𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧: 𝙩𝙬𝙚𝙣𝙩𝙮-𝙩𝙝𝙧𝙚𝙚

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La boca de Minho se abrió ligeramente ante el impacto de la pregunta, separando el cigarrillo casi totalmente consumido de sus labios.

No supo qué responder... o más bien, no quería responder.
Tal vez sentía que Jisung no podría aguantar con la verdad y no sabría ocultar el secreto del mayor.

ㅡ Pues... no lo sé, tengo muchos secretos, o simplemente cosas que nadie sabe porque no suelo hablar de mí.

ㅡ Entiendo. ㅡ Jisung pensó en silencio por un momento, jugando con sus propias manos, y luego, siguió. ㅡ Pues, mi secreto más oscuro... creo que es el hecho de que sé que no tengo límites.

ㅡ ¿A qué te refieres?

ㅡ Digamos que... soy envidioso de los demás, demasiado, siempre quiero lo que tienen otros y sé y estoy demasiado seguro de que haría lo que sea necesario para obtener lo que tienen los demás... sé que no tengo límites, pero simplemente no hago nada porque sé que no está moral ni éticamente bien. ㅡ La seriedad y seguridad en las palabras del pelinegro se hacían notar, asegurando que lo que decía no era ningún juego. ㅡ A veces me tengo miedo por eso... por lo general me tengo miedo en todo sentido y le tengo miedo a los demás, pero creo que eso es parte de mi TOC.

La risa suave de Jisung salió, buscando minimizar sus propias palabras.

ㅡ Si quieres que te sea sincero, Sung, eso es parte de ser humano. ㅡ Minho dio otra corta calada a su cigarrillo, expulsando el humo y luego continuando. ㅡ Todas y cada una de las personas tienen un deseo interior enfermo, algo que anhelan con todo su ser, pero no pueden obtener justamente por eso, porque no está moral ni éticamente aceptado. Son las reglas del juego, y si no las sigues, la humanidad se encarga de castigarte, porque créeme que realmente nada está mal en este mundo, simplemente somos nosotros los que nos ponemos límites, los que decidimos lo que está bien de lo que está mal como si de verdad tuvieramos el derecho de hacerlo... supongo que la naturaleza de los humanos es eso, ser unos animales enfermos y despiadados.

Jisung guardó silencio por un momento y asintió, porque no negaría las palabras de su mayor. Después de todo, creía exactamente lo mismo.

El timbre sonó y ambos se miraron a los ojos nuevamente. Han sonrió de lado, tomando el cigarrillo del mayor y dándole una profunda calada, terminándolo de una vez, apagándolo y guardando la colilla en su bolsillo.

Minho apenas pudo reaccionar en el momento en el que los labios del pelinegro se conectaron con los suyos, en un beso largo y profundo, mientras sentía sus pulmones llenarse con el humo del cigarro que el menor aún no había expulsado.

Al separarse, Jisung se levantó del suelo como si nada, con una sonrisa inocente, extendió su mano hacia el mayor.

ㅡ Vamos, hyung, nos darán una advertencia si llegamos tarde al salón.

El castaño no dijo nada, sólo expulsó el humo de su interior y tomó la mano de su compañero para ayudarse a estar de pie nuevamente.

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ㅡ Hyung, te acompaño a casa. ㅡ Hyunjin apareció detrás suyo, sobresaltándolo mientras Minho guardaba sus pertenencias.

ㅡ Oh, claro, no tengo problema, sólo que... Sung también va por el mismo camino. ㅡ El castaño habló algo nervioso, rascando su nuca.

ㅡ Uhm, entiendo, vayan tranquilos entonces, te veré esta noche. ㅡ El pelirojo soltó lo último, mirando al mayor con una sonrisa que viajaba entre inocencia y travesura.

Minho sintió sus mejillas arder ante la picardía del menor por soltar aquello frente a su nuevo compañero de banco, pero tan solo asintió, y luego, lo vio desaparecer por la puerta del salón.

𝘮 á 𝘴 𝘤 𝘢 𝘳 𝘢  𝘥 𝘦  𝘳 𝘢 𝘵 ó 𝘯 ☆ 🄷🅈🅄🄽🄺🄽🄾🅆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora