𝘮 á 𝘴 𝘤 𝘢 𝘳 𝘢 𝘥 𝘦 𝘳 𝘢 𝘵 ó 𝘯 ☆ 🄷🅈🅄🄽🄺🄽🄾🅆

𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧: 𝙩𝙬𝙚𝙣𝙩𝙮-𝙣𝙞𝙣𝙚

ㅡ Necesitamos tu mayor colaboración posible en esto, Minho, ¿comprendes que se trata de salvarle la vida a, posiblemente, otra decena de futuras víctimas y también de hacer justicia a los asesinatos y secuestros?

ㅡ Lo sé... ㅡ El pelimorado habló, poco convencido, porque después de todo estaba ahí sólo porque la madre de Bang había amenazado con demandarlo si no accedía a contar lo que sabía.

ㅡ Muy bien, entonces comencemos. ㅡ Jihyo acomodó su anotador en la mesa y sostuvo su pluma con su mano diestra. ㅡ ¿Podrías intentar recordar si viste a Yang Jeongin en algún momento cuando estuviste secuestrado?

Minho se acomodó en su asiento, incómodo, y evitó el contacto visual con la oficial por unos segundos.

ㅡ Siendo sincero, no lo creo, tengo la sensación de haber estado siempre solo en esa habitación.

ㅡ Bien... ¿alguna vez escuchaste algún tipo de ruido que te haya parecido extraño? ya sea en tu habitación o en el exterior.

ㅡ Pues... no, recuerdo el sonido de la puerta abrirse, tal vez el sonido de su voz... pero no más.

ㅡ ¿La voz de quién, Minho?

Los orbes inquietos de Minho se clavaron sobre los de la mayor.

ㅡ De quien me secuestró.

ㅡ ¿Podrías diferenciar si era un hombre, una mujer, joven o adulto?

ㅡ Hombre joven, no más de veinte. ㅡ Debía forzarse a dar información correcta también, lo quiera o no, debía intentar que pareciera lo más natural posible.

Jihyo anotó, casi con entusiasmo, y luego devolvió su atención al estudiante.

ㅡ ¿Puedes recordar alguna otra cosa de él? tal vez un tatuaje, una cicatriz o lunar, algún piercing, simplemente algo característico.

ㅡ No recuerdo que tuviera tatuajes o algo así, pero... ㅡ Minho tragó saliva. ㅡ Logré ver su cabello.

ㅡ ¿De qué color era? ㅡ Los ojos de la mujer brillaron, esperanzada en una nueva pista.

ㅡ Largo y negro, si no mal recuerdo.

Con la emoción en punta, Park anotó en las hojas de su anotador.

ㅡ ¿Alguna otra cosa?

ㅡ Nada más. Sigo trabajando en mi memoria...

ㅡ Aún así fuiste de gran ayuda, Minho, te lo agradezco genuinamente. ㅡ La sonrisa dulce y cálida de la oficial se pintó sobre sus labios. Pronto comenzó a guardar sus notas y a acomodar sus pertenencias. ㅡ ¿Sabes, Minho? tu madre me comentó que no estás yendo a terapia.

ㅡ Oh... bueno, supongo que no estoy listo aún, es todo. ㅡ Minho se levantó de su asiento, algo nervioso por el repentino tema que la mayor sacaba.

ㅡ Sé que es difícil asistir a terapia luego de todo lo que te pasó, especialmente en víctimas de secuestro o tortura es complicado, normalmente porque creen que lo que les sucedió es algo demasiado extraordinario y difícil de entender. ㅡ Tomó su saco, colgándolo en su antebrazo izquierdo, y luego continuó. ㅡ Pero incluso hay víctimas que se enamoran de su secuestrador o secuestradora y no creen que sea justo para quienes les ejerció daño que asistan a terapia, es algo... loco, ¿no crees?

Minho desvió su mirada, tragando saliva nuevamente.

ㅡ Sí... no comprendo a qué quiere llegar con esto, sinceramente.

ㅡ Lo que quiero decir es que, incluso por más extraordinario que creas que es lo que te sucedio, no es algo imposible de tratar. De lo más complejo a lo más simple, todo se puede solucionar, de un caso de Estocolmo a un simple estrés pos-traumático... sólo tienes que ser paciente contigo mismo e intentar buscar ayuda.

ㅡ ¿E-estocolmo?

ㅡ Sí. Cuando la persona secuestrada se enamora de su secuestrador, ¿nunca lo habías escuchado? ㅡ Jihyo no notó que el silencio de Minho se debía a que aún intentaba procesar aquella información. ㅡ Hasta hace poco hablé con mi hermana, ella tiene un doctorado en psicología y una licenciatura en psiquiatría. También me contó que existe el síndrome de Lima, que sería lo mismo que el síndrome de Estocolmo, solo que en este caso, el secuestrador se enamora de su víctima, me pareció... interesante, no lo sé.

El menor aún estaba en completo shock, perdido en sus pensamientos que sólo maquinaban a toda velocidad, de una forma casi preocupante.

ㅡ Lo lamento, siento que estoy haciéndote explotar la cabeza con toda esta información. ㅡ Jihyo rió, nerviosa, y luego posó su mano sobre el hombro del pelimorado. ㅡ Puedes irte, Minho, recuerda que tienes mi número para cuando sea que necesites algo o recuerdes alguna otra cosa, hasta pronto.

Y así, la oficial se marchó de la sala de interrogatorios, dejando a un angustiado y completo confundido Minho, con sus ojos rotos en lágrimas que luchaban por escapar.

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ㅡ ¡Creí que no vendrías! ㅡ Jisung saltó sobre Minho a abrazarlo. Minho correspondió vagamente.

ㅡ Pues lo hice. Mejor tarde que nunca.ㅡ Ambos se separaron, y el menor se encargó de guiar al pelimorado hasta una mesa donde había diversas botellas de alcohol. ㅡ ¿Tienes idea si Hyunjin vino, Sung?

ㅡ Sí... creo que lo vi salir al jardín trasero hace un momento. ㅡ Respondió Han, mientras llenaba dos vasos de una bebida desconocida, extendiéndole uno a su mayor.

ㅡ ¿Lograste ver si estaba solo? ㅡ Indagó Minho, mientras tomaba el vaso que su amigo le ofrecía y olfateaba con curiosidad el contenido. ㅡ ¿Qué intentas darme de tomar?

ㅡ Es sólo ron con jugo de naranja, hyung... y respecto a Hyunjin... uhm... ㅡ Jisung intentaba inútilmente ocultar sus nervios, jugando con el vaso que traía en su mano y dándole un gran trago a este, carraspeando su garganta luego. ㅡ C-creo que lo vi con una chica, no lo sé... ¿por qué preguntas tanto? ¿ya me abandonarás por él? ㅡ Jisung abultó su labio inferior mirando al mayor, mientras Minho sólo intentaba procesar la información.

ㅡ Claro que no te abandonaré, Sung, sólo sentía curiosidad... tomemos algo y luego vayamos a bailar, tal vez en algún momento vaya a buscarlo, supongo que estará ocupado ahora. ㅡ El mayor pronunciaba, y al final, le dio un gran sorbo a su bebida, sintiendo cómo el alcohol quemaba su garganta de forma placentera.

Jisung sólo asintió, siguiendo los pasos de su compañero.
Ambos acabaron con sus respectivas bebidas, y antes de ir juntos a la pista de baile, donde todos se dejaban llevar por la música, volvieron a servirse cada uno, un vaso nuevo de ron para beber en el camino.

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