Mi Omega Especial → Mitake ♡

Capítulo 10

Era un nuevo día de clases y ahí se encontraba, siendo acosado por Senju por milésima vez en la puta mañana.

—Vayamos al cine Mikey, yo pagaré las entradas y las palomitas.

—Senju, ya te dije que estoy muy ocupado para salir —Respondió irritado Manjiro.

—¿Y que haces que te tiene tan ocupado? —El alfa frunció el ceño molesto ante la pregunta.

—Lo que haga no es de tu incumbencia, ahora dejame en paz.

Senju hizo un puchero en un inútil intento de verse tierna, lo cual obviamente no resultó, dejándola en ridículo frente al alfa.

—Okey, me voy, adiós —Habló rápidamente Sano antes de irse rápidamente casi corriendo, dejando a una furiosa Senju parada en medio del pasillo.

Estaba teniendo una maravillosa mañana hasta que apareció esa omega. Al despertar lo primero que vió fue el hermoso rostro de Hanagaki frente al suyo, había recordado lo que había sucedido en el campo de flores el día anterior, estaba entre nervioso y feliz, sabía sobre la tremenda fertilidad del menor y era consciente que este fácilmente pudo haber quedado embarazado, lo anudó dos veces sin necesidad de salir de él. Durante sus primeras clases había planificado todo a la perfección si es que el omega quedaba en cinta.

Obvio estaría feliz como la mierda, el siempre quizo ser padre, tener una gran camada de cachorritos, criarlos y protegerlos junto a una pareja hermosa (claramente no se decepcionó con el destino). La cabaña que tenía en el bosque le fue regalada con ese propósito, se la regaló su madre para su cumpleaños número 17, le había dicho que llevara ahí a su omega destinado, que ahí pasarán sus celos y que ahí criaran a sus cachorros, el dinero no sería un problema ya que aparte de tener ahorros en el banco con una estúpida e incontable cantidad de ceros, es el próximo heredero a la inmensa cadena hotelera de sus padres. Incluso habían un par de casinos en Las Vegas que estaban a su nombre, esperando a que su dueño cumpliera la mayoría de edad para que su cuenta fuera abierta y explotara en dinero, el hecho de que la gente fuera adicta a apostar era un gran beneficio para el, por lo que a sus cachorros y a su omega no les faltaría absolutamente nada.
Manjiro desde que vió a Takemichi indefenso en el bosque entre la neblina supo que era su destinado, su lobo se lo dijo, solo que era difícil para el asimilar que había encontrado a su pareja destinada, con quien pasaría el resto de su vida.

Pero sinceramente el no podía estar más agradecido de que él destino le pusiera a una persona tan hermosa como lo es el adorable pelinegro con un lunar bajo su ojo y olor a dulces rosas de campo.

Parpadeó reiteradamente dándose cuenta que estaba parado en medio del pasillo sonriendo como un estúpido y que muchos alumnos lo miraban como si estuviera loco. Suspiro y comenzó su camino a la cafetería donde se encontraría con su omega para juntos decirles a Seishu, Chifuyu y Kokonoi sobre lo del nudo. Y que Hanagaki tenía probabilidades de quedar en cinta.

Entró en la cafetería y miró a su alrededor buscando hasta que vio la inconfundible cabellera rubia de Seishu, río pensando que el particular color en el cabello del chico resaltaba entre los demás, lo cual era más fácil saber su ubicación por lo tanto más fácil encontrarlo a él y a los demás omega.

Se dirigió hacia la última mesa donde lo recibió la brillante sonrisa de Takemichi, tomó asiento a su lado dejando un pico en sus gruesos y rosados labios a modo de saludo para después saludar con un asentimiento de cabeza a los otros tres.

—Ya estamos todos aquí ¿Que es lo que tienen que decirnos? —Preguntó Hajime mirando a Mikey.

—Bien, iremos directo al punto —Dijo Hanagaki apretando la mano del alfa por debajo de la mesa.