Capítulo 12

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Una semana entera viviendo con Yoongi llevó a Jimin a conocer algunos aspectos del chico. Ahora sabe que en las mañanas se le dificulta despertar y que el café no es su bebida favorita. Más bien, disfruta de tomar un té de menta y acompañarlo con pan caliente, siempre y cuando este sea salado. También ha notado que disfruta de escuchar música clásica y, cuando despierta demasiado temprano, va hasta su estudio, desde donde una hermosa melodía de piano comienza a sonar. Con delicadeza, menea sus dedos presionando cada tecla con pasión y total devoción.

—Jimin, alguien te busca—. Avisa Jin entrando con una charola con tazas vacías de café, sacándolo de sus pensamientos. —Te espera en la mesa ocho—. El rubio asiente y sale desconcertado.

En la mesa ocho, una cabellera roja se deja notar, unos ojos negros brillantes llenos de enojo y una sonrisa fingida dirigida hacia Jimin. Con pasos torpes y un mal presentimiento, se acerca y hace una pequeña reverencia como saludo.

—Buenas tardes, bienvenido—. Muestra una sonrisa y cordialidad. —¿Qué desea que le sirva...— Las palabras quedan en el aire cuando la voz chirriante del contrario se hace notar.

—No deseo nada más que hablar contigo—. Las manos del chico tamborilean la mesa. —Siéntate, no tomaré mucho tiempo—. Jimin asiente y procede a sentarse, esperando ansioso saber qué es lo que aquel chico, que reconoce como la ex pareja de Yoongi, le quiere decir. —En primer lugar, voy a dejarte en claro que yo soy el novio de Yoongi. Ahora solo tenemos un malentendido—. La seguridad con la que actúa el chico le hace estremecer.

—Disculpa, pero si vienes a hablar sobre Yoongi hyung, puedes marcharte—. Los ojos del pelirrojo se encienden de ira ante lo dicho. —No tienes nada que explicarme acerca de su relación. Hyung me ha dicho que usted es su expareja y no tengo por qué no creerle. Si me disculpa, tengo mesas que atender—. Se levanta, pero la fuerza ejercida sobre su hombro derecho lo hace volver a tomar asiento. Las manos del chico se enredan en su garganta, los ojos oscuros conectan con su océano y un miedo recorre su columna vertebral.

—Pequeño insolente, escúchame. Quiero que te alejes de Yoongi y salgas de su vida—. El aire comienza a faltar en su sistema y sus pequeñas manos intentan inútilmente quitarse de encima al tipo. —Yo soy su novio, él me pertenece. No me hagas tomar medidas extremas. No quiero que estés cerca de él—. Los clientes miran alarmados cómo el cuerpo de Jimin comienza a desvanecerse y su respiración es lenta.

—¡Maldita sea, Hoseok, suelta a Jimin!— La voz grave de Yoongi alerta al pelirrojo, quien asustado suelta el cuerpo inconsciente y empieza a llorar —Te has vuelto loco—. Con rapidez, toma en brazos el cuerpo pequeño. —Espera una orden de alejamiento, pedazo de estúpido.

—Yooni, amor, espera, no me puedes dejar por él—. Sale tras Yoongi, quien apresurado sube a su auto y conduce hasta una clínica donde atienden de emergencia a Jimin. —Vas a volver conmigo, cariño—. Hoseok mira cómo el auto desaparece y sale apresurado del lugar al ver a un tipo alto y de piel morena mirarlo con enojo.

En los pasillos de la clínica, Yoongi firmaba algunos papeles y hablaba con un médico quien le informaba que Jimin estaba bien, pero había sufrido contusiones en la garganta y tendría moretones por al menos un mes. Sus puños están apretados en frustración y su ceño fruncido. Agradece y se adentra en la habitación en la que el rubio se encuentra dormido.

—Perdón—. Las lágrimas empiezan a rodar por sus mejillas. —Lamento esto, lamento meterte en problemas—. Un sollozo es retenido al ver el cuerpo moverse, los ojos azules de Jimin lo hacen naufragar en las dos islas que conforman sus preciosos ojos, la tibieza de la mano envuelve cálidamente su corazón. —Perdóname por favor.

Jimin levanta su mano y con timidez la acerca hasta la mejilla pálida, limpia el camino de una lágrima solitaria. —No debe disculpar...se, hyung—. Le cuesta hablar ya que su garganta quema y duele, pero quiere hacerle saber a su hyung que todo está bien. —No fue... su culpa, tranquilo—. Una pequeña sonrisa causa una hermosa y temerosa sensación en el pecho de Yoongi, admitiendo por primera vez que la sonrisa de Jimin es hermosa.

Forelsket |YoonMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora