Entrelazar los dedos - Ryler

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Richie realmente había ayudado mucho a Will a abrirse al mundo y superar sus miedos. Principalmente, el miedo de abrirse al mundo y demostrar quién era.

Por mucho tiempo le costó aceptarse, su orientación sexual más que nada, por lo que entraban ahí todas las muestras de afecto a sus intereses amorosos.

Pues a partir de su segundo año en preparatoria había comenzado a conocer a otros chicos, pero ninguno le daba la suficiente confianza para poder salir a público y mucho menos tener muestras de afecto.

Claramente eso cambió cuando Tozier llegó a su vida. Su primer encuentro fue bastante extraño, ya que ocurrió durante la boda de su hermano Jonathan.

Los dos se toparon en la recepción.

— Mike, tu mamá está apunto de matarte, dice que olvidaste su bolso en la casa— dijo Will tan pronto se encontró al pelinegro.

— Me alegra haberme enterado de eso pero yo no soy Mike— respondió el chico enfrentando a Byers— soy su primo, Richie.

Se presentó el joven con una sonrisa, muy distinta a la actitud de Wheeler.

— Lo lamento tanto— Will básicamente se volvió un tomate, su mejor amigo le había advertido que tenía un familiar que se parecía mucho a él— pero eres idéntico a él.

— No me ofendas de esa manera, yo soy claramente más guapo y con estilo— respondió Richie fingiendo señas vanidosas.

Will no pudo aguantar la risa, luego de algunos minutos empezaba a destacar la diferencia entre ambos primos.

— Ya te dije mi nombre, ¿Qué hay de ti?— preguntó el pelinegro intentando seguir la interacción.

— Will Byers, hermano del novio— respondió el castaño extendiendo la mano.

Richie no dudó en tomarla, y casi de inmediato una corriente eléctrica recorrió el cuerpo del más bajo. Nunca le había ocurrido eso, aún así intentó disimularlo a la perfección.

— Entonces, hermano del novio, dime ¿Qué hay que hacer en esta fiesta?...

El resto de la noche ambos chicos la pasaron juntos. Will nunca se había divertido así en su vida, Richie tenía algo en su persona que simplemente llenaba de seguridad al castaño.

Cuando el ambiente fue bajando de intensidad y empezaron los vals lentos ambos chicos se encontraban en una mesa descansando, luego haber corrido por los jardines sin ninguna razón.

— ¿Te gustaría bailar?— preguntó de la nada Richie con bastante seguridad.

— Y-yo— la pregunta había tomado por sorpresa a Will— ¿C-cómo sabes que yo… Acaso tú?

La mente de Will iba a varios kilómetros por hora.

— Simplemente lo sentí— Tozier lo miró directo a los ojos, ya no tenía la sonrisa burlona era más ¿seductora?

— Hay mucha gente y ellos podían…— respondió de nuevo Byers nervioso.

No tenía miedo de lo que diría su familia, tanto su madre como Jonathan sabían de sus preferencias y estaban ahí para apoyarlo. Sin embargo, el resto de los invitados era otra historia.

— No te preocupes, yo te cuido— dicho eso Richie entrelazó sus manos y lo jalo a la pista de baile.

Era una pieza lenta por lo que no había mucha ciencia por detrás. Simplemente Richie guió una de sus manos a la cintura de Will y no soltó su agarré principal.

Ese pequeño contacto borró los alrededores de la mente de Will, dejándolo relajarse y disfrutar la música.

Los dos siguieron viéndose después de la fiesta, escribiendose cartas y haciendo llamadas cotidianas. Era poca sorpresa que solo unos meses después los dos harían oficial su relación.

Puesto que ambos sacaban lo mejor del otro. Y Will sabía que mientras la mano de Richie estuviera ahí, no tendría porque tener miedo.

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