Persona A se lastima y persona B cuida de él - Steddie

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Aún después del ataque de Vecna y la situación por la que estaban pasando con Max. La pandilla aún tenía algunos pequeños momentos de alegría.

Cómo la reunión de Mike con sus padres, el reencuentro entre Nancy y Jonathan; pero uno de los presentes fue probar la inocencia de Eddie frente a la policía.

Más que nada había sido un montón de eventos y casualidades ocurridos en el momento exacto. Pues aunque lo que había pasado Max destrozó a todos, pudieron tener una evidencia de que Eddie no estaba involucrado en nada de los homicidios, y ante la presencia de Jason en la escena, fue relativamente sencillo pasar la culpa a él.

Fue por eso que el señor Munson pudo volver a ver a su sobrino como el joven inocente que era. Claro, con bastantes heridas por el ataque de los murciélagos.

Los primeros días el señor Munson se había negado a abandonar el costado de Eddie, pero luego de notar que tendría que preparar el remolque para recibir a un chico en recuperación cedió un poco el control de mis cuidados.

Varios de los niños iban a visitarlo a diario pero ninguno tenía permitido hacer las guardias nocturnas. Dustin era el principal voluntario pero su madre tampoco permitía que se sumergiera en responsabilidades que no le correspondían.

En medio de esa situación llegó Steve, el los últimos días había formado una extraña relación con el rizado que pocos, exceptuando a Robin, entendían.

— Dustin, tu mamá te espera— de esa manera entró y saludó Steve a ambos chicos.

Los dos estaban sentados en la camilla jugando cartas, distrayendo a Eddie pues cualquiera se volvería loco estando 24/7 en un pequeño cuarto de habitación sin ningún tipo de entretenimiento, además de una televisión con solo 3 canales.

— ¿Es enserio? Justo cuando se estaba poniendo divertido— se quejó el rizado levantándose a regañadientes.

— No te preocupes, no iré a ningún lado. Podemos mantener así la baraja y continuar mañana— respondió Munson, tenía una habilidad nata para tratar con los menores.

— Me parece perfecto— dijo Dustin cuando terminó de recoger sus cosas.

Se despidió de ambos de sus amigos y bajó al encuentro con su madre.

— No sé cómo la señora Henderson le permite pasar tanto tiempo aquí, debería encontrarle alguna actividad de verano— comentó Steve mientras se iba acercando cada vez más a la camilla.

Ahora que los dos estaban solos se sentían en la confianza de dar muestras de afecto.

— Siente lástima por mi, soy la pobre alma incomprendida de este pueblo— respondió Eddie agregando dramatismo a la oración.

Steve rió por lo bajo y se acercó a depositar un beso en los labios de Eddie. Finalmente saludando como se debía a su nuevo novio.

— Hola— Steve dijo tan pronto se separaron.

— ¿Qué tal?— el rizado comentó sonriendo ante la muestra de afecto.

Steve tomó asiento junto a Eddie. No iba a negar que aceptar sus sentimientos por el chico le había sido complicado, no obstante su amistad con Robin le había hecho abrir sus ojos de tantas realidades que antes ignoraba. Por lo que había decidido darle una oportunidad a su felicidad antes de preocuparse sobre prejuicios y otras cosas. Y Munson había sido la persona perfecta para ese nuevo cambio.

— ¿Cómo has estado?— preguntó el castaño.

— Aburrido— habló Eddie volviéndose a recostar— pero la enfermera que cambió mis vendas hoy dice que mis heridas están sanando bastante bien y rápido, así que si el doctor lo permite podré volver a casa la próxima semana.

La emoción era clara en los ojos del rizado.

— Sería excelente, podríamos hacer muchas cosas más desde tu casa— agregó Steve.

— ¿Cómo ver películas?— preguntó Eddie recordando el trabajo de su novio.

— Esa sería una buena opción…

Los dos siguieron hablando hasta agotarse, se habían conocido en una situación para nada ideal. Sin embargo, los dos dudaban que se hubieran dado la oportunidad en otro escenario, así que preferían no pelear con el destino.

Además, pasar ese tiempo juntos realmente los había hecho conocerse de verdad, dándose cuenta que aunque los dos fueran realmente diferentes había algo en personalidades que los hacía completarse a la perfección.

Encuentros Y Eternas Posibilidades Donde viven las historias. Descúbrelo ahora