Le tiro el pijama improvisado que le he encontrado y el lo coje al vuelo.
— ¿Enserio? — estira la camiseta rosa fucsia que tiene impresa una foto de Beyoncé — La más diva — dice leyendo la frase — ¿Enserio? — repite.
Suelto una risita.
— Totalmente enserio — me vuelvo a reír — es la única camiseta grande que tenía, no todos los días tengo un hombre corpulento en mi casa.
Leclerc sonríe ante mi comentario y se saca la sudadera por la cabeza, dejando ver así su torso desnudo y tonificado. Cada músculo parece haber sido hecho a medida y sus abdominales son tan perfectos que
— Tengo los ojos aquí arriba — se señala la cara.
— Eh, si si — sacudo la cabeza despejando mis pensamientos — si necesitas algo estoy en mi habitación.
Le escucho decir algo en bajito pero no llego a entenderlo.
— ¿Qué?
— Nada, nada — contesta mientras se pone la camiseta — ¿Qué tal estoy? — dice agudizando la voz y poniendose la mano en la cintura.
No puedo evitar reírme de una manera descontrolada.
— Estás guapísima — consigo decir entre risas.
Leclerc se empieza a reír y derrepente los dos estamos sumidos en un sin fin de carcajadas.
— Bueno — digo soltando una última risa — descansa.
— Hasta mañana Mara.
Salgo de la habitación y cuando llego a la mía me doy cuenta de que estoy sonriendo como una tonta. Sacudo la cabeza levemente y cierro la puerta.
No entiendo el giro que ha dado el día, cómo he acabado cenando con mis padres y Leclerc en la misma habitación, y que por inesperado que pareciese ha salido bien. Y ahora le tenía en la habitación contigua a la mía. Ni siquiera sé porque le he ofrecido quedarse, podría haber ido a cualquier hotel de la zona, pero casi ni lo pensé, me salió espontáneamente.
Pongo el móvil a cargar y lo dejo en la mesilla de noche.
Estoy tan cansada que no tardo más que unos minutos en dormirme.
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Me despierto desorientada, miro la hora y son las cuatro de la mañana.
Me levanto para ir a la cocina a por un vaso de agua, pero lo último que esperaba ver era a Charles sin camiseta y con tan solo unos pantalones cortos apoyado en la isla. Está todo a oscuras, tan solo iluminado por la escasa luz que llega de una farola tras la ventana, que me deja ver su rostro suave y sencillo. Mira la pared con atención como si pudiese atravesar la foto que hay colgada. Una foto mía de hace apenas un año en Grecia, había ido con mi ex por nuestro segundo aniversario. Era una foto que me gustaba mucho, recuerdo como el cabello se me balanceaba y como el sol bañaba mi piel.
— Fue la primera vez que viajé a Grecia — digo suavemente para no asustarlo — es mi ciudad favorita.
Él se gira y yo me acerco para ver la foto más de cerca. Me doy cuenta entonces de lo poco que la he mirado desde que la colgué hace unos meses. Llenamos las paredes de recuerdos inmortalizados para luego ni siquiera pararnos a observarlos.
Me coloco a su lado rozando levante su brazo en el proceso.
— Ese día me dijeron que mi tesis doctoral estaba aprobada — ni siquiera sé si me está escuchando pero continuo hablando — recuerdo chillar nada más colgar, y la cámara poco después captando uno de los momentos más felices de mi vida.
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Evermore // Charles Leclerc
Teen FictionFocos, público, carreras, así se había criado Mara Wolff. Toda su vida había sido sencilla y acomodada pero esconde un secreto que guarda para mantener la paz en la parrilla. Secreto que la lleva a hacer un pacto con el piloto más deseado, Charles L...