Parte XVI: Visita inesperada.

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[Harper]
Es algo temprano, me alegra ver que al fin hay alguien despertando a mi lado, como lo hizo Steel también es especial, pero ahora es con mi pareja.

De pronto entran en la habitación Blake y Drake, ambos se dirigen a mí:
— Papi, hay dos señores afuera.
— Sí, uno es un hombre hiena y la otra una mujer tigre.

Eso me deja un poco paralizado:
— V-voy en un momento.

Ellos salen, trato de vestirme rápido a la vez de algo torpe, Damian se sorprende de mi comportamiento:
— ¿Pasa algo? Te veo muy raro.

No quiero asegurar nada:
— Solo tendré algo sabiendo quién está esperando en la puerta.

Se levanta a vestirse también:
— Iré contigo, parece que es algo serio.

Eso me da algo de paz, que se quede a mi lado.

Me dirijo a la entrada, estando ahí algo tembloroso abro la puerta viendo a dos señores algo mayores, la mujer pregunta:
— ¿Harper?

Me tiembla un poco la voz:
— S-sí, ese s-soy yo.

El señor con lágrimas de felicidad se lanza a abrazarme:
— Somos tus padres, Eric y Sarah.

Eso me pone mal, hago que me suelte y lo empujo:
— No quiero verlos, no son bienvenidos.

Cierro la puerta llorando a lo cual me abraza Damian:
— ¿Son tus padres? Deberías dejarlos pasar.

Me aferro a él:
— No lo entiendes, ellos me botaron de casa estando embarazado, me trataban de manera tan fría, y mi padre me dijo que no regresara a su casa.

Del otro lado se escuchan:
— Hijo, entiendo que nos trates así, pero permitenos aclararte algo.
— Escucha a tu padre, si después de esto no te convencemos nos iremos para no volver.

Damian me acaricia:
— Déjalos entrar, pase lo que pase te voy a apoyar.

Suspiro:
— De acuerdo, pero no me dejes solo.

Toma mi mano, eso me da fuerzas y los dejo pasar, los dirijo a la sala, después de un incómodo silencio mi madre decide hablar:
— Esto es ridículo, tanto buscarlo para que no se te ocurra decir nada, dile todo.

Cruza sus brazos tratando de contener sus lágrimas:
— Harper, haz cambiado desde que nos vimos por última vez. No solo te quiero decir eso, también... Perdón, no fui un buen padre para ti cuando lo necesitaste, créeme que me he arrepentido desde aquel día haberte sacado de casa de esa forma, nunca pensé con claridad que te hacía daño.

Mi madre toma su mano:
— Yo también te pido perdón, por no detener a tu padre siempre dejé que te hiciera daño, nunca pensé en ti y eso es algo que quiero que me dejes cambiar. Ambos queremos arreglar todo contigo.

No puedo evitar llorar:
— ¿Creen que con sólo un perdón van a curar años de sufrimiento? ¿Tienen idea de cómo me sentía probando suerte en otra ciudad mientras cuidaba solo a mis hijos? Ustedes nunca fueron buenos conmigo y me dejaron cuando más los necesitaba.

Mi padre baja su mirada:
— Nos hemos atormentado por ello todo este tiempo... Desde que te corrí de casa he querido volver a verte, no me di cuenta que un gran imbécil se había aprovechado de mi pequeño niño y solo te culpé echándote a la calle. Pero te juro que queremos cambiar eso, queremos apoyarte de ahora en adelante si nos dejas porque... Porque te amamos.

Mi madre se acerca más a él:
— Los dos nos arrepentimos de no hacer lo que debimos, nos dañaba tanto lo que los demás pensaran que nunca nos detuvimos a pensar en lo que tú querías. Nos soportaste por tanto tiempo sin darnos problemas, creo que no merecemos un hijo como tú.

En eso se acercan Blake y Drake algo tímidos:
— Papi, ¿estás bien?
— Oímos algunos gritos y estás llorando.

Se acercan a mí para abrazarme, Damian también lo hace, mi madre sonríe con ojos cristalizados:
— Veo que haz formado una familia mejor que la de nosotros.

Mi padre no puede evitar sonreír también:
— Así que ellos son mis nietos. Tampoco soy digno de tenerlos, se ve que los haz cuidado bien, hasta se preocupan por ti aun a su corta edad. Deberían tener entre seis y siete años, es el tiempo que no te hemos visto.

No sé por qué, pero le digo a los niños:
— Saluden niños, ellos son sus abuelos... Mis padres, el hombre hiena es su abuelo, se llama Eric; la mujer tigre su abuela, se llama Sarah.

Se acercan tímidos, mis padres los retienen en sus brazos al parecer de manera cálida:
— Al fin los conocemos, me hubiera gustado verlos recién nacidos.
— Aunque no eres un alfa, eres mejor padre que yo, se nota el amor y tiempo que les dedicas.

Damian me abraza pegándome a su pecho:
— Eres una gran persona Harper, por eso te amo. ¿Esto significa que los has perdonado?

Suspiro:
— No del todo, ha sido mucho tiempo que no siento poder perdonar fácil, pero tú más que nadie sabe que si pueden hacer felices a mis hijos estaré de acuerdo.

Ellos se ven felices de conocerlos, Drake se sienta en la pierna de mi padre:
— Al fin puedo decirle a los niños que tengo un abuelo, y que es como mi papá.

Blake se sienta a las piernas de mi madre:
— Tenemos más familia, hubieran llegado antes para estar en nuestra fiesta de cumpleaños.

Ellos sonríen al escucharlos, mi padre les dice:
— No alcanzamos a llegar, los hemos buscado todo este tiempo, jamás creíamos que pudiéramos encontrarnos en otra ciudad, pero si su padre nos permite les daremos un paseo para festejar.

Parece que quieren salir con ellos, mi madre mira otra vez con nosotros:
— Veo que también tuviste un buen esposo con el tiempo.

Él se sonroja:
— N-no señora, disculpe, yo no soy esposo de Harper. So-solo somos novios... Por ahora.

Eso me hace sonrojar a mí:
— ¿En serio quieres eso algún día?

Me sonríe:
— Por supuesto que sí, no tengo nada que dudar contigo.

Lo abrazo, aunque no me siento muy cómodo con todos viéndonos, mis padres dejan a los niños y se levantan:
— Harper, tenemos que irnos por haber reservado un hotel unos días, tenemos que llegar a tiempo. Si nos permites nos encantaría volver a verlos.
— Te prometemos que haremos lo mejor para ganarnos tu confianza, te amamos, y ahora que vemos a tus hijos supongo que tenemos que esforzarnos más porque ya los amamos también, tenía ganas de verlos.

Me levanto un tanto triste:
— Pueden intentar, pero aún no estoy seguro de nada, todo lo que siempre pido es que nunca los dañen a ellos. Si quieren hacer un compromiso que no sea conmigo, háganlo por ellos.

Mi padre pone su mano encima de mi hombro:
— Eres un ejemplo a seguir, no todos son como tú, lo haremos y en el proceso esperamos nos puedas perdonar.

Ellos se despiden y se marchan, los niños se acercan felices:
— ¿Podemos verlos de nuevo?
— Quiero conocerlos más, ¿sí podemos?

Parece que les agradaron, creo que necesitaban empezar a conocer más sobre donde vienen, me es difícil, pero creo que puedo intentar también:
— De acuerdo, los veremos otro día.

Damian besa mi frente:
— Te admiro Harper, te voy a apoyar en lo que decidas hacer.

Los niños toman a Damian de las manos para llevarlo a la cocina, supongo que tienen hambre, debería de hacer de comer para ellos.

Fue muy de sorpresa y aun no me creo que mis padres me hayan buscado todo este tiempo, no lo entiendo, pero por un lado, mi corazón se ha conmovido. Quiero creer que no me van a dañar esta vez.

Apostando Todo 2: Una nueva oportunidad (Furry Yaoi) [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora