Parte XXXVI: Un momento no tan efímero.

112 18 2
                                    

[Dariel]

Mi nombre es Dariel, un tiburón alfa de 29 años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi nombre es Dariel, un tiburón alfa de 29 años. Por mi especie todos piensan que soy de aquí de la playa, lo cierto es que solo estoy de vacaciones y pronto volveré a la ciudad.

Voy caminando un momento mientras veo algunas parejas disfrutar del momento, hay algo que me tiene mirando y es que me gustaría tener a alguien a mi lado.

Sé que no es lo primordial, pero la vida es muy vacía cuando no tienes con quien compartir algunos logros, ahora mismo incluso no tengo con quien compartir mi viaje.

Viendo a tantas personas felices siento que disfrutaría más al tener a alguien a mi lado. Hace unos años tuve novia, ella tuvo que mudarse a otra ciudad que haría que nuestra distancia fuera mucha.

Intentamos una relación a distancia después de que se fuera, pero las cosas no fueron nada sencillas, no podía ir a verla con facilidad. Ambos terminamos lastimados de esa relación, me dolió tener que dar por terminado lo que había entre nosotros.

Todo lo que hice fue por ella, así podría tener un amor que estaría a su lado y no yo que era complicado moverme en ese entonces.

Desde entonces solo se han fijado en mí por mi cuerpo, porque buscan algo pasajero o un buen rato. No me gusta que sea de esa manera, respeto cuando eso pasa que dos o más personas estén de acuerdo, solo que en mis relaciones me gusta que vayan solo entre dos y nada de momento.

Incluso una vez pensé en una relación abierta, no me sentí cómodo con ello. Así que descarté en ese momento también una poliamorosa.

Me pregunto si en serio tengo futuro con alguien en esta vida, a veces creemos que nunca llegará esa persona que nos complementa, hay que dejar sorprenderse en cualquier momento.

Miro al mar mientras pienso todas estas cosas, de pronto sentí un leve empujón, me molesto un poco, al girar veo un chico hiena levantándose del suelo.

Al ver que no fue algo intencional le ayudo:
— ¿Estás bien?

Se ve apenado:
— Sí, lo siento, he estado buscando a alguien y por distraerme mirando a todos lados he olvidado mirar hacia el frente, me disculpo por ello, espero no haber molestado.

Le sonrío:
— No pasa nada, solo deberías tener más cuidado, ¿necesitas ayuda?

Niega con la cabeza:
— Sería mucho pedir, no quiero molestar y...

Suena su celular para revisarlo:
— Oh, al parecer todo está bien. Me asusta cuando salen sin avisar, ya estaba muy preocupado.

No entiendo nada:
— Lo bueno es que se haya solucionado, sea lo que sea. Bueno, me retiro, que tengas un buen día.

Se apresura a detenerme:
— Espera, ya que te molesté y haz sido amable, ¿te gustaría que te invitara algo? No sé, algo de comer, de tomar, o cualquier cosa que se te ocurra.

Me parece lindo de su parte:
— Bueno, vamos a comer, hay un lugar al que me gusta ir que no está lejos de aquí.

Asiente para después seguirme, mientras caminamos le digo:
— Una disculpa, mi nombre es Dariel, ¿cómo te llamas pequeño?

Hace un pequeño gesto de molestia, pero se ve tierno:
— No soy un pequeño, no creo que seamos tan diferentes de edad.

Río leve:
— En realidad lo decía porque eres un omega, pero si te molesta no lo diré de nuevo.

Suspira:
— Lo siento, mi nombre es Harper.

Llegamos al lugar:
— Es un gusto, y bueno, aquí estamos.

Me abre la puerta:
— Adelante.

Es algo extraño para mí que lo haya hecho, aún así se agradece el gesto:
— Gracias.

Paso y él detrás mio, me siento en un lugar en que me gusta estar, lo bueno es que no había nadie ahí.

Llegan para tomar órdenes, él no pide mucho, tal vez sea porque su pequeño cuerpo no necesita tanta comida como un alfa.

Esperando miro hacia afuera:
— ¿Sabes? Me da gusto estar acompañado en este lugar, normalmente cada que tengo vacaciones me gusta venir aquí. Venía a esta playa con mis padres y era aquí donde nos reuníamos. Era un lindo momento familiar, estar solo se sentía diferente, pero me traía esos buenos recuerdos.

Toma algo de curiosidad:
— ¿Sueles visitar a tu familia?

Volteo a verlo:
— A veces los veo, solo que ahora con otras responsabilidades, el trabajo y hacer mi propia vida a hecho que vernos sea algo complicado. Los invito, solo que tienen cosas que hacer también, incluso mi hermano mayor ahora se ocupa de su familia.

Baja su mirada:
— Lo siento, espero no haber incomodado.

Le tomo su mano:
— Descuida, son cosas de la vida.

Se sonroja retirando su mano tímidamente:
— No creo que deberíamos tomarnos de las manos.

Cada vez me agrada más, cualquier otra persona me hubiera insistido en no soltarle las manos o hubiera tratado llegar más lejos, pero él no. Tiene algo diferente, algo especial.

Nos traen la comida, es la primero vez que como junto a alguien en un tiempo. Conforme paso más tiempo con él me va ofreciendo más lindo, también me da curiosidad conocerlo:
— ¿Qué hay de tu familia? ¿Se llevan bien?

Piensa un poco:
— Bueno, mi relación con mis padres no es la mejor para ser honesto, solo por mis hijos siento que es menos pesado nuestra relación.

Oh, debe de estar casado, pero no veo un anillo:
— ¿Y cómo te llevas con el padre de los niños?

Mueve la cabeza de un lado al otro:
— No hay nada entre nosotros, hace tiempo no sé nada de él. Hace poco creí que mis hijos se encontraron con el otro hijo de él, pero sería mucha casualidad. Estuve mucho tiempo cuidándolos solo, por suerte ahora hay alguien que me ayuda y se llevan bien por lo que me siento tranquilo.

Debe ser una niñera o niñero que le ayuda, me sorprende que haya estado un tiempo solo según dice. Aunque parece que estuvo algún tiempo con él si tiene más de uno:
— ¿Cuánto tiempo estuvieron juntos? Si se puede saber, claro.

Baja su mirada esbozando una pequeña sonrisa:
— Realmente nunca fuimos pareja, tuve dos hijos porque son gemelos. No hablemos más del tema, es algo duro de hablar.

Entiendo, no preguntaré más.

Seguimos de manera agradable conversando y comiendo, empieza a despertar algo en mí. Sonará ridículo, al menos siento que estoy atraído a su forma de ser y no voy a negar que a pesar de haber tenido dos hijos se mira muy bien de su cuerpo.

Llega el momento en que se tiene que retirar, me imagino que es para ver a sus hijos:
— Me dio gusto conocerte, Harper, me la pasé bien contigo.

Me sonríe:
— Igual yo, fue interesante conocerte, ¿te puedes agachar?

Me inclinó a lo cual me da un beso en la mejilla:
— Gracias, cuídate, Dariel.

Se retira mientras toco mi mejilla sonriendo:
— Vaya que es especial.

Veo como se aleja hasta perderse en la multitud... Un momento, ¡no le pedí su número para hablar con él! Oh, no, ahora será complicado vernos de nuevo.

Me doy un leve golpe en la cara con la palma abierta, no puedo creer que lo dejé pasar, estaba disfrutando tanto de su compañía que no pedí alguna manera de contratarlo.

Bueno, al menos espero que nos volvamos a ver, parece que también viene de vacaciones, vendré cada año solo con tal de verlo.

Al menos no lo digo en voz alta, pensarían que soy un loco por querer ver de esa manera a alguien que acabo de conocer... Aún así, espero la vida nos vuelva a juntar, Harper.

Apostando Todo 2: Una nueva oportunidad (Furry Yaoi) [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora