KINNPORSCHE - BETTER ANGELS / THE DANGEROUS DRUG OF SEX

CAPÍTULO 10

Kinn miraba el sobre grueso entre sus manos que tenía grabado su nombre en tinta de color azul mientras se sentaba sobre la cama del estudio de Vegas.

Ver ese sobre de color blanco lo asustaba por alguna extraña razón ya que por unos segundos los recuerdos de esa terrible noche regresaban a su mente. Porsche frío dentro del agua de color rojo intenso, su piel fría y morada, su falta de pulso...

¿Qué hubiera pasado si no llegaba a tiempo?

¿Acaso lo único que le hubiera quedado de su amado sería esta carta en sus manos?

Porsche y los últimos pensamientos que tuvo antes... antes de cometer ese acto tan terrible contra si mismo y que lo había marcado para siempre.

Abrió la carta con cuidado, sintiendo que su corazón se le aceleraba en el pecho por la expectativa que sentía, dudando incluso a momentos en leerla por temor a lo que le diría. Pero el momento en el que vio el cigarrillo a medias dentro del sobre, no pudo evitar llorar con fuerza como si se le rompiera el corazón.

Era una clara señal de que se despedía por última vez de él...

Kinn lloró solo con verlo y se abrazó a la carta, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas. El terror volvía a invadirlo, ¿Qué hubiera pasado si no llegaba a salvarlo?

Pero tenía que armarse de valor por Porsche. Vegas le había dicho que comprendería todo sobre su amado si la leía, "Tal vez si la lees podrás cambiar esa mente imbécil que tienes."

Así que respiró profundamente y sacó la carta, que tenía claras marcas de gotas en sus páginas y era obvio que había estado llorando mientras escribía a puño y letra sus más profundos pensamientos...

Pero desde la primera oración que leyó, la carta lo desarmó por completo ya que era como una trágica confesión de su amor:

Querido Kinn:

Hoy, me atrevo a decirte, mi amor. Sé que en muchas ocasiones me llamaste así y en este momento quería corresponder ese sentimiento ya que será la última vez que me dirijo a ti.

Para el momento que leas esta carta ya te habrás librado de mí y ya no volveré a ser una carga para ti, porque yo sé que jamás podré ser digno de estar a tu lado o de poder ser capaz de corresponder el amor que tú me has dado.

Se que tendrás muchas dudas y te estarás preguntando el por qué; pero si quieres que te dé una explicación, lo único que te puedo decir es que el dolor que siento en mi corazón es absolutamente insoportable.

Créeme que luché por muchos años por no dejarme vencer por este sufrimiento que me asfixia, pero hoy ya no pude más y perdí la batalla.

Ya no tengo fuerzas para seguir adelante.

Este sentimiento que nació desde la primera vez que me tocaron, me hizo comprender que la vida no tenía previsto la felicidad en su agenda para mi y con cada momento que siguió a ese primero, se reforzaba esa idea en mi mente.

Han sido tantas manos las que me han tocado que ya no puedo ni siquiera contarlas. Aquellas personas únicamente sacaron provecho de mi cuerpo, me usaron e hicieron de mi lo que quisieron, hasta el punto que me rompieron.

De la persona que creíste conocer, solo quedan ahora los pedazos de lo que alguna vez fue un hombre al que le robaron su inocencia. Desde ese día que Yok me colocó ese par de alas blancas, solo conocí lo que era la absoluta soledad.

No podía compartir mi verdad con nadie, lo ocultaba dentro de mí hasta que terminó por consumir todo lo que existía en mi alma. Cuando quise defenderme por primera vez cuando era joven, me tacharon de mentiroso y descubrí que la justicia no le llega a las personas como yo.