Parte XLII: No te volveré a dejar.

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[Harper]
No he sabido nada de Damian, quería saber cómo está, o si podía verlo para poder hablar con él y aclarar las cosas.

Sé que tal vez él es quien tiene cosas que decir, pero igual yo.

Ahora tampoco tengo muchas posibilidades de salir, tengo que estar con todos los niños para cuidarlos mientras se divierten, ojalá estuviera aquí mi tigre.

[Damian]
Tengo que ver a Harper, ayer no pude por algunas cuestiones, entre ellas quedarme a resolver lo sucedido con algunos reportes de personal nuevo.

Terminé algo tarde y estaba seguro que él podría sentirse muy cansado por lo que no quise molestar, como tampoco me ha llamado supongo que es mejor verlo en persona.

Estando de camino me encuentro con Dariel quien se detiene hasta que lo alcanzo:
— Parece que vamos a donde mismo.

Me da curiosidad:
— ¿Cómo sabes a qué voy y dónde vive Harper?

Responde tranquilo:
— Cuando tú no estabas alguien tenía que animar a Harper, claro que no me dejó hacer nada más, pero espero al fin empiece a sentir algo por mí.

No creo que lo logre:
— Justo voy a demostrarte que no ama a nadie más que a mí. Estoy seguro de ello y confío que somos el uno para el otro.

Suspira:
— Puede que tengas razón, solo déjame por esta última vez intentar acercarme a él, si estás tan seguro de lo que siente por ti permíteme una última vez.

Lo permito, sé que no habrá nada de que preocuparse.

[Dariel]
Seguimos juntos hasta la casa, me da permiso de entrar antes esperando en un punto donde no lo vea Harper.

Toco la puerta, sin esperar mucho abre la puerta algo apurado:
— Dariel, me gustaría atenderte, pero ahora mismo estoy ocupado cuidando niños.

Le sonrío:
— ¿Me dejas pasar solo un momento?

Cierra los ojos:
— De acuerdo, solo que no te vaya a agobiar estar con niños jugando por aquí y por allá.

Entramos, si están haciendo algo de ruido pareciendo como si jugaran a ser piratas.

Veo los pequeños de Harper siguiendo a los demás y todos interactuando entre sí. Los ruidos me parecen un poco molestos, no creo que sea demasiado malo cuando se acostumbra.

Nos dirigimos a la cocina, está preparando algunas cosas para que los niños puedan comer:
— ¿Necesitas ayuda?

Sin mirarme responde:
— No es necesario, dime, ¿te puedo ayudar en algo?

Trato de acercarme, de pronto pasan corriendo frente a mí por lo que me detengo pronto:
— Deberían de tener cuidado.

Ríe leve:
— Son niños, Dariel, no esperes que estén tranquilos mientras disfrutan de jugar. Es lo lindo de la niñez, tantas aventuras en sus mentes, es tan hermoso vivir esa etapa.

No lo veo de la misma forma:
— ¿Suelen venir aquí seguido?

Responde mirándome algo serio:
— Suelen venir o ir a casa de los demás, parece que tienes un problema con los niños.

Me apresuro a responder:
— Claro que no, los tuyos son lindos, pero los demás...

Se cruza de brazos:
— Los demás son amigos de mis hijos, así que los tienes que tolerar al menos. ¿Qué sucede, Dariel?

Le soy honesto:
— No estoy acostumbrado a los niños, es todo. Creo que poco a poco podría estar más tranquilo.

Suspira con una mirada fatigada:
— Dariel, no quiero ser grosero, no tengo mucho tiempo para soportar lo que sea que estés pensando. Quizá no sea fácil, pero mi vida es así, tengo que encargarme de algunas cosas ahora mismo. Te puedes quedar si quieres, pero es necesario que aprendas a tolerar estar con niños que les gusta jugar, gritar, reír.

Miro algo triste:
— No puedo hacerlo, no ahora mismo, no estoy listo si quiera para ser papá.

Esboza una pequeña sonrisa:
— Eso es algo que me gusta de Damian, él está listo para ello. Aún cuando no son suyos de manera biológica los ama, y estoy seguro que estar aquí le encantaría.

Veo que es más de lo que pensé, sí es único, es especial, pero creo que no he tomado mucho en cuenta estas situaciones:
— Perdona si te hice perder el tiempo, creo que es mejor que me vaya.

Lo abrazo suave:
— Tal vez la persona correcta para mí me está esperando en otro lugar, uno donde estuvo frente a mí todo el tiempo y no me di cuenta, gracias, Harper, ¿amigos?

Me sonríe más tranquilo:
— Seguro que sí Dariel.

Beso su mejilla para después salir de su casa, veo que a un lado está Damian:
— Te admiro, lo amas más de lo que yo lo hago. No me di cuenta de lo que implicaba amar a Harper. Espero que sean muy felices.

Me retiro.

[Damian]
Eso fue inesperado, ¿qué le hizo cambiar de opinión? Pensé que al ver a los pequeños se enamoraría más.

Al girarme veo que está ahí Harper con una sonrisa y sus ojos cristalizados:
— ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

Me sorprendo, pero también me hace feliz, me apresuro a abrazarlo y cargarlo:
— Ño importa, solo quería verte, te amo mucho y perdóname por haberte lastimado. En verdad nunca quise hacerlo, perdóname por mis celos.

Me besa suavemente:
— Te extrañé a pesar de que solo fueron unos días, estoy seguro que podemos mejorar nuestra relación y aumentar nuestro amor cada día más.

Lo dejo de nuevo en el piso:
— Estoy seguro que sí, también extrañé tenerte cerca, sentir esos hermosos labios, estar con Drake y Blake, son todo para mí ustedes tres.

[Harper]
Sé que Damian está arrepentido y que no se volverá a repetir lo de hace días, ahora más que nunca estoy seguro que quiero pasar el resto de mis días a su lado.

Lo invito a pasar, al verlo los niños dejan de jugar para abrazar emocionados a Damian, si que lo extrañaban.

Después de estar más tranquilos vuelven a jugar con todos presumiendo un poco acerca de que el tigre es su otro padre y es policía. Lo admiran mucho por ello, igual yo admiro a Damian por muchas cosas más.

Entre ambos atendemos a los niños todo el rato hasta que al fin todos se van a dormir quedando él y yo en el sofá abrazados.

Besa mi mejilla:
— No podía aguantar un segundo más sin ti, de verdad esperaba estar a tu lado de nuevo.

Me quedo en su pecho:
— Pienso lo mismo, no quiero que nos separemos de nuevo, ¿te gustaría hacer algo para compensar el tiempo? Creo que podemos ir a...

Me detiene con un beso para decirme:
— Hay algo que quiero hacer, espero estés listo para eso.

Le sonrío:
— Muy bien, dime, ¿qué es lo que quieres hacer?

Me abraza apegándome más a él:
— ¿Qué te parecería casarnos a fin de año?

Me toma por sorpresa:
— ¿E-en serio? ¿Eso quieres?

Sin dudar me responde:
— Por supuesto, no hay nada más que quiera en el mundo. Con la linda nieve cayendo en esta temporada creo que podríamos tener una linda boda, la blanca nieve con el calor de aquellos que nos rodean, puede ser perfecto.

Sonrío emocionado:
— ¡Por supuesto que quiero casarme contigo! Podemos empezar a planear todo, estoy seguro que será un maravilloso momento que no podré olvidar nunca, todo lo que necesito es tenerte a mi lado y a mis hijos, tendremos un felices por siempre.

Me besa la frente:
— Estoy seguro que será el mejor final de todos.

Apostando Todo 2: Una nueva oportunidad (Furry Yaoi) [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora