𝘮 á 𝘴 𝘤 𝘢 𝘳 𝘢 𝘥 𝘦 𝘳 𝘢 𝘵 ó 𝘯 ☆ 🄷🅈🅄🄽🄺🄽🄾🅆

𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧: 𝙩𝙬𝙚𝙣𝙩𝙮-𝙨𝙞𝙭

En una semana, las investigaciones y las búsquedas se habían intensificado demasiado, y en una semana, Hyunjin había dejado de asistir a clases.

Ahora era viernes, y Minho ayudaba a sus compañeros a pegar carteles de "se busca" con la foto de Jeongin en primer plano por las calles cercanas a su escuela.

ㅡ Se siente tan mal hacer esto... ㅡ Murmuraba para sí mismo, mientras se aseguraba de que la fotocopia quedara bien pegada sobre el cristal de aquella pequeña tienda.

El debate mental que llevaba Minho desde lo sucedido con Yang, lo angustiaba a tal punto de llorar todas las noches.

Extrañaba a su mejor amigo, o por lo menos, a aquel chico que había creído conocer y considerarlo como un amigo.

ㅡ Te noto perdido últimamente, ¿estás bien? ㅡ La voz grave de Changbin irrumpió en sus pensamientos.

ㅡ He estado mejor... ㅡ No dijo más, simplemente siguió caminando, con la pila de fotocopias que le quedaba por pegar en postes, paredes y cristales de tiendas, pretendiendo que la conversación con su mayor no tuviera continuidad.

ㅡ Sabes que eres malo para mentir, ¿verdad? ㅡ Seo comentó con ironía, siguiendo al pelimorado.

ㅡ No te incumbe, déjame en paz. ㅡ Minho respondió, ya con obvio cansancio en su tono de voz, ansiando no recibir respuesta porque sabía que estaba al borde de explotar.

ㅡ Lo siento... simplemente estoy algo preocupado, es todo.

ㅡ ¡Bien! ¿quiéres la verdad? ㅡ El menor se volteó bruscamente, mirando con rabia al pelinegro. ㅡ Mi madre me odia, mi padre con suerte aparece, estoy colgando unos putos papeles de mierda porque mi mejor amigo está desaparecido hace más de un mes, como si colgar fotos de su rostro vaya a cambiar el hecho de que probablemente esté muerto ¡¿y aún así preguntas cómo estoy?!

Al ver la expresión de impacto del contrario, Minho cerró sus ojos por un momento, intentando detener el picor que sólo se hacía más intenso y el dolor en su garganta que cada vez le impedía más respirar. Inhaló y exhaló profundamente, incluso así nada se sentía mejor.

ㅡ Y-yo... lamento gritarte. ㅡ Se disculpó, y se sintió tan idiota por hacerlo, pero sus ideas y sus emociones en ese mismo momento eran un completo caos, tanto que sentía que su dignidad se desvanecía frente al mayor.

Changbin lo examinó por un corto momento, y de pronto, tomó el cuerpo del chico y lo pegó al suyo, en un abrazo firme y extrañamente cálido.

Minho tardó en responder, siéndole inesperada tal reacción del mayor, pero al final lo hizo, aferrándose al cuerpo del azabache con todas sus fuerzas como si fuera a morir, mientras dejaba que las lágrimas que había contenido por tanto tiempo escaparan junto con sus dolorosos y desesperados sollozos y quejidos.

ㅡ M-me quitaste a Lixie... te odio tanto por eso... ㅡ Entre jadeos y un llanto incontrolable, Minho pronunció aquello, sin notar que sus palabras provocaron el llanto del mayor también.

ㅡ A ambos nos lo arrebataron, Min... pero no sabes lo que me arrepiento de no haber intentado dar mi vida por él mucho antes... lo siento, y sé que eso no cambiará nada, sé que mi arrepentimiento y hasta mi sufrimiento no lo traerán de vuelta, sólo espero que... lo logres entender. ㅡ Seo quitó las silenciosas lágrimas que habían caído por sus ojos, sintiendo que no tenía derecho de llorar junto al menor.

Minho no respondió, simplemente continuó llorando, aferrado al mayor por unos largos quince minutos.
Una pequeña parte de él intentaba a toda costa comprender a Changbin, entender que el shock del momento tal vez lo había paralizado demasiado como para siquiera intentar moverse y rescatar a su hermano... como el shock que había sido demasiado en el momento en el que él vio cómo Hyunjin acababa con la vida de Christopher frente a sus ojos.
Pero otra parte de él, aquel niño herido que seguía sin comprender cómo unos monstruos habían sido capaces de arrebatarle la vida a su hermano de una forma tan inhumana... aquella parte herida de Minho, seguía sin querer perdonar a Changbin.

ㅡ Te acompañaré a casa ahora, necesitas descansar, luego volveré y seguiré colgando los carteles, no tienes que preocuparte por eso. ㅡ Changbin se separaba con cuidado del cuerpo ajeno, mientras veía a Minho secar sus lágrimas y sorber su nariz como un niño.

ㅡ No creo que pueda descansar en casa, prefiero estar aquí... ㅡ El pelimorado rió, incluso aunque no fuera el mejor momento para hacerlo.

ㅡ No sé si te guste la idea, pero es mejor que nada... podría acompañarte a mi casa y descansas mientras yo estoy aquí, aún quedan unas tres horas de clase.

Minho lo pensó demasiado, pero sinceramente, el cansancio era tanto que, incluso si el mayor le proponía la idea de dormir bajo un puente por el resto de su vida, lo aceptaría sin dudarlo.

Asintió, sin más, y luego el pelinegro tomó los carteles que el menor traía en una de sus manos para acomodarlos con los suyos, comenzando a caminar en dirección a la casa del mayor.

El trayecto fue silencioso, pero por alguna razón, para nada incómodo. Minho era alguien que apreciaba demasiado aquellos momentos cómodos de silencios en compañía, y muy pocas veces lograba tenerlos, pero en ese caso, no sabía cómo sentirse al respecto.

Fuera de eso, nuevamente volvía a sumirse en sus pensamientos, preguntándose a sí mismo si el comenzar a tener una buena relación con Seo era la mejor idea.

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ㅡ Entonces fuiste a su casa, dejó que durmieras en su cama mientras él volvía a la escuela, y luego de clases volvió, te hizo el almuerzo, comieron juntos y hablaron como si nada hasta que a eso de la tarde volviste a tu casa. ㅡ Jisung analizaba cada paso de la anécdota del día anterior del mayor como si intentara entender concretamente algún mensaje oculto.

ㅡ Sí... no entiendo qué es lo que piensas tanto. ㅡ Minho seguía concentrado en los ejercicios de Historia que debían completar en clase.

ㅡ Pienso en que hace menos de una semana estabas odiando a Seo por quién sabe qué con toda tu alma y ahora fuiste a su casa a dormir, hyung... no lo sé, tampoco quiero realmente opinar porque siento que no me concierne, aparte de que tampoco tengo idea de siquiera la razón por la que decías odiarlo.

Minho dejó de escribir y suspiró, dejando el lápiz sobre la mesa.

ㅡ Es complicado, pero tampoco sé cómo debería sentirme al respecto de todo esto... ㅡ El mayor se sinceraba, jugando con las mangas del suéter de su uniforme.

ㅡ ¿Leíste la carta que te dejó ya?

ㅡ Bueno, no leí ninguna aún, apenas tuve tiempo, pero probablemente hoy en la noche lo haga.

Jisung asintió, y luego dejó golpecitos cariñoso sobre el cabello morado de su mayor, en un intento de brindarle apoyo.

ㅡ Sabrás manejarlo, hyung, no te presiones demasiado y tampoco reprimas tus problemas. Sabes que cuentas conmigo si me necesitas, ¿bien? no está mal pedir ayuda. ㅡ Las palabras cálidas del menor hicieron que un nudo en la garganta del mayor se formara.

No estaba acostumbrado a tratos tan cariñoso, y desde que comenzó a ser amigo de Jisung, no había dejado de recibirlos.

ㅡ Lee Minho, el director solicita que se acerque a su oficina ahora, necesita hablar con usted. ㅡ La voz de la vieja profesora de Historia llamó su atención.

ㅡ Claro... ㅡ Algo nervioso, Minho se levantó de su asiento, dándole una ligera sonrisa a su compañero de banco como una señal de "ahora vuelvo" y recibiendo la misma mueca del menor.

Lee salió del salón, cerrando la puerta detrás de él, con las manos temblorosas y sudando frío.
No tenía el mejor presentimiento de la charla que quería tener su director con él, pero tampoco quería dejarse ganar por la ansiedad.

Caminó a paso lento, tomándose todo el tiempo posible para respirar e intentar calmarse. Hasta que se encontró frente a la puerta.

Tres toques suaves fueron suficientes para escuchar un "pase, por favor" del otro lado.

Abrió la puerta, entrando a la oficina, y al instante, sintió el ambiente malditamente pesado.

Al levantar la vista, su sangre se congeló, de pronto no pudo respirar y, por inercia, retrocedió dos pasos.

ㅡ ¿J-jeongin?... ㅡ El terror y el pánico por querer huir de Minho era notorio en su voz, en su expresión, en cada centímetro de su cuerpo.

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