CAPÍTULO 2

802 76 14
                                    


¿Por qué tenían que regresar esos recuerdos para atormentarlo? ¿Acaso no fue suficiente que casi le quitaran la vida?

¿Por qué debían regresar para convertirse en su tormento?

¿Acaso no podría jamás escapar de ellos?

"¿Porsche?," preguntó Arm al verlo tan perdido en sus pensamientos ya que parecía como si una sombra hubiera caído sobre su semblante y ni siquiera el humo del cigarrillo que fumaba era suficiente para calmar su ansiedad.

¿Si solo tuviera...?

No, esas porquerías no las volvería a tocar jamás.

De repente Kinn entró de golpe a la sala de reuniones. Se veía agitado ya que al parecer había salido corriendo de su oficina en busca de su amado al enterarse de lo que estaba pasando. Al ver el semblante demacrado de Porsche, sabía que esa expresión significaba que no era nada bueno lo que vino a decirle Arm.

"Mi amor," le dijo mientras lo tomaba de la mano y se sentaba su lado, "¿Qué pasó?"

"Iremos a juicio con Tawan," dijo Porsche algo nervioso mientras le entregaba el extenso documento que le había dado el agente.

Lo miró atento durante unos segundos en silencio, leyendo cada uno de los puntos principales y luego añadió, "Encontraré la manera de solucionar esto, eso te lo aseguro."

"¡Tu no vas a hacer nada Kinn!," le gritó Arm furioso golpeando la mesa, "¡¿Crees que no sabemos lo que pasó con tu padre?! ¡¿Nos crees unos estúpidos?!"

Kinn se quedó frío al escucharlo y el oficial continuó diciendo, "Tienes suerte de que hayas dejado de ser el principal sospechoso de la muerte de tu padre."

"¿De qué hablas?," preguntó pretendiendo estar confundido.

"Gracias a todo el trabajo que realizó Porsche durante meses para la Interpol, logramos desmantelar varias organizaciones criminales por lo que hicimos la vista gorda a la muerte de Kun Korn, pero eso no significa que no sepamos que fuiste tú el que lo hizo," le dijo molesto.

"¡Yo haré lo que sea por proteger a Porsche!," gritó, poniéndose de pie frente a él y mirándolo a los ojos, mostrando todo su convencimiento en sus palabras ya que sabía que era capaz de hacer cualquier cosa por los que amaba.

"Tú no harás nada," le dijo el piel canela a su amado y lo tomó con dulzura de la mano para que se sentara a su lado, "No quiero que te sigas arriesgando de esa manera tan innecesaria, ya es suficiente con todo lo que ha pasado. Encontraremos una forma de poder manejar todo esto de la manera correcta."

"Porsche tiene razón, él tiene todas las de ganar en este juicio pero tenemos que ser inteligentes. Si algo le llega a pasar a Tawan tu serás el principal sospechoso y puede que incluso termines en la cárcel," al escucharlo decir eso, Porsche se llenó de preocupación ya que no podía ni siquiera imaginar que lo separaran de su amado por un crimen como ese, cuando lo único que hizo Kinn al acabar con Korn fue protegerlo.

"Escúchenme bien," les dijo Arm tratando de tranquilizarlos a ambos, "Este no es el momento para estar jugando, debemos calmarnos y pensar bien una estrategia para detener a Tawan."

"No puedo creer que esto esté pasando," dijo Porsche y se sujetó el rostro con las manos, como si de esa manera pudiera protegerse de todo lo que se estaba desarrollando a su alrededor o al menos intentar detener los pensamientos que le daban vueltas en la cabeza.

"¿Cuándo es el juicio?," preguntó Kinn mientras acariciaba la espalda de su amado para calmarlo al verlo tan afligido.

"En tres meses," respondió Arm.

KINNPORSCHE - BETTER ANGELS / THE DANGEROUS DRUG OF SEXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora