Las garras de Wolverine eran objeto de terror para muchas personas; y con justa razón pues eran armas letales que cortaban a través de las más resistentes armaduras sin ninguna complicación.
Logan era uno de esos que odiaban sus garras, pues luego de tantos años viviendo y sobreviviendo tragedia tras tragedia, y haber lastimado a demasiada gente con ellas. El constante miedo de salir de control y herir a sus seres queridos, lo aterraba.
Y si bien había estado trabajando en esos temores con Charles, no podía evitar que resurgieran de vez en cuando todo empezaba a salir demasiado bien. Aunado a eso estaban sus pesadillas, ya que aunque menos constantes aún llegaban a alterarlo en algunas noches.
— Logan, Logan, Logan, Logan…— la voz de Peter hizo que el castaño por fin despertará de su horrible pesadilla.
Howlett llevaba ya varios minutos gritando en sus sueños, moviéndose y sudando frío. Además, de que sus garras habían salido como una forma de defensa.
— ¡Peter!— suspiró Logan adaptándose a la poca luz de la habitación y aceptando que todo había sido un sueño.
— Estoy aquí— respondió el más joven, acercándose para ayudarlo a calmarse.
Peter lo tomó por las manos sin importarle que las garras seguían afuera de los nudillos de su pareja. El castaño se preocupó al instante al notar sus garras fuera, pues con el embarazo de Peter se había vuelto extra cuidadoso con todas sus acciones.
— Hey, no nos pasó nada, tú nunca nos harías nada— aseguró el peli plateado notando la preocupación del otro.
— Lo lamento tanto— Logan se recargo en su pareja, intentando sumergirse en el aroma de su pareja.
— No tienes porque disculparte, no es tu culpa— volvió a hablar Peter, buscando la mirada de su pareja.
— No quiero hacerles daño, no puedo perder a nadie más— confesó el castaño— soy un arma.
— No eres un arma— Peter se separó para hablar en serio con Logan— tú eres un protector, estás aquí para cuidar de nosotros tu familia.
Peter cerró su discurso con un beso en los nudillos de Logan, como una forma de asegurar que no le tenía miedo y lo amaba con todas sus partes.
Logan quiso alejar sus manos pues aunque tenía control de sus garras aún así le daba nervios que un estúpido accidente pudiera pasar.
— No puedes seguir teniendo miedo cuando la bebé nazca, ella va a necesitar a un padre que la cuide y que no le tema— dijo Peter.
Los dos se quedaron unos momentos más despiertos, intentando volver a la calma antes de dormir.
Tendrían que trabajar en eso.
ESTÁS LEYENDO
Encuentros Y Eternas Posibilidades
FanfictionCompilación de historia pertenecientes al reto Flufftober. Las historias tendrán personajes pertenecientes a distintas franquicias y probablemente no haya relación entre ellos.