias eran especialmente agradables.
— ¿Te gusta?— preguntó Miguel.
Hawk asintió su cabeza con los ojos cerrados. La alarma previamente preparada los sacó de su burbuja. Cuando llegó el momento de enjuagar los juegos empezaron a surgir y el desastre empezó.
Sin embargo el tinte había sido todo un éxito.
— ¿Crees que puedas quedarte a dormir hoy?— preguntó Eli cuando los dos al fin habían limpiado su desastre y estaban recostados en su cama descansando— a mi mamá no le molestaría.
— Hago una llamada y te digo— dijo Miguel rápido y se levantó para marcar. Pocos minutos después regresó con una gran sonrisa— dijeron que sí, solo que no hagamos nada inapropiado.
Eli rió luego de lo último y volvió a acomodarse para estar juntos. Miguel continuó su jugueteó con el cabello ahora morado, amaba tenerlo así sin el extravagante peinado pues era más fácil de manejar.
Por el silencio y las relajantes caricias Hawk no tardó en quedarse dormido. Díaz al notar eso se acomodó y siguió su ejemplo.
Los dos amaban esa confianza que los dos se tenían.
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Encuentros Y Eternas Posibilidades
FanfictionCompilación de historia pertenecientes al reto Flufftober. Las historias tendrán personajes pertenecientes a distintas franquicias y probablemente no haya relación entre ellos.